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Microbiota intestinal y Enfermedad Cardiovascular

El microbioma o microbiota intestinal juega un papel crucial en la regulación de diferentes aspectos fisiológicos y afecta la homeostasis entre las condiciones de salud y enfermedad del huésped. 

La composición del microbioma intestinal varía con factores fisiológicos como la edad, o hábitos alimentarios, entre otros, y está influenciada por factores externos como los probióticos y los agentes antimicrobianos. 

El microbioma intestinal tiene una influencia directa en los factores de riesgo asociados con las enfermedades cardiovasculares (ECV), como la hipertensión, la diabetes y la dislipidemia. Puede contribuir en la fisiopatología de la insuficiencia cardíaca, aterosclerosis, hipertensión, fibrosis miocárdica, infarto de miocardio y enfermedad de las arterias coronarias. 1

Se ha documentado la presencia de bacterias en las placas ateroscleróticas, y se cree que las bacterias podrían contribuir en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. 

Figura 1: Mecanismo de la microbiota intestinal humana dentro dentro del cuerpo huésped 

La microbiota intestinal puede producir enfermedad cardiovascular de diferentes maneras al producir compuestos como trimetilamina N-óxido (TMAO) que se absorben en el torrente sanguíneo y afectan la salud cardiovascular. La alteración de la microbiota, disbiosis, y el aumento de la inflamación favorece la permeabilidad de la barrera intestinal, provocando el pasaje de compuestos al torrente circulatorio.
Los SCFAs (ácidos grasos de cadena corta) tendrían efectos beneficiosos en la salud cardiovascular, como la reducción de la presión arterial y la inflamación. Además, la microbiota puede influir en la absorción de nutrientes y en la producción de moléculas inflamatorias, lo que puede contribuir a la inflamación crónica y la disfunción endotelial, que son factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular. También se ha demostrado que la microbiota puede influir en el metabolismo de los lípidos y la glucosa, lo que puede contribuir a la dislipidemia y la diabetes, que son también reconocidos factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular. 

Por otro lado, se ha encontrado que el ADN bacteriano está presente en las placas ateroscleróticas, lo que sugiere que las colonias microbianas pueden contribuir al desarrollo de estas placas en las arterias, lo que podría aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular. 2

Figura 2: Interacción de la microbiota con el intestino y desarrollo de enfermedad cardiovascular. 

La modulación de la ingesta dietética y la suplementación con prebióticos y probióticos es efectiva para reducir el riesgo de ECV, abriendo nuevas vías en la dirección de estudios hacia el desarrollo de nuevas terapias. 

Existen varios cambios en los planes de alimentación y de estilo de vida que pueden ayudar a mejorar el microbioma intestinal y promover la salud cardiovascular, por ejemplo, una dieta rica en fibra, frutas y verduras puede promover el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas. El ejercicio regular y las técnicas de reducción del estrés también pueden ayudar a mejorar el microbioma intestinal y promover la salud cardiovascular. Además, evitar fumar y el consumo excesivo de alcohol.

Las investigaciones iniciales acerca de la relación entre la microbiota y la salud cardiovascular fueron lideradas por W. Tang, quien comprobó dicha asociación ya en el año 2013.

Recientemente, dicho autor realizó una revisión donde actualiza sus investigaciones y las de otros grupos, y reconfirma que la nutrición es uno de los más importantes factores de riesgo cardiovascular modificable: la disbiosis, o alteración de la flora intestinal, se asoció con hipertensión, diabetes, insuficiencia cardíaca, entre otros.3,4

Referencias:

1.Bhat, M.A.; Mishra, A.K.; Tantray, J.A.; Alatawi, H.A.; Saeed, M.; Rahman, S.; Jan, A.T. Gut Microbiota and Cardiovascular System: An Intricate Balance of Health and the Diseased State. Life 2022, 12, 1986. https://doi.org/ 10.3390/life12121986

2. Rahman MM, Islam F, Or-Rashid MH, Mamun AA, Rahaman MS, Islam MM, Meem AFK, Sutradhar PR, Mitra S, Mimi AA, Emran TB, Fatimawali, Idroes R, Tallei TE, Ahmed M and CavaluS (2022) The Gut Microbiota (Microbiome) in cardiovascular disease and Its Therapeutic Regulation. Front. Cell. Infect. Microbiol. 12:903570. doi: 10.3389/fcimb.2022.903570

3.Tang WHW, Bäckhed F, Landmesser U, Hazen SL. Intestinal Microbiota in Cardiovascular Health and Disease: JACC State-of-the-Art Review. J Am Coll Cardiol. 2019;73(16):2089-2105. doi: 10.1016/j.jacc.2019.03.024

4.Tang WH, Wang Z, Levison BS, et al. Intestinal microbial metabolism of phosphatidylcholine and cardiovascular risk. N Engl J Med. 2013;368(17):1575-1584. doi:10.1056/NEJMoa1109400

Codigo de Aprobación: AR23OB00170

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