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Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO), ¿una entidad clínica sobrediagnosticada?

Resumen

El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) es una entidad clínica reconocida desde tiempos remotos, que representaba las consecuencias del crecimiento bacteriano excesivo en el intestino delgado asociado a la malabsorción. Recientemente, el término SIBO se ha popularizado debido a la alta prevalencia reportada en diversas patologías desde que se diagnostica de manera indirecta con las pruebas de aire espirado.

En el presente artículo, se exponen los resultados de las pruebas de cultivo del aspirado duodenal/yeyunal como método diagnóstico de referencia, las características de la microbiota del intestino delgado descritas mediante técnicas dependientes e independientes de cultivo en SIBO y su comparación con las pruebas de aire espirado, con el fin de argumentar acerca de su sobrediagnóstico.

Introducción

El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO), reconocido antiguamente como una entidad clínica objetivamente definida, también denominada «síndrome de asa ciega», representaba las consecuencias de un crecimiento bacteriano excesivo en el intestino delgado, o su «contaminación» por bacterias provenientes del colon1. Esta definición no era controvertida y se sospechaba en pacientes con un síndrome de malabsorción y diarrea crónica debido a una causa predisponente quirúrgica o médica. En la actualidad, el SIBO se define cuando existe una concentración de ≥ 103 unidades formadoras de colonias por mililitro (UFC/mL) de bacterias colónicas en el cultivo del aspirado duodenal/yeyunal2,3. No obstante, la práctica de la aspiración duodenal/yeyunal para cultivo microbiano es reducida debido a sus conocidas limitaciones. En este sentido, las pruebas de medición del hidrógeno en el aire espirado se aplican actualmente para detectar SIBO como método diagnóstico indirecto. Por cromatografía se determina la cinética de eliminación de las moléculas de hidrógeno (H2) y metano (CH4), resultantes del proceso microbiano de fermentación anaeróbica. Estos gases se absorben a través de la mucosa intestinal, pasan al torrente sanguíneo y finalmente se exhalan a través de los pulmones. Se considera SIBO cuando se presenta un incremento ≥ 20partes por millón (ppm) en la concentración del hidrógeno espirado comparado con la línea de base antes de los 90 minutos, en una prueba de aire espirado con una carga oral de carbohidrato como glucosa o lactulosa según lo propuesto por el consenso de Norteamérica2. Es la prueba más utilizada para detectar el SIBO en la práctica clínica debido a su facilidad de uso, sencillez y bajo coste, pero no con base en la evidencia científica obtenida mediante ensayos clínicos4.

El epitelio yeyunal absorbe la glucosa antes de llegar al íleon o al colon. El exceso de bacterias yeyunales puede provocar un pico temprano de hidrógeno. Sin embargo, el tránsito rápido de la glucosa al ciego puede causar un falso positivo en los primeros 90 minutos debido a la fermentación colónica. La lactulosa no se absorbe en el intestino delgado y aumenta la producción de hidrógeno en el colon por fermentación. En el SIBO, la lactulosa puede generar un pico temprano y otro tardío de hidrógeno, relacionados con la actividad bacteriana en el intestino delgado y colon, respectivamente. Estudios escintilográficos muestran que el aumento normal de H2 coincide con la llegada de lactulosa al ciego, lo que puede dar falsos positivos debido a variaciones en el tiempo de tránsito oro-cecal (TTOC), limitando la precisión diagnóstica del SIBO por pruebas de aliento.

La definición actual del SIBO ha generado polémica debido a que su espectro se ha ampliado más allá de la malabsorción. El término SIBO se ha popularizado y la prevalencia es elevada en pacientes con síntomas gastrointestinales (hasta un 68,1% en una cohorte francesa)5. Además, los resultados de las pruebas de aliento no siempre se correlacionan con los hallazgos del resultado del cultivo duodenal/yeyunal. Esto sugiere la necesidad de una mayor validación del test de aliento como prueba diagnóstica de SIBO.

En esta revisión se ha planteado la siguiente interrogante: ¿es el SIBO una entidad clínica sobrediagnosticada? Las técnicas de estudio del material genético de la microbiota intestinal han evolucionado exponencialmente en las últimas décadas y la caracterización de las bacterias por metagenómica demuestran una gran complejidad de la microbiota intestinal, previamente no reconocida, que ha identificado hasta un 80% de bacterias que no han sido cultivadas6. La presente revisión se focaliza en el estudio de la evidencia científica acerca de las características de la microbiota del intestino delgado en SIBO mediante técnicas dependientes e independientes de cultivos y su relación con los resultados de las pruebas de aire espirado como método de diagnóstico indirecto de esta entidad, analizando la sensibilidad y especificidad de las pruebas de aire espirado de lactulosa y glucosa.

Jeannine Suárez Terána, Francisco Guarner Aguilarb

a Consulta médica Privada, Barcelona, España

b Gastroenterología, Centro médico Teknon, Barcelona, España

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

https://www.elsevier.es/es-revista-gastroenterologia-hepatologia-14-articulo-sobrecrecimiento-bacteriano-del-intestino-delgado-S0210570524001481