Mecanismos de defensa del sistema respiratorio

Resumen

El sistema respiratorio cumple múltiples funciones no respiratorias, entre ellas es fundamental su rol en la defensa del organismo frente a una gran variedad de agentes externos potencialmente nocivos. Para ello, cuenta con mecanismos de protección de la vía aérea, dado por sus estructuras anatómicas, reflejos y el transporte mucociliar, además de un complejo y amplio desarrollo del sistema inmune pulmonar. El objetivo de este articulo es revisar los conceptos y componentes más importantes de función defensiva del sistema respiratorio.

INTRODUCCIÓN

El  sistema  respiratorio  (SR)  es  clave  en  la defensa del organismo, otorga una interfase entre el medio externo e interno, exponiéndose continuamente  a  múltiples  antígenos  ambientales y microorganismos como virus, bacterias, esporas,  diferentes  gases,  entre  otros.  Por  lo  anterior, los mecanismos de defensa pulmonar y  la  regulación  del  sistema  inmunológico  (SI)  son  fundamentales  para  prevenir  infecciones  y  procesos  inflamatorios  severos  que  afecten  su  función  e  intercambio  gaseoso.  Estos  mecanismos  se  pueden  clasificar  en  mecanismos  de protección de la vía aérea (VA) como la tos y el  sistema  mucociliar  y  en  segundo  lugar  el  SI  innato y adaptativo(1,2).

MECANISMOS   DE   PROTECCIÓN   DE   LA   VÍA   AÉREA

La  nasofaringe  acondiciona  el  aire  inspirado   humidificándolo,   calentándolo   y   filtrando  partículas  de  mayor  tamaño  gracias  a  los  vellos  nasales  y  la  acción  del  mucus,  siendo  atrapadas  y  transportadas  a  la  orofaringe  para  ser  deglutidas.  La  segmentación  y  angulación  de  las  vías  aéreas  favorecen  la  impactación  de  partículas  más  pequeñas,  impidiendo  su  avance hacia distal. El mucus producido por glándulas  submucosas  y  células  de  Globet  atrapa  las  partículas, transportándolas mediante el movimiento  ciliar,  desde  la  VA  baja  hasta  la  faringe  para eliminarlas por la tos o deglución(3-5).La  tos  protege  de  injurias  químicas,  mecánicas  y  térmicas;  es  gatillada  por  estimulación  de  receptores  de  irritación  de  adaptación  rápida,  adaptación  lenta,  y  receptores  J,  distribuidos  a  lo  largo  de  toda  la  vía  aérea;  a  través  de  los  nervios  vago y glosofaríngeo, la información llega al centro  de  la  tos  en  el  tronco  cerebral,  desde  donde  se   envían   eferencias   (nervios   vago,   frénico   y   espinales  motores)  a  los  músculos  respiratorios,  provocando  la  expulsión  rápida  y  brusca  del  aire  atrapado,   arrastrando   secreciones   y   partículas   potencialmente  nocivas  hasta  la  glotis  para  ser  exhaladas, expectoradas o deglutidas(6,7).

María Angélica Oyarzún Andrade

Departamento de Enfermedades Respiratorias Pediátricas. Pontificia Universidad Católica de Chile.

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