Hemovigilancia de la transfusión. Gestión clínica del proceso

Las actividades de vigilancia de los eventos o reacciones adversas a la transfusión se denomina hemovigilancia, que es el programa que proporciona la información útil acerca de la morbilidad y mortalidad en torno a la donación sanguínea y a la transfusión, al tiempo que constituye una guía sobre las medidas preventivas para evitar o disminuir eventos y reacciones adversas y se inserta dentro de las tres grandes estrategias de seguridad en la cadena transfusional. Así, al incorporar la evidencia científica con los datos confiables y creíbles en nuestro país, permitirán integrar las mejores prácticas comparativas a la normatividad sanitaria y generar el círculo de la atención a la salud centrada en la seguridad y eficacia de las intervenciones (Figura 1).

REPORTE DE INCIDENTES O EVENTOS AGUDOS A LA TRANSFUSIÓN (EAT)

Un evento adverso es una ocurrencia no deseada y no intencionada antes, durante o después de la transfusión de sangre o componente sanguíneo, que puede estar relacionada con la administración de la sangre o componente sanguíneo. Puede ser el resultado de un error o un incidente y puede o no resultar en una reacción en un receptor.

Las definiciones de EAT y eventos adversos deben ser apropiados para la edad. Esto requiere la modificación del sistema de hemovigilancia (HV) y muy pocos han llevado a cabo dichas modificaciones hasta la fecha. Sin embargo, varios sistemas de HV incluyen una sección especial dedicada a la pediatría, al igual que el serious hazards of transfusion (SHOT). Para el caso de América y España a través de la Organización Panamericana de la Salud, en colaboración con el GCIAMT, presentaron el Manual Iberoamericano de Hemovigilancia. En México, al igual que el resto de las naciones de Latinoamérica y Caribe han hecho esfuerzos aislados para avanzar en la implementación de sistemas nacionales de HV. Se necesita la elaboración e implementación de políticas, planes nacionales y marcos regulatorios donde se incluya el alcance y los diferentes elementos que integran la vigilancia sistemática y exhaustiva con una implementación sistémica y sin asimetrías en toda la cadena transfusional.

MEJORES PRÁCTICAS

Las mejores prácticas se incluyen en toda la cadena transfusional, desde la promoción hasta el seguimiento de la transfusión. Difícilmente las actividades de HV, aunque esté controlado su tramo de acción, podrá integrarse la mejora continua, si no se tiene el compromiso contemplado dentro de un sistema de gestión de toda la institución u hospital. Se deben establecer las responsabilidades por tramo control de personal que participa en el proceso transfusional, en cada una de las áreas y de toda organización que tiene la visión de incluirse en un sistema de gestión, como elemento clave para la seguridad y eficacia de las intervenciones en la atención a la salud y en el caso particular del proceso transfusional para la prevención, detección, atención y seguimiento del EAT. Así la implementación es el elemento clave (Figura 2).

Baptista González, Héctor A1; De Santiago, Manuel de Jesús1

1 Medicina Transfusional y Banco de Sangre Médica Sur. Ciudad de México.

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