Conferencia AHA 2022
10/11/2022
Un programa de mindfulness personalizado puede ser una valiosa vía no farmacéutica para lograr el control de la presión arterial en pacientes hipertensos. Al cabo de 6 meses, los participantes fueron capaces de reducir su presión arterial sistólica de forma significativa en comparación con el grupo de control.
Según el profesor Eric Loucks (Universidad de Brown, RI, EE.UU.), el mindfulness puede ser una forma de apoyar a los pacientes para que se adhieran a las medidas de estilo de vida para lograr el control de la presión arterial, como la actividad física, los cambios en la dieta, el consumo de alcohol, el cumplimiento de la medicación y la pérdida de peso.
El programa de mindfulness utilizado en su estudio se centró en el entrenamiento de los participantes en habilidades como el control de la atención, la autoconciencia y la regulación de las emociones, y luego se aplicó ese entrenamiento a los cambios de comportamiento de salud adecuados para mejorar el control de la presión arterial. Los investigadores compararon la atención habitual mejorada (por ejemplo, un tensiómetro en casa, material educativo sobre la presión arterial, acceso facilitado a un médico en caso de necesidad) con la participación en un programa de 8 semanas basado en la atención plena, personalizado para personas con presión arterial elevada.
Los 200 participantes adultos fueron reclutados en el área de Providence, Rhode Island, y tenían una presión arterial elevada/alta, definida como superior a 120 mmHg de presión arterial sistólica u 80 mmHg de presión arterial diastólica. El 81% de los participantes eran adultos de raza blanca y el 73% tenía estudios universitarios.
Aproximadamente la mitad de los participantes fueron asignados aleatoriamente al grupo de atención habitual mejorada. Los participantes restantes recibieron el programa de mindfulness, denominado Reducción de la Presión Arterial Basada en Mindfulness (MB-BP). Los participantes del grupo de intervención asistieron a una sesión de orientación grupal, a 8 sesiones grupales semanales de 2,5 horas y a un retiro grupal de 7,5 horas y 1 día. La práctica de mindfulness recomendada en casa era de al menos 45 minutos al día durante 6 días a la semana.
A los 6 meses, los participantes del grupo de MB-BP tuvieron un descenso medio de la presión arterial sistólica de 5,9 mmHg, en comparación con una reducción de 1,4 mmHg en la presión arterial sistólica en el grupo de atención habitual mejorada (IC del 95%: -9,1 a - 2,8; p<0,001). En cuanto a la presión arterial diastólica, no se observaron cambios notables en las medidas de ninguno de los grupos a los 6 meses.
Los participantes del grupo MB-BP también redujeron el sedentarismo en una media de 351 minutos a la semana en comparación con los participantes del grupo de atención habitual mejorada. Además, eran más propensos a consumir alimentos saludables para el corazón y declararon haber mejorado la percepción del estrés y los niveles de atención plena.
Una de las limitaciones del estudio es que la mayoría de los participantes eran adultos blancos con estudios universitarios, lo que limita su generalización. "Me gustaría ver una réplica de este trabajo por parte de grupos externos con un seguimiento más prolongado y con participantes más generalizados", concluyó el profesor Loucks.
Loucks EB, et al. The effect of adapted mindfulness training in participants with elevated office blood pressure: the mindfulness-based blood pressure reduction (MB-BP) randomized clinical trial. VP182, AHA Scientific Sessions 2022, 5-7 de noviembre, Chicago, Estados Unidos.
Fuente: Medicom Medical Publishers
https://conferences.medicom-publishers.com/specialisation/cardiology/aha-2022/mindfulness-
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