16 de noviembre de 2018
Un nuevo agente farmacológico mostró resultados prometedores para la prevención de una amplia gama de trastornos del ritmo cardíaco, que incluyen arritmias inducidas por lesiones tanto cardíacas como cerebrales. Además, el compuesto (SS-68) demostró una actividad significativa en condiciones de flujo sanguíneo reducido hacia el corazón causado por arterias obstruidas.
El estudio, realizado por un equipo de investigación a cargo de la doctora Saida Bogus, de la Universidad Estatal de Medicina de Kuban en Rusia, fue publicado recientemente en la revista Research Results in Pharmacology.
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 17 millones de personas de todo el mundo (principalmente en Europa y Estados Unidos) mueren por enfermedades cardiovasculares y complicaciones relacionadas. En Rusia, alrededor de 3 de cada 1,000 personas sufren el trastorno del ritmo cardíaco más común y maligno: la fibrilación auricular (FA), y se estima que dicha cifra se duplicará durante los próximos 30 años. Aunque a veces carece de síntomas, la fibrilación auricular suele reconocerse por la presencia de un ritmo cardíaco acelerado e irregular, mareos, fatiga, falta de aliento y dolor en el pecho, lo que compromete en gran medida la calidad de vida. El trastorno también podría llevar a diversas complicaciones, como demencia, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca.
En la actualidad, los medicamentos administrados a pacientes con FA tienen importantes deficiencias, entre ellas, ventanas terapéuticas estrechas, lo que significa que incluso una imprecisión mínima en la dosis podría resultar en una toxicidad inaceptable. Por lo tanto, los pacientes deben ser monitoreados de cerca y ajustar sus dosis regularmente.
En el nuevo estudio, el equipo recurrió a los derivados de aminoindol para buscar un compuesto alternativo. Este grupo químico ya ha mostrado un potencial significativo en términos de actividad cardiofarmacológica.
Después de haber probado el compuesto SS-68 en múltiples ocasiones en diferentes animales, los investigadores descubrieron que posee un pronunciado efecto antiarrítmico y es capaz de llevar la actividad eléctrica del corazón a la normalidad, por lo que, en la mayoría de los casos, superó a los medicamentos de referencia que se utilizan en la práctica clínica: amiodarona, lidocaína, aymalina, etacizina, etmozina y quinidina anaprilina.
Además, en las arritmias inducidas por lesión cerebral, encontraron que el compuesto reducía los episodios de epilepsia. También se observó que tiene un efecto positivo en los vasos sanguíneos obstruidos, aumentando con éxito el flujo sanguíneo coronario. Además, el compuesto logró disminuir el área de necrosis en el tejido cardíaco causada por un ataque al corazón.
“Hasta la fecha, ha habido logros significativos de farmacólogos, químicos y clínicos rusos y extranjeros en la creación e introducción en la medicina práctica de varios fármacos antiarrítmicos diferentes por su estructura química, naturaleza, espectro, actividad y mecanismo de acción; sin embargo, una de las tareas más importantes de la farmacología moderna es la búsqueda y el desarrollo de nuevas sustancias altamente activas de la acción correspondiente“, explicaron los científicos.
“Se debe prestar especial atención a un estudio más profundo de los mecanismos moleculares de acción de este compuesto“, concluyeron.
Un artículo que profundiza en los mecanismos moleculares de la acción antiarrítmica del SS-68 preparado por el mismo equipo de investigación actualmente puede consultarse en la revista Research Results in Pharmacology.
