
Desterrando los mitos de las dietas: Los expertos afirman que la clave para controlar el peso no está en demonizar alimentos.
- ComiteNetMD
- 14 de abril de 2025
- Medicina General e Interna, Nutrición
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10/04/2025
En el caso de la cerveza, un consumo moderado en el marco de una dieta equilibrada conlleva pocas calorías y podría aportar nutrientes y compuestos bioactivos favorables.
La obesidad es uno de los principales problemas de salud pública de nuestra sociedad. Actualmente, el 13% de la población mundial presenta obesidad, cifra que en España es aún mayor: el 21,6% de adultos entre 25 y 64 años son obesos.1
En el marco del XXV Congreso SEMERGEN Comunidad Valenciana, la Dra. Ascensión Marcos, Profesora de Investigación y fundadora del Grupo de Inmunonutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Dr. Vicente Pascual, Médico de Familia y miembro de los grupos de Nutrición de SEMERGEN y de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) han participado en un seminario sobre “Obesidad y consumo calórico: desafíos y estrategias de manejo efectivo en la práctica clínica”. En esta ocasión, los expertos han tenido la oportunidad de exponer ante médicos de Atención Primaria de toda España cómo la alimentación puede influir en la salud y en la prevención de la obesidad.
La obesidad es un factor de riesgo y causa directa o indirecta de diversas enfermedades, como la diabetes tipo 2, hipertensión y otras patologías cardiovasculares, hígado graso no alcohólico, dislipidemia y ciertos cánceres1. Por ello, es crucial abordarla desde su inicio, y quizás lo es más desarrollar estrategias de prevención que contribuyan a disminuir su incidencia. Sin embargo, muchas veces por falta de guía profesional y conocimiento, hombres y mujeres optan por seguir pautas sin base científica, focalizadas en la restricción de grupos alimentarios, aunque con ello no se consiga bajar de peso, poco sostenibles en el tiempo, y sin considerar otros aspectos del estilo de vida más allá de la alimentación.
Para comprender mejor los factores asociados al exceso de peso y promover un enfoque integral, investigadores del ICTAN-CSIC, la Universidad de Navarra y el CIBEROBN del Instituto de Salud Carlos III han llevado a cabo un estudio sobre la ingesta de alcohol en la Dieta Mediterránea en adultos españoles, cuyos resultados han sido presentados en el congreso.
“En nuestro entorno el modelo alimentario geográfico y cultural prevalente ha sido la dieta mediterránea, un patrón alimentario de base vegetal con evidencias en la reducción del riesgo cardiovascular adecuado para individuos con obesidad, que incluye abundantes verduras, frutas, legumbres y frutos secos; aceite de oliva como principal grasa culinaria; pescado y marisco, carne de ave sin grasa y lácteos fermentados (yogur y queso); bebidas alcohólicas fermentadas con moderación durante las comidas; y escaso consumo de carnes rojas y procesadas, alimentos procesados en general, dulces y bebidas azucaradas. El gran problema es que las modificaciones del estilo de vida no son temporales sino permanentes, para ello es recomendable dotar a la dieta de la palatabilidad necesaria para permitir una adecuada adherencia a la dieta”, explica el Dr. Vicente Pascual. “Es fundamental enfocarnos en la calidad global de la dieta y no en prohibiciones individuales que pueden llevar a desequilibrios nutricionales”.
Algunos estudios destacan que una dieta equilibrada, como la mediterránea, puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares[1]. El consumo de ácidos grasos monoinsaturados y frutos secos está asociado con un perfil lipídico saludable, y no se ha encontrado una relación significativa entre el colesterol dietético y el riesgo cardiovascular en adultos sanos. Los cereales integrales también contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
En el estudio presentado en el congreso, se analizó la ingesta de energía proporcionada por el alcohol y se encontró que esta no era elevada (2,9 y 4,5% de la ingesta energética total para mujeres y hombres, respectivamente). El exceso de peso se asoció con un patrón dietético bajo en verduras, legumbres, cereales integrales y frutas, al mismo tiempo que alto en otras opciones menos saludables y de menor aporte nutricional1.
En cuanto a tipos de bebidas, el consumo de cerveza fue más frecuente entre las personas con un menor consumo de alcohol (<1 día/semana)1. “En el caso de la cerveza, un consumo moderado en el marco de una dieta equilibrada conlleva pocas calorías y aporta nutrientes y compuestos bioactivos favorables, lo que la hace apta para ser consumida con el fin de mantener un peso saludable” explica la Dra. Ascensión Marcos. “Lo importante no es eliminar alimentos o bebidas de nuestra dieta sin más, sino aprender a consumirlos con moderación, dentro de un patrón de vida equilibrado. Muchas veces, las dietas restrictivas no son la solución, y el enfoque integral es clave para alcanzar objetivos saludables a largo plazo y evitar efectos rebote”, añade la Dra. Marcos.
Con respecto al consumo de cerveza, los expertos han recordado que debe hacerse de manera moderada y siempre acompañado de alimentos, siguiendo el patrón de estilo de vida mediterráneo y recordando las cantidades máximas de ingesta tanto para mujeres (200-300 ml/día) como para hombres adultos (400-600 ml/día) sanos.
A la hora de establecer pautas nutricionales, los expertos subrayaron la importancia de identificar patrones dietéticos basados en conductas alimentarias reales. Esto permite una comprensión más precisa de las causas del exceso de peso relacionadas con la alimentación, además de considerar otros factores más allá de la dieta, como los hábitos de vida. En lugar de eliminar alimentos o bebidas específicos por la creencia de que engordan, es crucial adoptar un enfoque integral y equilibrado.