Resumen
El impacto de las alteraciones vestibulares sobre la calidad de vida y los aspectos físicos, emocional y social ha sido ampliamente estudiado y documentado. Por el contrario, los estudios sobre rendimiento cognitivo son escasos y con los que se cuenta son principalmente de neuroimagen. Dichos estudios establecen que dominios cognitivos como la atención, memoria, orientación y navegación espacial estarían involucrados. Los objetivos de este estudio fueron: 1) identificar y sintetizar la evidencia científica disponible sobre el rendimiento cognitivo en personas con patologías vestibulares y 2) analizar la calidad metodológica de los artículos seleccionados. Se realizó una revisión integradora de literatura utilizando las bases de datos Proquest, Ebsco, Pubmed, ScienceDirect, Cochrane Library y Scielo. La evaluación de la calidad metodológica se efectuó completando la lista de verificación de estudios aleatorios y no aleatorios de las intervenciones de atención de salud de Downs y Black. De los 771 estudios encontrados, 5 fueron seleccionados y analizados. Los resultados demuestran que los dominios cognitivos estudiados contemplan en mayor medida estado cognitivo general, habilidades visoespaciales, funciones ejecutivas y atención. No obstante, los hallazgos son contrapuestos debido a las diferencias metodológicas (patología estudiada, estado de la patología, instrumento empleado, edad de los participantes, ausencia de grupos controles, entre otros).
INTRODUCCIÓN
El impacto de las alteraciones vestibulares sobre la calidad de vida y los aspectos físico, emocional y social ha sido ampliamente estudiado y documentado (Agrawal etal., 2009; Herdman etal., 2020; MacDowell etal., 2017; Petri etal., 2017; Vélez León etal., 2010). No obstante, el estudio del impacto de patologías vestibulares sobre el rendimiento cognitivo es limitado pese a que se han establecido relaciones anátomo-funcionales entre el sistema vestibular y ciertas áreas corticales, principalmente a partir de estudios de neuroimagen (Jang etal., 2018; Kirsch etal., 2016).Se ha descrito que las eferencias desde los núcleos vestibulares dan origen a diversas vías (tradicionalmente se menciona a las vías vestíbulo-espinal, vestíbulo-cólico, vestíbulo-ocular y vestíbulo-cerebelosa), que establecen conexiones sinápticas con múltiples estructuras y sistemas (Suárez, 2003). Sin embargo, la evidencia científica ha demostrado que también existen proyecciones desde los núcleos vestibulares a núcleos del tálamo, y desde éste a la corteza cerebral (Gallardo-Flores, 2018; López & Blanke, 2011; Wijesinghe et al., 2015). A partir del estudio en animales, se ha mostrado que las principales áreas del tálamo involucradas son los núcleos intralaminar, ventrolaterales y ventrobasales, así como también los cuerpos geniculados lateral y medial (Lopez & Blanke, 2011; Wijesinghe et al., 2015). Del mismo modo, se ha documentado que el tálamo participa en la memoria episódica, la flexibilidad conductual, la memoria de trabajo y la memoria asociativa (Geier etal., 2020; Koenig etal., 2019; Parnaudeau etal., 2018), sin excluir su función a una zona de relevo hacia la corteza cerebral. Por otra parte, también la evidencia científica respalda que ciertas zonas de la corteza cerebral (región temporal media superior, corteza vestibular parieto-insular, región ventral intraparietal, corteza somatosensorial, córtex premotor, hipocampo, giro parahipocampal, giro cingulado, entre otras) estarían relacionadas con proyecciones de los núcleos vestibulares (Aedo Sánchez etal., 2016; Faúndez A etal., 2019; Jang etal., 2018). En este sentido,Dieterich y Brandt (2015) han destacado que la atención, la memoria, la orientación y la navegación espacial estarían relacionadas con áreas vestibulares. De manera más específica, otros autores han estudiado las asociaciones entre el sistema vestibular y los dominios cognitivos. Se entiende el dominio cognitivo general como un conjunto de procesos que se llevan a cabo luego del procesamiento perceptivo, en donde están involucradas las funciones ejecutivas, habilidades visoespaciales, atención, memoria, entre otras (Lavados & Slachevsky, 2013). A continuación, se conceptualiza cada una de ellas. Las funciones ejecutivas son definidas como el “conjunto de habilidades implicadas en la regulación, ejecución, generación y supervisión de la conducta para alcanzar objetivos complejos”(Verdejo-García & Bechara, 2010, p. 227). Las habilidades visoespaciales se entienden como la capacidad para representar, analizar y comprender el manejo del espacio, la profundidad de los objetos y las distancias hacia o entre ellos (Ortega-Leonard et al., 2015). La atención es definida como el “proceso cognitivo que permite al organismo procesar aferencias sensoriales relevantes, pensamientos y acciones, a la vez que se ignoran los irrelevantes o distractores”(Gazzaniga et al., 2009 en Lavados & Slachevsky, 2013, p. 100). La memoria se entiende como la capacidad para recordar una secuencia de información visual y/o auditiva (Ballesteros Jiménez, 1999). La fluidez verbal como la “capacidad para crear, producir, expresar, relacionar palabras y conocer su significado de manera rápida y eficaz”(Velasco-Orozco etal., 2020, p. 29).
Patricia Oyarzún Díaz a Osvaldo Borro.
Doctorado en Fonoaudiología, Universidad del Museo Social Argentino, Argentina.
Laboratorio de Investigaciones Fonoaudiológicas, Universidad del Museo Social argentino, Argentina.
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