Artículos de revisión. Radiocirugía estereotáctica en el tratamiento de las metástasis cerebrales. Experiencia de 20 años

RESUMEN

OBJETIVO:

Presentar nuestra experiencia de 20 años con radiocirugía estereotáctica en tratamiento de pacientes con metástasis cerebrales. 

METODO: 

Se realizó un estudio observacional 193 pacientes con metástasis cerebral sometidos a radiocirugía en el período 2000-2020, fueron divididos en 2 grupos: 1 Radiocirugía estereotáctica sin radioterapia holocraneana previa (92 pacientes) 2. Radiocirugía estereotáctica con radioterapia holocraneana previa (101 pacientes). Se describe la técnica empleada la cual fue evolucionando. Inicialmente utilizamos fracción única con dosis de 1 500-2 400 cGy de acuerdo al tamaño de la lesión, posteriormente régimen de hipofraccionamiento, 5 fracciones de 600 cGy. El régimen de radioterapia holocraneana más utilizado fue el de 3 000 cGy en 10 fracciones. 

RESULTADOS: 

La supervivencia global a 2 años para toda la población fue de 39,7 % y a 5 años de 13,9 %. La supervivencia global de acuerdo a los grupos de tratamiento se observó que a los 5 años en los pacientes del grupo 1 parece ser mejor (19,5 %), vs., el grupo 2 (10 %). En los pacientes con metástasis única se observó una aparente mejor supervivencia comparados con aquellos con metástasis múltiples. Se presentan cifras de supervivencia global de acuerdo a la evaluación pronostica por grados GPA. 

CONCLUSIÓN:

La radiocirugía estereotáctica es una modalidad importante en el manejo de los pacientes que debe integrarse con otras modalidades terapéuticas como la cirugía y la radioterapia holocraneal, las indicaciones de esta ultima están cambiando en vista de sus efectos secundarios.

INTRODUCCIÓN

Las metástasis cerebrales (MC) constituyen un problema de gran importancia en la práctica oncológica dada su alta morbilidad y mortalidad asociada. El tratamiento primario continúa siendo la cirugía, la radioterapia holocraneana (RTH) y la radiocirugía estereotáctica (RCE), modalidad que está en continuo desarrollo y es uno de los pilares fundamentales en estas afecciones. Su verdadera incidencia ha sido difícil de determinar, sin embargo, se estima que aproximadamente del 10 % al 40 % de los pacientes con tumores sólidos van a desarrollar metástasis cerebrales. En EE.UU se calcula una incidencia de 70 000 a 400 000 casos nuevos por año (1). En Venezuela en el registro central de cáncer del programa de oncología del MPPS no se encontraron cifras sobre la incidencia y mortalidad por MC (2). La incidencia de MC se ha incrementado a través de los años debido al diagnóstico precoz de la enfermedad por el uso de modernos estudios de imágenes como tomografía computarizada y especialmente la resonancia magnética, y los avances en el tratamiento sistémico con una mayor supervivencia de los pacientes con neoplasias avanzadas (1). La supervivencia de los pacientes con MC ha mejorado en las últimas décadas; en la era cuando el tratamiento con RTH era la modalidad terapéutica fundamental la supervivencia global (SG) media por lo general, era menor de 6 meses (3). En la época contemporánea con la incorporación de nuevas modalidades terapéuticas, la SG media estimada está en 13 meses con un rango de 5-29 meses, dependiendo del tipo del tumor primario (4). Los tumores primarios que con mayor frecuencia producen MC son cáncer de pulmón 40 %-50 %, mama 15 %-20 %, melanoma 10 %- 15 % y primarios desconocidos 10 %-15 %. Su localización está relacionada con el flujo sanguíneo cerebral, el 80 % de las lesiones se originan en los hemisferios cerebrales. El término radiocirugía fue creado por Leksell en 1951, destacado neurocirujano reconocido como padre de la especialidad, como un método no invasivo para tratar lesiones cerebrales no accesibles a cirugía abierta, empleando un tubo de rayos X de 200 Kv, acoplado a un marco estereotáctico para tratar pacientes con dolor facial (5). La RCE permite la administración de altas dosis de radiación al tumor, con alto grado de precisión, aproximadamente 1 mm, utilizando técnica estereotáctica, empleando 1-5 fracciones (6). En la actualidad, la aplicación más frecuente de RCE craneal es en las MC. Inicialmente, esta modalidad terapéutica se utilizó en tumores cerebrales recurrentes y estos estudios sirvieron de base para determinar las dosis máximas tolerables de acuerdo al tamaño de la lesión (7). Posteriormente, se han realizado una serie de estudios aleatorios para evaluar el papel de la RCE como tratamiento adyuvante a la RTH en pacientes con oligometástasis concluyéndose que el tratamiento combinado puede mejorar la supervivencia y el control local (CL) en pacientes con metástasis únicas (8). Igualmente, se han comparado en otros protocolos el valor de la RCE con o sin RTH encontrándose que la RTH mejora el CL y disminuye la aparición de otras MC. Asimismo, se ha estudiado los resultados del tratamiento con cirugía más RTH vs. RCE y RTH, sin observarse una diferencia significativa entre ambos grupos (9). Aunque es controversial, algunos estudios muestran que la RTH produce mayor déficit neurocognitivo comparado con RCE sola. Por tanto, sus indicaciones de rutina están en estudio y deben individualizarse (10-12). El objetivo del presente trabajo es presentar nuestra experiencia de 20 años con el empleo de RCE en el tratamiento de pacientes con MC, por medio de un análisis de los datos clínicos y los resultados terapéuticos.

ROSARIO REYES, NELSON URDANETA, JESÚS DÁVILA, LAURA AGUIRRE, CARLOS

HERNÁNDEZ, ANDRÉS VERA, MARÍA G VILLEGAS, SARA OTT, LAURA RUAN, MARÍA J SARMIENTO, RAFAEL GALERA, HERMAN SCHOLTZ.

UNIDAD DE RADIOTERAPIA ONCOLÓGICA GURVE INSTITUTO MÉDICO LA FLORESTA

SERVICIO DE RADIOTERAPIA DR. ENRIQUE M. GUTIÉRREZ CENTRO MÉDICO DOCENTE LA TRINIDAD. FÍSICA MÉDICA C.A.

SERVICIO DE NEUROCIRUGÍA DEL CENTRO MÉDICO DOCENTE LA TRINIDAD. CARACAS, VENEZUELA

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https://site.oncologia.org.ve/upload/revista/pdf/03._reyes_r_(93-108).pdf