Recomendaciones para la monitorización de las terapias CAR-T Grupo Español de Inmunoterapia GEIT. Sociedad Española de Inmunología

Febrero de 2023

La monitorización de las terapias biológicas es una herramienta imprescindible para mejorar los resultados en los pacientes, minimizando los posibles efectos adversos y maximizando la efectividad de los tratamientos. En el caso de las terapias celulares, se requiere una monitorización más estrecha, dada su reciente implantación y la limitada experiencia. El seguimiento de parámetros del sistema inmunitario en las diferentes etapas de la terapia CAR-T permite evaluar desde la idoneidad del paciente para recibir el tratamiento hasta la posibilidad de recaídas y efectos adversos, así como el seguimiento de la reconstitución del sistema inmunitario. En este documento, resumimos los principales parámetros a monitorizar antes y después del tratamiento con CAR-T, tanto en el paciente como en el producto a infundir.

Muestra previa a la linfodepleción

  1. Previo a la linfodepleción del paciente, es necesario realizar un estudio de inmunoglobulinas y del perfil basal TBNK en sangre periférica: leucocitos (CD45), linfocitos T (CD3, CD4, CD8), linfocitos B (CD19) y células NK (CD16, CD56).
  2. Es muy recomendable realizar estudios de citocinas (IL-6, IL-1RA).
  3. Es recomendable realizar una tinción para evaluar CAR-T por citometría de flujo, con el objetivo de establecer el umbral de positividad en cada paciente.
  4. Es recomendable evaluar anticuerpos anti-CAR-T, para establecer el valor basal en cada paciente.

Leucoaféresis y producto

  1. En la leucoaféresis de partida, determinar el número de leucocitos y linfocitos (por hemograma) y el perfil TBNK.
  2. Durante el proceso de producción, se debe controlar: el recuento, la viabilidad, la pureza (%CD3) y la identidad (%CAR) de las células.
  3. En el producto final, se debe controlar: el recuento, la viabilidad, la pureza (%CD3) y la identidad (%CAR) de las células. También se debe verificar la ausencia de virus competentes para la replicación y del vector viral. Además, se debe determinar la capacidad citotóxica de las células CAR-T, mediante co-cultivos con células diana que expresen el antígeno, estudiando la fracción de células supervivientes y/o la producción de citocinas. Hay que garantizar la seguridad y la trazabilidad del producto, así como su esterilidad antes de la infusión al paciente.

Monitorización post-infusión

  1. Tras la infusión del producto CAR-T, se debe evaluar las poblaciones linfocitarias en sangre periférica, tomando como referencia el perfil pre-infusión del paciente. Como mínimo se debe determinar la distribución de las células T CD4/CD8. Es recomendable un estudio de la activación (HLA-DR), la senescencia (PD-1) y la diferenciación (Memoria/Efectoras) de la población T.
  2. Se debe monitorizar la población CAR-T mediante citometría de flujo, tomando como referencia la muestra pre-infusión. Adicionalmente, se puede estudiar la expansión mediante qPCR. Esta monitorización se realizará: semanalmente durante el primer mes; cada dos semanas desde el segundo mes hasta el alta; en cada revisión, o al menos a los 3 meses, tras el alta.

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https://www.inmunologia.org/images/site/revista/Volumen42/9.4_Cl%C3%ADnica_SEI42.1.DEF.pdf