Objetivos
Los inhibidores de fosfodiesterasa revolucionaron el tratamiento de la disfunción eréctil (DE). Las ondas de choque de baja intensidad emergen como una alternativa terapéutica no invasiva.
Materiales y métodos
Se realizó un estudio prospectivo y observacional con una cohorte de 17 pacientes sexualmente activos que recibieron tratamiento con ondas de choque de baja intensidad. Se evaluó la respuesta a los 3 y 6 meses utilizando el Índice Internacional de Función Eréctil (IIEF-6), las preguntas 2 y 3 del Sexual Encounter Profile (SEP-2 y SEP-3), el Erection Hardness Score (EHS) para evaluar la rigidez peneana, así como la satisfacción global con el tratamiento (GAQ) y la recomendación del tratamiento.
Resultados
De los 17 pacientes, 6 presentaban disfunción eréctil leve y 11 moderada-severa. Ambos grupos mostraron mejoras estadísticamente significativas en el IIEF-6, SEP-2, SEP-3 y EHS a los 3 y 6 meses. Sin embargo, no todos los pacientes se mostraron satisfechos ni recomendarían el tratamiento, especialmente aquellos con disfunción eréctil moderada-severa antes del tratamiento.
Conclusión
Las ondas de choque de baja intensidad son un tratamiento emergente para la disfunción eréctil, aunque aún no se cuenta con evidencia clara de su eficacia e indicaciones. Los resultados dispares entre los grupos probablemente se debieron a la heterogeneidad de las condiciones iniciales de los pacientes.
El tratamiento de la disfunción eréctil (DE) experimentó una revolución con la introducción de los inhibidores de fosfodiesterasa 5 (iPDE5). Su uso, inicialmente a demanda, mejoró la perfusión y oxigenación de los cuerpos cavernosos durante el acto sexual, pero los resultados seguían siendo variables. Con la introducción del tadalafilo, especialmente en su régimen diario de 5 mg, se mejoró tanto la función endotelial como la espontaneidad sexual, aunque los resultados siguieron siendo inconsistentes.
La búsqueda de alternativas terapéuticas sigue siendo fundamental. Las ondas de choque de baja intensidad (Li-SWT) aumentan la expresión de factores de crecimiento como el VEGF y su receptor, lo que mejora la neovascularización en el miocardio y, en el caso de los cuerpos cavernosos, activa la liberación de óxido nítrico y factores angiogénicos. Este tratamiento ha mostrado efectos beneficiosos en diversas áreas médicas, como la curación de úlceras diabéticas y heridas en el contexto de bypass cardíaco.
Desde hace más de 30 años, las ondas de choque se utilizan en medicina, y en los últimos 10 años, las ondas de choque de baja intensidad se emplean para tratar la disfunción eréctil con resultados aparentemente positivos. Diversos estudios han respaldado su eficacia, aunque con distintos niveles de calidad y resultados variables.
El uso de las ondas de choque de baja intensidad ofrece una opción prometedora para el tratamiento de la disfunción eréctil, especialmente en casos de origen vascular. Sin embargo, se requiere más investigación para establecer su eficacia definitiva y determinar las indicaciones precisas.
Para descargar la investigación completa, accede al siguiente enlace: Investigación completa.