Congreso SEOR: “La estrategia es realmente la radioterapia estereotáctica”
- thaisfajardo
- 27 de septiembre de 2024
- Oncología Médica
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25/09/2024
La fuerza impulsora para mejorar la radioterapia ha seguido siendo la misma. El objetico de la oncología radioterápica es atacar más a los tumores y menos a los tejidos sanos. El Dr. Jean Bourhis repasa la innovación en radioterapia en la conferencia magistral del XXII Congreso Nacional de SEOR. Se ve la tendencia general de que la radioterapia cerebral total desaparezca y sea reemplazada con radioterapia estereotáctica.
La conferencia magistral de inauguración, patrocinada por la Cátedra UB-Atrys de Radioterapia, del XXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), este miércoles, fue protagonizada por el Dr. Jean Bourhis, centrándose en la innovación en radioterapia.
Los moderadores fueron los doctores Jon Cacicedo Fernández de Bobadilla y Ferrán Guedea Edo. Este último expuso que el ponente es de “máximo relieve”. Presentó a Bourhis: “Nos conocemos desde hace 40 años”. Su actividad clínica se ha centrado en la oncología de cabeza y cuello y ha sido el investigador principal de más de 15 ensayos clínicos en este campo, principalmente ensayos aleatorizados multicéntricos. De 2002 a 2012 fue presidente del Departamento de Oncología Radioterapéutica del Instituto Gustave Roussy (Villejuif, Francia), uno de los centros oncológicos más importantes de Europa. Desde 2009 a 2011 fue presidente de la European Society for Radiotherapy and Oncology (ESTRO). Actualmente, sigue investigando. También es cofundador y actual presidente de GORTEC, uno de los grupos cooperativos más activos en oncología de cabeza y cuello.
Bourhis sopesó que “es difícil adoptar lo que es innovación en este campo”. Pero, compartió varios ejemplos con el auditorio, ejemplos en los que han estado trabajando en los últimos diez años. “La fuerza impulsora para mejorar la radioterapia ha seguido siendo la misma. Queremos atacar más a los tumores y menos a los tejidos sanos. Y para hacer esto tenemos varias herramientas”, señaló. Una está orientada a la biología y la otra está orientada a la tecnología. De hecho, “cuando miramos atrás y vemos lo que sucedió en la radioterapia en el siglo pasado, probablemente solo haya tres grandes avances en este campo”. Puntualizó que los dos primeros llegaron al principio, con el fraccionamiento. El segundo fue la alta energía para penetrar profundamente en los pacientes en busca de tumores profundos. Y el tercero fue mucho más tarde, en los años 80 y 90. “Fue un verdadero avance en el campo, cuando nos dimos cuenta de que combinar quimioterapia y radioterapia era más eficiente que la radioterapia sola, y también podía ser más tolerada”, manifestó. Mencionó un cuarto, quizá el más poderoso para tener más efecto en los tumores y menos en los tejidos normales, que es la administración de alta precisión. “Es una herramienta muy potente. Todavía no sabemos cuáles son los límites para su uso en nuestra práctica diaria”, admitió
Puso un ejemplo de lo que han estado haciendo para la administración de alta precisión en la metástasis cerebral. “La pregunta es realmente cuáles son los límites para su uso”, puntualizó. “Todos ustedes saben lo que es la terapia estéril, que consiste en múltiples haces convergentes con una precisión muy alta. Lo sorprendente es que no tenemos efectos secundarios o tenemos muy pocos, y podemos administrar dosis tan altas”, se congratuló. Valoró que, probablemente, eso sea excesivo para el tumor. La limitación en este momento está en el tamaño del tumor. “La radioterapia estereotáctica se usa cada vez más a lo largo del tiempo. Y, de hecho, usamos cada vez menos la radioterapia clásica. Y ésta es realmente una tendencia que todavía está en curso”, informó. Se fijó en las metástasis cerebrales y aseveró que lo que han estado haciendo en la última década es realmente cambiar de un enfoque paliativo de radioterapia cerebral total a radioterapia estereotáctica curativa. Se ve la tendencia general de que la radioterapia cerebral total desaparezca y sea reemplazada con radioterapia estereotáctica. Ésta es una modalidad que con alta precisión administra dosis alta de radiación a un objetivo tumoral bien definido, en una o en pocas fracciones.
Acto seguido, se centró en una categoría específica de pacientes, que llegaron a ellos con más de diez metástasis cerebrales. Cada paciente fue derivado a la junta de tumores por metástasis cerebrales. En total, tuvieron 70 pacientes. El número medio de metástasis cerebrales iniciales fue de 14 por paciente. Y el total de metástasis cerebrales para todos estos 70 pacientes en la presentación inicial fue de más de 1.000. El tratamiento inicial fue sólo radioterapia estereotáctica. La mayoría de los tumores que trataron se controlaron con radioterapia estereotáctica. La necrosis sintomática que requirió ayudas corticales fue sólo del 3 %. Hizo hincapié en que “la estrategia es realmente empezar con radioterapia estereotáctica”. No importa cuál sea el tratamiento sistémico. Muy pocos de esos pacientes con tantas metástasis murieron por insuficiencia neurológica o muerte relacionada con problemas neurológicos, y muy pocos de ellos necesitaron radioterapia cerebral completa posterior. Los límites no se encuentran en el número, sino más bien en el tamaño del tumor de las metástasis cerebrales.
Otro tema que repasó fue la combinación de quimioterapia y radioterapia como gran avance en este campo. Lamentó que normalmente se ha llegado tarde en la historia en lo que es uso del fármaco, porque siempre se llega después de la fase uno. Además, comentó que ha habido multitud de fármacos probados con radiación en las últimas dos décadas. Muchos de ellos se han sometido a ensayos clínicos y ensayos aleatorios de fase tres. Contó que el tumor no vuelve a crecer cuando se combina radioterapia más cisplatino en ratones. Así que esto les llevó a realizar un ensayo de fase dos aleatorizado y controlado con placebo, en el que se incluyeron 96 pacientes para profundizar en la radioterapia con cisplatino. Se llegó a una duplicación de la supervivencia general a los cinco años. “Y es una combinación muy segura aparentemente en esta fase dos”, matizó. Esto les animó a realizar un estudio aleatorizado de fase tres, que es un estudio de seguimiento que imita la fase dos, aunque con muchos más pacientes, 330 y con mayor distribución a nivel internacional. Participaron unos 20 países. Los resultados, sin embargo, fueron muy decepcionantes. Están preparando la publicación. La ampliación del uso de este fármaco, “que parecía ser eficaz”, fue muy difícil. El ensayo resultó negativo. No hubo ningún beneficio y el programa se interrumpió, “lo que pone de relieve lo difícil que es, cuando tenemos una señal como la que vimos en la fase dos, transferirla a la práctica habitual”. Su conclusión en este sentido fue que “hay muchos intentos de usar medicamentos dirigidos en combinación con radioterapia”. Hasta ahora, esencialmente, el cetuximab tuvo éxito.