Molusco contagioso del párpado: manifestación cutánea de inmunosupresión

RESUMEN

El molusco contagioso es una infección viral cutánea, usualmente benigna y autolimitada, causada por un virus del género Molluscipoxvirus. Es más frecuente en niños, adultos jóvenes sexualmente activos e inmunosuprimidos. La lesión clínica característica es una pápula umbilicada eucrómica o de tono perlado, que se disemina rápidamente y puede afectar cualquier superficie muco-cutánea, aunque la localización en los párpados es atípica. Se presentan dos casos de pacientes jóvenes inmunosuprimidos, con moluscos contagiosos palpebrales, en quienes el diagnóstico clínico inicial fue incorrecto. Se enfatiza la importancia de diagnosticar oportunamente las lesiones papulares que afectan la piel del párpado ya que la presencia de molusco contagioso en esta zona se considera una manifestación cutánea de inmunosupresión.

Introducción

El molusco contagioso es una infección cutánea causada por un virus de ADN de doble cadena, de la familia poxvirus, género Molluscipoxvirus (virus del molusco contagioso), del cual existen cuatro subtipos1. El tipo I causa entre el 75 y el 96% de las lesiones y es el más común en los niños; el tipo II predomina en individuos con VIH/SIDA y se le considera de transmisión sexual1-3; los tipos III y IV son infrecuentes. Los cuatro subtipos causan manifestaciones clínicas similares y afectan cualquier área corporal4 . El tropismo de estos virus por el epitelio epidérmico y del folículo piloso4,5 explica la semiología de las lesiones cutáneas y el uso del término “pox” (pústula ó vesícula en inglés antiguo) para nombrar las dermatosis eruptivas que causan. Desde la erradicación de la viruela, el virus del molusco contagioso (VMC) es el único poxvirus con relevancia clínica para el ser humano4-6. Tiene distribución mundial, con una incidencia del 0,1 al 5% entre la población general7, aunque la infección es más común en tres grupos poblacionales: niños con algún trastorno de la barrera cutánea (principalmente dermatitis atópica), adultos jóvenes sexualmente activos e inmunosuprimidos1,4,6,8. En personas mayores de 50 años se ha descrito una prevalencia de anticuerpos hasta del 39%, por lo tanto, se trata de una infección muy frecuente7. El VMC se trasmite por contacto directo entre individuos infectados, durante las relaciones sexuales o mediante objetos contaminados, principalmente ropa, toallas, tintas y agujas para tatuar. También se ha descrito transmisión congénita, e indirecta a través de piscinas1,2. La autoinoculación es frecuente por manipulación o rasurado. El periodo de incubación promedio es de 14 a 50 días4 y las lesiones suelen autolimitarse luego de 6 a 9 meses, aunque en algunos casos pueden persistir hasta 3 ó 4 años2. La lesión típica de molusco contagioso (MC) es una pápula eucrómica o de tono perlado, que mide entre 2 y 5 mm de diámetro2 , con superficie en forma de cúpula y una depresión central que le confiere su aspecto umbilicado característico7 . Afecta cualquier superficie muco-cutánea pero el compromiso de las mucosas es infrecuente. Se ha descrito MC en los labios, la región peri-oral y la mucosa genital en adultos sexualmente activos8 . Cuando las lesiones comprometen los párpados o la piel adyacente a las conjuntivas, pueden causar conjuntivitis crónica1,2,9. Las lesiones palpebrales también afectan a niños atópicos3 probablemente asociadas al rascado y al uso crónico de corticoides tópicos en la zona5 , sin embargo, se considera una localización atípica en los adultos2,5, donde el MC suele confundirse con diferentes dermatosis infecciosas y tumorales. En 2018 Rosner y Zloto4 propusieron clasificar los moluscos palpebrales en seis variantes clínicas: nodular umbilicada (65% de los casos), conglomerada (14% de los casos), grande (entre 5 y 10 mm) ó gigante (mayor de 10 mm), inflamada (2 casos), eritematosa (1 caso) y pediculada (1 caso). La variante conglomerada del MC fue descrita previamente por Chen y cols. en 2013 bajo la denominación “strawberry-like” debido a su aspecto (5), similar a los aquenios de la fresa. A continuación, se presentan los casos de dos adultos jóvenes inmunosuprimidos, con MC palpebrales, en quienes el diagnóstico clínico inicial fue incorrecto. La histopatología permitió hacer el diagnóstico definitivo y ambos pacientes recibieron tratamiento con métodos destructivos, sin complicaciones.

Camilo Andrés Morales-Cardona1, Mariana Romero-Porras2

1 Hospital Universitario Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta. Bogotá. D.C., Colombia.

2 Universidad del Rosario. Bogotá. D.C., Colombia.

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http://revistainfectio.org/index.php/infectio/article/view/1020