SEOM y SEC impulsan el Registro Español de Toxicidad Cardiovascular por Inmunoterapia
La toxicidad por inmunoterapia afecta a más del 60% de los pacientes en diferentes grados1 . Los eventos graves son poco frecuentes y entre ellos, la toxicidad cardiovascular afecta en global a menos del 5% de los pacientes (miocarditis, pericarditis, eventos coronarios agudos, arteritis, arritmias)2 . Sin embargo, esta toxicidad cardiovascular tiene la mayor tasa de fatalidad3 y su diagnóstico y tratamiento, pueden retrasarse por la escasa especificidad de los síntomas y la ausencia de protocolos de seguimiento claramente contrastados. SEOM ha establecido un acuerdo formal de colaboración con el Grupo de Trabajo de Cardio-Oncología de la Sociedad Española de Cardiología desde hace unos años. Fruto de esta colaboración, han iniciado juntos el Registro Español de Toxicidad Cardiovascular por Inmunoterapia (SIR-CVT, de sus siglas en inglés), que cuenta con la integración del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en el desarrollo de la parte básica de la investigación. El objetivo del registro es conocer la toxicidad cardiovascular a corto y medio plazo, realizando un estudio basal sistemático a los pacientes con tumores sólidos que reciben inmunoterapia por indicación o uso compasivo por primera vez y caracterizando con pruebas de imagen avanzada, electrocardiograma, analíticas con biomarcadores y seguimiento clínico conjunto (oncología y cardiología) la evolución de los pacientes. Además, se pretende validar la utilidad de un nuevo biomarcador de miocarditis (micro RNA 721, miR-721) que ha sido recientemente descrito por el grupo de la Dra. Pilar Martín del CNIC, demostrando su utilidad diagnóstica en miocarditis de cualquier etiología y diferenciándola del daño miocárdico isquémico4 . Este miR-721 puede ayudar en el diagnóstico precoz de los pacientes que desarrollan miocarditis, permitiendo instaurar tratamiento pronto y evitar los graves eventos de toxicidad cardiaca descritos hasta ahora5 . El registro cuenta con la participación de 18 centros nacionales, todos con un IP oncólogo y un IP cardiólogo y ya está reclutando pacientes en algunos de ellos. Se pretende incluir 500 pacientes, para poder caracterizar tanto la toxicidad clínica como la subclínica y establecer pautas claras de seguimiento que permitan detectar la toxicidad de forma rutinaria y precoz, y sobre todo evitar la retirada innecesaria de la inmunoterapia ante alteraciones cardiovasculares no relevantes.
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