VIERNES, 22 de marzo de 2024 (HealthDay News) -- Las asociaciones entre las experiencias adversas en la infancia (EAI) y los resultados de salud mental en adultos siguen siendo significativas incluso después de controlar los factores genéticos y ambientales compartidos, según un estudio publicado en línea el 6 de marzo en JAMA Psychiatry.
Hilda Björk Daníelsdóttir, de la Universidad de Islandia en Reikiavik, y colaboradores investigaron si las asociaciones entre las EAI y los resultados de salud mental en adultos persisten después del ajuste por factores familiares (genéticos y ambientales). En el análisis se incluyó a 25 252 gemelos adultos identificados en el registro sueco de gemelos (nacidos entre 1959 y 1998 con seguimiento desde los 19 años hasta 2016).
Los investigadores hallaron que el 38,6 % de los participantes informaron exposición a al menos una EAI. Las probabilidades de presentar cualquier trastorno psiquiátrico aumentaron en la cohorte completa con un mayor número de EAI (razón de probabilidades por EAI adicional: 1,52). En los gemelos dicigóticos, la asociación se mantuvo, pero las probabilidades de EAI adicional se atenuaron (razón de probabilidades: 1,29), con hallazgos similares para los pares de gemelos monocigóticos (razón de probabilidades: 1,20). La exposición al abuso sexual se asoció a un aumento de las probabilidades de presentar algún trastorno psiquiátrico clínicamente confirmado en todas las comparaciones.
“Esto sugiere que las intervenciones dirigidas a las EAI, incluida la prevención primaria y el acceso mejorado a terapias para el trauma basadas en la evidencia para las personas que experimentaron EAI, pueden asociarse a un menor riesgo de psicopatología futura”, escriben los autores.
