11 de diciembre de 2018
Un grupo de investigadores dio a conocer que las personas con insuficiencia cardíaca que reciben la vacuna contra la influenza tienen mejores probabilidades de supervivencia.
Un estudio de pacientes en Dinamarca a los que recientemente se les diagnosticó insuficiencia cardíaca reveló que la vacuna contra la gripe reducía el riesgo de muerte prematura en un 18 por ciento, en comparación con no recibir el biológico.
El estudio halló que las inyecciones anuales contra la gripe también reducían el riesgo de muerte de los pacientes por cualquier causa o por enfermedad cardiovascular en un 19 por ciento.
“Los pacientes con insuficiencia cardíaca tienen un alto riesgo de enfermedad y muerte, y los estudios han sugerido que la infección por influenza puede aumentar sustancialmente el riesgo de hospitalizaciones y muerte en estos pacientes“, comentó el doctor Gregg Fonarow, cardiólogo y director del Centro de Cardiomiopatía de la Universidad de California en Los Ángeles y ajeno al estudio.
La insuficiencia cardíaca significa que el corazón ya no bombea sangre de manera eficiente. La enfermedad probablemente aumentará en los próximos 10 años a medida que la población envejezca, y para esas personas, la influenza puede ser grave o mortal, apuntaron los investigadores.
Los nuevos resultados se suman a evidencia que sugiere que las vacunas anuales contra la gripe pueden ser de gran beneficio para los pacientes con insuficiencia cardíaca y ayudan a reforzar las recomendaciones actuales para la vacunación anual, subrayó Fonarow.
Un médico de la ciudad de Nueva York estuvo de acuerdo. “Este estudio aumenta la evidencia de que una vacuna contra la influenza podría salvar la vida“, destacó el doctor Marc Siegel, profesor de medicina en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York.
La gripe debilita al sistema inmunológico y estresa el cuerpo, aumentando el riesgo de neumonía, bronquitis y problemas cardíacos, dijo Siegel, quien no participó en la investigación.
Existe una mayor probabilidad que coágulos de sangre se formen debido a la influenza, y eso puede derivar en un ataque cardíaco, aseguró Siegel. “Dado que las vacunas contra la gripe disminuyen la gravedad de la misma, estas reducen directamente el riesgo de ataque cardíaco“, explicó.
La vacuna contra la gripe también reduce las probabilidades de que el enfisema, el asma u otras afecciones crónicas se agraven, agregó Siegel.
Los investigadores descubrieron que recibir la vacuna en septiembre y octubre, antes de que comience la temporada de influenza —característica del invierno—, ofrece más protección que esperar hasta noviembre o diciembre. Pero nunca es demasiado tarde.
El trabajo, publicado esta semana en la revista Circulation, estuvo a cargo del investigador Daniel Modin, de la Universidad de Copenhague. El experto y sus colegas reunieron 12 años de datos sobre más de 134,000 daneses diagnosticados recientemente con insuficiencia cardíaca. Las tasas de vacunación variaron de 16 por ciento en 2003 a 52 por ciento en 2015, con un máximo de 54 por ciento en 2009.
“Estudios recientes han indicado que la cobertura de vacunación contra la influenza en pacientes con insuficiencia cardíaca es inadecuada“, expresó Modin en un comunicado de prensa de la revista. “Espero que nuestro estudio pueda ayudar a que los médicos y cardiólogos que atienden a pacientes con insuficiencia cardíaca estén conscientes de la importancia de la vacunación contra la influenza para sus pacientes“.
La frecuencia también importa. El equipo de investigación halló que, en comparación con la vacunación anual constante contra la gripe, una vacuna anual ocasional contra la influenza ofrecía menos protección contra cualquier causa de muerte o de morir por enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
La vacuna contra la gripe “puede considerarse como un tratamiento estándar en la insuficiencia cardíaca similar a los medicamentos“, agregó Modin.
