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Manejo del trauma del tracto genitourinario inferior (uretra, pene, escroto, testículos) en urgencias

Puntos clave

El tracto genitourinario inferior está compuesto por la vejiga, la uretra y los genitales externos. Las lesiones significativas en este sistema pueden ocurrir por traumatismos contusos o penetrantes. La evaluación inicial de los pacientes sospechosos de trauma GU no debe diferir de otros pacientes con traumatismos; se deben seguir los protocolos de Soporte Vital Avanzado en Trauma (ATLS) del Colegio Americano de Cirujanos. Aunque las muertes relacionadas con el trauma GU no son comunes, identificar y manejar adecuadamente estas lesiones es esencial para evitar complicaciones como incontinencia urinaria, retención urinaria o disfunción sexual.

Incidencia y causas

Hasta el 15% de los pacientes que experimentan un trauma abdominal pueden presentar lesiones en el sistema renal y urogenital. Las lesiones vesicales son más comunes debido a traumatismos contusos, como accidentes automovilísticos, y aproximadamente el 30% de las fracturas pélvicas se asocian con lesiones vesicales. Las lesiones en los genitales externos masculinos son las más comunes, típicamente causadas por accidentes o heridas penetrantes. El trauma genital femenino, por otro lado, está más asociado con el parto que con otras causas de trauma.

Signos y síntomas

Los pacientes con trauma GU presentarán dolor localizado en la zona de la lesión, aunque los signos pueden pasarse por alto debido a la evaluación rápida en situaciones de trauma. Es importante mantener un alto índice de sospecha y realizar una evaluación minuciosa del abdomen y los genitales. El trauma vesical puede presentarse con moretones, edema en el abdomen bajo, periné o genitales, incapacidad para orinar, hematuria, o problemas para drenar la vejiga con una sonda Foley. El trauma uretral puede indicar sangre en el meato, edema o hematoma en el pene o periné, próstata elevada y vejiga distendida. Los signos de trauma peneano y escrotal incluyen pérdida de piel, edema, decoloración y angulación.

Evaluación

La mayoría de las lesiones GU inferiores se identifican mediante exámenes clínicos e imágenes. El trabajo de diagnóstico incluye estudios de laboratorio comunes en el trauma, como hemograma completo, estudios de coagulación y análisis de orina. El ultrasonido FAST se usa para evaluar la presencia de líquido libre en la cavidad peritoneal, pero no identifica la fuente. Las radiografías simples evalúan fracturas pélvicas y la tomografía computarizada puede identificar lesiones en órganos abdominales o pélvicos. La cistografía y la uretrografía retrógrada (RUG) son recomendadas para evaluar lesiones vesicales y uretrales, respectivamente.

Manejo

El manejo incluye administración de oxígeno, soporte ventilatorio y reanimación con cristaloides o sangre si es necesario. Las lesiones vesicales más leves, como contusiones, generalmente se manejan de manera conservadora. Las lesiones más graves, como las rupturas vesicales, se manejan dependiendo de si son intraperitoneales o extraperitoneales. Las lesiones uretrales requieren drenaje con un catéter suprapúbico para prevenir la extravasación, y las reparaciones se realizan de manera diferida. Las lesiones genitales se manejan con desbridamiento y, en algunos casos, injertos de piel.