Características para la progresión a artritis psoriásica

11/07/2023  

Para ayudar a los médicos a definir características clínicas y de imagen, la EULAR publica nuevas directrices que pueden indicar la transición de la psoriasis a la artritis psoriásica.

La enfermedad autoinmune artritis psoriásica (AP) se presenta en aproximadamente un tercio de los pacientes con psoriasis (PsO) varios años después de la primera manifestación.

Existen evidencias de que la artralgia y las anomalías en los procedimientos de imagen pueden ser indicares tempranos de la progresión de la enfermedad. Los predictores genéticos, clínicos e inmunológicos exactos todavía no son suficientemente conocidos. Sin embargo, estos factores son esenciales para desarrollar diseños de estudio estandarizados y eficientes desde el punto de vista de los costos para promover la prevención de la AP.

Por lo tanto, la EULAR ha creado un grupo de trabajo interdisciplinario que se ha fijado los siguientes objetivos principales:

  • Identificación de características en pacientes con PsO que desarrollan una AP con el tiempo
  • Caracterización de factores de riesgo potenciales para la transición de una PsO a una AP
  • Desarrollo de definiciones y una nomenclatura unificada para la AP preclínica y muy temprana

Revisar nomenclatura y factores de riesgo

Para describir la aparición de AP y crear definiciones estandarizadas para futuros estudios, el grupo de trabajo presenta una nomenclatura con tres etapas:

  • Pacientes de alto riesgo: psoriasis existente y factores de riesgo para desarrollar de una AP
  • Pacientes con AP subclínica: artralgia/anomalías en la imagen sin síntomas asociados
  • Pacientes con AP clínica: pacientes con PsO y sinovitis clínica

Existe un mayor riesgo en pacientes con afectación de las uñas, obesidad, psoriasis grave, antecedentes familiares positivos, artralgia y anomalías en la imagen.

La nomenclatura refleja el curso temporal, aunque no lineal, de la enfermedad. Mientras que en los pacientes de alto riesgo los primeros signos aparecen entre 7 y 12 años antes de la manifestación de la psoriasis, la fase subclínica es significativamente más corta, con 1 a 3 años.

Principios generales para impulsar la investigación

Además de la nueva nomenclatura, el grupo de trabajo ha formulado cinco principios generales y diez “Puntos a considerar” (PtC) para ayudar a definir características clínicas y de imagen para detectar signos tempranos de progresión de la AP.

El énfasis también está en el desarrollo de estudios adicionales: los principios generales ayudarán a encontrar grupos de pacientes definidos y preguntas claras.

  • Al tratar a los pacientes con PsO, se debe tener en cuenta que la AP puede desarrollarse en diferentes momentos.
  • Se destaca especialmente el papel clave de los reumatólogos en el diagnóstico y el manejo de la AP. Debido a la falta de biomarcadores, su conocimiento y experiencia en la consideración de hallazgos clínicos y de imagen son de gran importancia para el diagnóstico.
  • Además, se destaca la colaboración interdisciplinaria entre dermatólogos y reumatólogos. Esto ayudará a comprender mejor el desarrollo y la prevención de la AP, a optimizar los tratamientos y a diagnosticar la progresión en una etapa temprana.
  • Si se pueden identificar pacientes de alto riesgo en el futuro, esto podría influir en las decisiones terapéuticas.
  • Los resultados de estudios anteriores mostraron que los pacientes que recibieron un tratamiento sistémico para la PsO y no tenían factores de riesgo definidos para la AP tenían un riesgo menor de desarrollar AP. Sin embargo, faltan estudios prospectivos para confirmar esta hipótesis.

Apoyo para la detección temprana de la artritis psoriásica

Además de los principios, las nuevas directrices de EULAR contienen diez puntos que ofrecen a los médicos una importante orientación para la detección temprana de la transición de la psoriasis a la AP. Dado que el diagnóstico y la terapia oportunos pueden prevenir el daño articular a largo plazo, es importante que los médicos y los pacientes conozcan las características clínicas e inicien el diagnóstico y el tratamiento adecuados en caso de sospecha de una transición a la AP.

Los diez “Puntos a considerar”

  1. La artralgia en personas con PsO debe considerarse como un factor de riesgo para el desarrollo de una AP, considerando diagnósticos alternativos como la osteoartritis y fibromialgia.
  2. En personas con PsO, los dolores articulares y tendinosos, así como las limitaciones funcionales, deben ser preguntados regularmente y, en su caso, se debe considerar una derivación a un reumatólogo.
  3. Los procedimientos de imagen (por ejemplo, ultrasonido y resonancia magnética) podrían contribuir a identificar a pacientes con PsO con alto riesgo de desarrollar AP. El enfoque principal debe estar en la afectación o anomalía de la menbrana sinovial.
  4. Las anomalías de imagen sin síntomas musculoesqueléticos deben ser evaluadas cuidadosamente para evitar el riesgo de un tratamiento erróneo.
  5. La combinación de síntomas musculoesqueléticos y anomalías de imagen en personas con PsO sin diagnóstico de AP debe considerarse como un criterio de inclusión para estudios clínicos para prevenir la progresión a AP.
  6. En estudios clínicos, las personas con PsO y sinovitis clínica deben considerarse como pacientes con AP si se han descartado otros diagnósticos.
  7. En personas con PsO que requieren tratamiento sistémico, el riesgo de transición a AP debe tenerse en cuenta al elegir el tratamiento.
  8. En personas con PsO con obesidad, afectación de las uñas y/o PsO extensa, se debe asumir un mayor riesgo de desarrollar AP.
  9. Las personas con PsO deben ser informadas sobre el riesgo de desarrollar AP y deben ser instadas a informar sus síntomas para facilitar la detección temprana de AP.
  10. En personas con PsO, los factores de riesgo para el desarrollo de AP deben ser evaluados regularmente a lo largo del tiempo.

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