8 de enero de 2020
Una investigación en animales encontró que un nuevo compuesto podría ayudar a detener el daño causado por un ataque cardíaco. En concreto, los científicos hallaron que el factor de crecimiento AB derivado de plaquetas humano recombinante (rhPDGF-AB), además de disminuir el efecto de la cicatrización del corazón, promovió la formación de nuevos vasos sanguíneos y redujo las tasas de arritmias cardíacas, insuficiencia cardíaca y muerte súbita cardíaca.
“Este es un enfoque completamente nuevo, sin que haya tratamientos actuales capaces de alterar las cicatrices de esta forma“, dijo el investigador principal James Chong, profesor asociado en la Universidad de Sydney, en Australia.
“Al mejorar la función cardíaca y la formación de cicatrices después de un ataque cardíaco, el tratamiento con rhPDGF-AB condujo a un aumento general en la tasa de supervivencia“, agregó el especialista.
Tras un ataque cardíaco, el tratamiento busca restaurar el flujo sanguíneo y reducir las cicatrices. De acuerdo con los investigadores, hasta el 25% de las personas que experimentan un primer ataque cardíaco desarrollan insuficiencia cardíaca durante el año posterior al ataque.
“Si bien tenemos protocolos de tratamiento, está claro que existe una necesidad urgente e insatisfecha de tratamientos adicionales para mejorar los resultados de los pacientes, particularmente si sufren ataques cardíacos de gran magnitud“, apuntó Chong.
Antes de que este nuevo enfoque pueda ser probado en humanos, se requieren más estudios en animales para asegurar que la administración de rhPDGF-AB sea seguro, así como para determinar la dosis correcta.
Eventualmente, rhPDGF-AB podría administrarse junto con los tratamientos existentes para mejorar las tasas de supervivencia, enfatizaron los autores.
“Ahora esperamos investigar más el tratamiento, incluso si podría usarse en otros sistemas de órganos afectados por tejido cicatricial, como los riñones“, finalizó Chong.
