Efecto antisuicida del litio a dosis infraterapéutica, a propósito de un caso

RESUMEN

Ha sido bien documentado un efecto antisuicida en tratamientos prolongados con Litio, con evidencias de alta calidad en trastorno bipolar y depresión unipolar, demostrado significativamente superior al de otros estabilizadores del ánimo, con reducción del riesgo suicida en un 50-80%. Presentamos el caso de un varón de 70 años que ingresa en nuestra unidad por intento de ahorcamiento tras suspensión del tratamiento con Litio debido a detección de daño renal. Se había mantenido estabilidad clínica desde el debut de la enfermedad con dosis de 1200 mg/d, decidiéndose entonces reducción hasta 600 mg/d, obteniéndose litemias mantenidas en niveles infraterapéuticos de 0,32-0,34 mEq/L, persistiendo estabilidad psicopatológica varios años más. Posteriormente, se realiza retirada progresiva de Litio en un periodo de 6 meses, produciéndose aproximadamente al mes de la retirada completa descompensación depresiva con delirio de perjuicio, sin mejoría con pauta antidepresiva y antipsicótica; que culmina en el gesto autolítico mencionado. A pesar de un evidente efecto estabilizador del ánimo, antisuicida y del hecho de que un tercio de pacientes con trastorno bipolar se consideran excelentes respondedores a Litio en monoterapia, con remisión completa de recaídas afectivas; su uso ha declinado en distintos países durante las últimas décadas, en favor de otros fármacos con efecto estabilizador del ánimo. A pesar de ello, en general el Litio es eficaz y seguro. Realizando controles adecuados, sus beneficios suelen superar a los riesgos. En general, se recomienda mantenerlo incluso en pacientes con respuesta afectiva parcial, especialmente ante riesgo suicida elevado.

INTRODUCCIÓN

El litio es un fármaco estabilizador del ánimo de primera línea para prevenir recaídas afectivas en trastorno bipolar, con indicación también en depresión resistente1-4. Existen evidencias de un riesgo suicida significativamente mayor en individuos con trastorno del ánimo5,6, presentando el 25-50% de pacientes con trastorno bipolar historia de al menos un intento autolítico4 y estimándose en un 4% su tasa de suicidio anual7,8. El efecto antisuicida del Litio ha sido bien documentado en tratamientos de al menos 3 meses de duración8 , con evidencias de alta calidad en trastorno bipolar y depresión unipolar, demostradas de forma significativamente superior al de otros estabilizadores del ánimo4,7,9-19, con reducción del riesgo suicida en un 50-80%20,21. Con conclusiones más limitadas, algún estudio también concluye dicho efecto ejercido rápidamente tras el inicio del tratamiento8 y también hay evidencias en otros diagnósticos como trastorno esquizoafectivo, distimia o ciclación rápida21. Sobre su mecanismo de acción antisuicida, se plantean como hipótesis la reducción de impulsividad y agresividad22, teorías proinflamatorias23 o la reducción de testosterona, esto último en la línea de algunos estudios que demuestran efecto antisuicida del Litio en varones6,14,18,24. Estudios de distintos países revelan un efecto antisuicida de la exposición a las mínimas dosis de Litio presentes de manera natural en el agua potable3,13,18,25,26, que se traducen en niveles plasmáticos de 0,001 a 0,04 mEq/L14, muy inferiores a los considerados terapéuticos. Varios estudios establecen en 30-31 microg/L la dosis mínima que ha demostrado efecto antisuicida24,27. Así, se han impulsado propuestas de suplementar con Litio el agua potable de determinadas áreas geográficas3 para intentar disminuir las tasas de suicidio en la población general6 .

Juan G. Fernández-Macho1 María Reina-Domínguez2

1 Facultativo especialista de área de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre, Madrid

2 Facultativo especialista de área de Psiquiatría del Hospital Juan Ramón Jiménez, Huelva

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