16/10/2023
Los profesionales de salud podrán anticiparse a las necesidades de los pacientes y tomar decisiones más personalizadas y preventivas gracias a la IA. La Cátedra del Dolor Fundación Vithas - Universidad Francisco de Vitoria organiza una Jornada en el Día Mundial Contra el Dolor en el Auditorio Fundación Mapfre.
La inteligencia artificial (IA) está cobrando un papel muy importante en los diferentes ámbitos de la sociedad, entre ellos el sector sanitario y la investigación. Según afirma Paco Estella, responsable del Sector Salud en Microsoft España, “el uso responsable de la inteligencia artificial en el sector Salud, en pacientes crónicos en general y en pacientes con dolor crónico en particular, tiene mucho recorrido, gracias a la optimización de procesos para el profesional sanitario, permitiendo que dedique su tiempo a otras tareas de orden clínico y de cara al paciente”.
Este será uno de los asuntos que se abordarán en la Jornada del Día Mundial contra el Dolor Crónico que ha organizado la Cátedra del Dolor Fundación Vithas – Universidad Francisco de Vitoria en el Auditorio Fundación Mapfre el 17 de octubre. En el marco de este día, el Dr. Carlos Tornero, Unidad del Dolor en el Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre y director de la Cátedra, explica que “la inteligencia artificial puede ayudar enormemente a los profesionales de la salud al identificar patrones de pacientes con patologías similares y optimizar los tratamientos”. Paco Estella apunta que “gracias a las herramientas de gestión, a las plataformas de datos y a la IA, podemos avanzar de la medicina predictiva a la proactiva. Esto significa que los profesionales de la salud pueden anticipar las necesidades de los pacientes y tomar decisiones más personalizadas y preventivas. Microsoft cree en la IA responsable como una herramienta de apoyo para los profesionales de la salud, no como un reemplazo”.
Concienciación sobre el dolor crónico y su impacto en el día a día del paciente
En el mundo, más de un 90% de las personas con dolor crónico experimentan insomnio[1], y en Europa, el 54% de los pacientes tienen menos capacidad o no pueden realizar las tareas domésticas[2]. Con el objetivo de visibilizar esta patología, TQP la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, la Federación Europea del Dolor y la Organización Mundial de la Salud establecieron la fecha 17 de octubre como el Día Mundial contra el Dolor.
El Día Mundial Contra el Dolor adquiere una importancia crucial en la concienciación sobre esta afección. El Dr. Carlos Tornero enfatiza que "es fundamental que la población sea consciente de la importancia de un adecuado control del dolor crónico y de cómo abordar esta enfermedad". La concienciación es un paso fundamental hacia la mejora de la atención y el apoyo a quienes padecen dolor crónico.
En torno a ocho millones de personas conviven diariamente con algún dolor crónico en España[1], esto es un 17% de la población total del país, lo que convierte estas dolencias en un importante problema de salud pública. "Los pacientes que sufren dolor crónico son aquellos que experimentan esta afección durante más de seis meses, y en muchos casos, durante años", explica el Dr. Tornero. "Este tipo de dolor no se limita únicamente a la esfera física, sino que afecta a todas las áreas de la vida de un individuo, incluyendo su salud mental y su capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas", añade el facultativo.
El impacto del dolor crónico en la calidad de vida de las personas es significativo y ampliamente subestimado, "los pacientes con dolor crónico tienen una calidad de vida mermada, con una limitación importante de su funcionalidad", señala el doctor. Esto puede llevar al aislamiento social y, en casos de pacientes en edad laboral, a bajas prolongadas que den lugar a la pérdida del empleo y limitaciones en el crecimiento profesional.
El diagnóstico y tratamiento del dolor crónico presentan desafíos únicos. El Dr. Tornero destaca la importancia de un diagnóstico preciso por parte de profesionales médicos especializados y menciona los avances en escalas de medición del dolor y herramientas objetivas que están mejorando tanto el diagnóstico como el tratamiento. Además, señala que las investigaciones actuales se centran en la genética, nuevos fármacos y enfoques más específicos para abordar el dolor.
