Fisiología respiratoria transporte de gases en sangre

Resumen

La sangre normalmente transporta pequeñas cantidades de oxígeno (O2) disuelto en el plasma y altas cantidades combinadas en forma química con la hemoglobina. La presión parcial depende solo del oxígeno disuelto físicamente, lo que determina cuánto oxígeno se combinará con hemoglobina. La curva de disociación de la hemoglobina describe la reversibilidad de la reacción entre oxígeno y hemoglobina. Los factores habituales que aumentan o disminuyen la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno son el pH, presión parcial de CO2, temperatura y 2,3 difosfoglicerato. La sangre también transporta grandes cantidades en forma de bicarbonato y bajas cantidades de CO2 disuelto en plasma y combinado con proteínas como compuestos carbamino. La desoxihemoglobina favorece la formación de compuestos carbamínicos y promueve el transporte del CO2 como bicarbonato uniéndose al hidrógeno proveniente de la disociación del ácido carbónico. A continuación, se describe en forma detallada los mecanismos fisiológicos del transporte de gases en sangre.

INTRODUCCIÓN

El   sistema   de   transporte   de   gases   en   sangre   constituye   la   última   etapa   de   la   función  respiratoria,  y  requiere  la  integración  de  los  sistemas  respiratorio  y  circulatorio  (sangre  y  sistema  cardiovascular).  En  esta  revisión  resumimos  cómo  llega  el  oxígeno  (O2)  a  los  tejidos,  con  el  objetivo  de  mantener  sus  procesos  metabólicos,  y  cómo  se  elimina  el  dióxido  de  carbono  (CO2),  producto  final  del  metabolismo  aeróbico

TRANSPORTE DE OXÍGENO

El  oxígeno  es  transportado  físicamente  disuelto  en  la  sangre  y  combinado  en  forma  química   con   la   Hemoglobina   (Hb)   dentro   del   eritrocito.

Oxígeno disuelto en plasma

En   condiciones   normales,   con   presión   parcial de oxígeno arterial (PaO2) cercana a 100 mmHg, la sangre transporta 0,3 ml de oxígeno disuelto  por  100ml  de  sangre  por  mmHg  de  presión, a temperatura de 37°C (ley de Henry*). El oxígeno disuelto tiene una importancia fisio-lógica considerable, ya que su presión es la que determina  tanto  el  grado  de  saturación  de  la  hemoglobina, como la reversibilidad de la unión del  oxígeno  y  la  difusión  o  movimiento  de  oxígeno desde la sangre a los tejidos (1)

Sin   embargo,   esta   cantidad   es   insuficiente  para  satisfacer  las  demandas  celulares,  aún  en  reposo.  En  el  caso  del  ejercicio  intenso  por   ejemplo,   el   consumo   de   oxígeno   puede   aumentar  10  veces  con  respecto  al  reposo,  y  ni  siquiera  alcanzando  una  frecuencia  cardiaca  máxima se logra cubrir la demanda metabólica de oxígeno. Claramente se requiere de una forma  adicional  para  llevar  oxígeno  a  las  células,  siendo ésta la hemoglobina (2-4)

Mónica Saavedra B.

Profesor Asistente Departamento de Pediatría y Cirugía Infantil, Sede Norte, Universidad de Chile. Hospital Roberto del Río. Clínica Las Condes.

Pía Escobar A.

Pediatra Broncopulmonar. Hospital Roberto del Río. Clínica Santa María.

Solange Caussade L.

Hospital Dr. Sótero del Río. Departamento Cardiología y Enfermedades Respiratorias Universidad Católica de Chile.

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https://www.neumologia-pediatrica.cl/index.php/NP/article/view/496/452