Manejo del sangrado en pacientes con terapia anticoagulante
- netmd
- 19 de febrero de 2024
- Hematología
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Resumen
La terapia anticoagulante, que incluye a los antagonistas de la vitamina K, inhibidores directos del factor X activado, así como a la heparina, se asocian con diferentes tasas de hemorragia mayor. El aumento en la prescripción de dichos fármacos implica la necesidad de conocimiento del manejo de la hemorragia asociada con la anticoagulación en distintos escenarios clínicos, así como el conocimiento de las indicaciones, contraindicaciones, puntos a revisar en el seguimiento, escalas y el manejo específico acorde con el tipo de anticoagulante administrado. El propósito de este artículo es revisar las escalas de riesgo hemorrágico, manejo de la hemorragia asociada con anticoagulación, seguimiento, transición de terapia anticoagulante y el momento ideal para el reinicio de la anticoagulación; se realiza una revisión del manejo de sangrado en pacientes anticoagulados.
ANTECEDENTES
La terapia anticoagulante es imprescindible en distintos escenarios clínicos por su efecto benéfico antitrombótico arterial y venoso; sin embargo, éste siempre lleva implícito un aumento en el riesgo hemorrágico. Se ha informado que hasta el 2% de la población general en Estados Unidos y Europa recibe terapia anticoagulante, la cual muestra una tasa anual de hemorragia mayor asociada con anticoagulación entre el 1.5 y el 3.5%.1 La Figura 1 describe los distintos sitios de acción de los agentes anticoagulantes disponibles. Además, el sangrado no se atribuye únicamente a la terapia per se, misma que varía de acuerdo con la indicación médica (fibrilación auricular, enfermedad tromboembólica venosa, prótesis valvular cardiaca), sino también con otros factores, como las características del paciente (edad, sexo, comórbidos), las interacciones con otros medicamentos (glucocorticoides, AINES, antiplaquetarios), así como el apego al tratamiento.1 El riesgo más temido de la terapia anticoagulante es la hemorragia, de manera que el sangrado en sitios críticos y que pone en peligro la vida es la principal indicación para la suspensión de la terapia y reversión de ésta. La International Society on Thrombosis and Haemostasis (ISTH) define a la hemorragia mayor como una hemorragia fatal o sintomática en un órgano o área crítica (intracraneal, intraespinal, intraocular, retroperitoneal, intraarticular, pericardio o intramuscular con síndrome compartimental) o hemorragia que causa un descenso en la concentración de hemoglobina de 2 g/dL o más, lo que conduce a la necesidad de transfusión de dos o más unidades de sangre total o concentrados eritrocitarios.2,3
Jesús Manuel Ramírez Acuña,1 Diana Alonso Gálvez,1 Aimee Amairani Coronado Rosales,1 Frania Norzagaray Orduño,1 Aníbal Sánchez Soltero,1 Marlene Imelda Martínez Vivanco,1 Jackeline Anaya Casillas,1 María Fernanda Arguelles Espinosa,1 Gerardo García Magaña,1 Diana Paulina Ramírez Acuña,4 Lluvia Sugey Sosa Quintero,2 José Antonio Osuna Díaz,2 César Borjas Gutiérrez3
1 Residente de Hematología.
2 Médico adscrito al servicio de Hematología.
3 Médico adscrito al servicio de Hematología y profesor titular de la especialidad en Hematología.
Departamento de Hematología, Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional de Occidente, Guadalajara, Jalisco, México.
4 Estudiante de licenciatura en Médico Cirujano. Instituto de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma de Guadalajara, Guadalajara, Jalisco, México.
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