Tratar el cáncer cuando ni la quimioterapia ni el trasplante funcionan
- netmd
- 8 de mayo de 2024
- Hematología
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02/05/2024
Sin los efectos adversos más comunes, con mejora desde los primeros días y con remisión completa pasados 18 meses en casi el 70 % de los casos. Un ensayo clínico con terapias CAR-T coordinado desde el Hospital Clínic de Barcelona – IDIBAPS y con el apoyo de la Fundación ”la Caixa” logra que la palabra curable se acerque hasta casi tocar el mieloma múltiple, el segundo cáncer de la sangre más común en el mundo, agrandando así la esperanza y la calidad de vida de los pacientes.
«Después de ocho años de tratamientos fallidos, como una fuerte quimioterapia y un trasplante de médula, mi vida ha cambiado de manera radical. Casi hago vida normal. Ya no tengo que pasar por el hospital cada semana», asegura Olivier Jacob, uno de los 30 pacientes con mieloma múltiple que han participado en un estudio de inmunoterapia en el Hospital Clínic-IDIBAPS. El estudio, coordinado por el doctor Carlos Fernández de Larrea —hematólogo del hospital y jefe del grupo sobre Mieloma, Amiloidosis, Macroglobulinemia y Otras Gammapatías del IDIBAPS—, se enmarca en la Unidad de Investigación en Inmunoterapia – CaixaResearch, dirigida por el doctor Manel Juan, jefe del Servicio de Inmunología del Clínic-IDIBAPS y de las plataformas conjuntas del Hospital Sant Joan de Déu y el Banco de Sangre y Tejidos.
Olivier recuerda el principio de su enfermedad: «Estaba cansado, decaído, me costaba hasta hablar. Las analíticas alertaban de una anemia enorme y tuve también un grave problema de riñón, cosas un poco extrañas a los 53 años. Ingresado en nefrología y tras muchas pruebas, me detectaron mieloma múltiple y me pasaron a una unidad de tratamiento de mieloma», cuenta. Ni la quimioterapia ni el trasplante de médula dieron los resultados esperados, así que le propusieron recurrir a terapias innovadoras en fase de testeo como última opción de curación de su cáncer, relata el paciente. «Me explicaron que sería una inmunoterapia y no una quimioterapia, que si funcionaba podía alcanzar una remisión completa y duradera, y que el seguimiento sería mucho más ligero y sin medicación. No lo dudé un instante», recuerda, convencido.
Este tratamiento, conocido como terapia CAR-T (Chimeric Antigen Receptor T-Cell o receptor de antígeno quimérico de células T), busca cronificar el cáncer que acaba con las células plasmáticas (los glóbulos blancos encargados de producir los anticuerpos que necesitamos para responder a las infecciones). «En el mieloma múltiple, estas células pierden la capacidad de control, crecen de una forma descontrolada, escapan del sistema inmunológico y producen los diferentes síntomas y signos de la enfermedad», ilustra el doctor Carlos Fernández de Larrea. El investigador, que reconoce que aún no se han identificado las causas del mieloma múltiple más allá de que suele afectar a personas mayores de 60 años, explica de forma sencilla en qué consiste el innovador tratamiento CAR-T, que convierte al propio paciente en donante: «Extraemos linfocitos T de la sangre del paciente y los modificamos en el laboratorio mediante terapia celular para hacerlos capaces de reconocer las células tumorales. De esta forma, cuando los volvemos a inyectar en el paciente, se dirigen a estas células para eliminarlas de una forma exquisita
Estamos, pues, ante una terapia avanzada (celular, génica e inmunoterapéutica a la vez), pionera en Europa, de respuesta muy superior a la de las terapias convencionales. Todos los pacientes han respondido al tratamiento con CAR-T ARI0002h. A los 18 meses, un 67 % mantiene una respuesta completa, y en el resto, la respuesta es parcial. Además, este CAR-T se aplica en solo dos dosis en tres meses, sin ningún procedimiento quirúrgico y, en palabras del doctor Juan, «hace que el sistema inmunitario de los pacientes vuelva a ser eficaz». A los 3 meses, en casi ningún paciente se detecta enfermedad residual ni toxicidad neurológica y los efectos adversos inmunológicos son leves, gracias en parte a la pauta de administración. «En mi caso, me dieron una dosis en marzo y otra en junio, y de repente se acabaron las náuseas, el cansancio y el malestar», relata Olivier, paciente en remisión. «Solo hemos observado efectos adversos en los primeros días o semanas tras el tratamiento», puntualiza el doctor Fernández de Larrea.
De momento, el uso de terapias CAR-T ha sido aprobado por la agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos y por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para el tratamiento de cánceres hematológicos, pero el doctor Juan confía en que «se llegarán a aplicar también en lo que llamamos tumores sólidos, como el de mama o el de colon». Y es que el futuro se dibuja esperanzador. Por un lado, la terapia también se está mostrando eficaz contra las células plasmáticas malignas que se encuentran fuera de la médula ósea, es decir, las que se han diseminado por otros órganos y tejidos. «Hemos logrado una alta tasa de respuesta en ese otro grupo de pacientes, con remisiones que se mantienen de forma similar a la de los pacientes que no tienen tumores fuera de la médula», apunta el doctor Fernández de Larrea. Por otro lado, los investigadores se han fijado el objetivo de crear las CAR-T de segunda o tercera generación, que serán capaces de reconocer más tipos de sustancias malignas y durar mucho más tiempo activas en el paciente.
«Llevo meses sin pasar por el hospital y esto es muy importante en cuanto a calidad de vida y en lo psicológico. Hay que hacer caso a los médicos y ser optimistas; en los últimos años ha habido unos avances tremendos», celebra el paciente. El doctor Fernández de Larrea lo corrobora: «La esperanza de vida de las personas con mieloma múltiple se ha ido alargando desde el siglo XX, cuando solo tenían una supervivencia media de 2 a 3 años. En la actualidad es ya de unos 7 años de media, con un 20 o 30 % de casos que van más allá de los 10 años de supervivencia. El impacto concreto de las CAR-T lo veremos en unos 5 años, pero estamos muy esperanzados», confiesa. «El desarrollo de ARI0002h ha sido una de las mayores satisfacciones profesionales de mi carrera como hematólogo porque ha permitido llevar del laboratorio a la clínica una estrategia de gran impacto en la calidad de vida de los pacientes, en la respuesta de la enfermedad y en la sociedad, al poder incrementar el número de pacientes que pueden recibir el medicamento a un menor coste». Todo, gracias a la gran labor de su equipo y de otros equipos del Clínic y de la FRCB-IDIBAPS, así como de otros centros hospitalarios de España, pero también al apoyo de la Fundación ”la Caixa”, que subvenciona el trabajo de la Unidad de Investigación en Inmunoterapia – CaixaResearch, ubicada en el hospital Clínic.
La Fundación ”la Caixa” también está implicada en el desarrollo de otros 15 medicamentos de inmunoterapia CAR-T, por ejemplo, para pacientes con leucemia linfoblástica, cáncer de mama o glioblastoma, impulsados por el Clínic, o en el ensayo clínico contra linfomas no-Hodgkin de células B, que lleva a cabo el Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, IIB Sant Pau. Uno de estos medicamentos del Clínic Barcelona basados en inmunoterapia CAR-T ya ha sido aprobado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y está disponible para pacientes de toda España. Se trata de la primera inmunoterapia liderada por una entidad de investigación académica sin ánimo de lucro que se ha aprobado en nuestro país. Además, ha recibido la designación de medicamento prioritario para ser aprobado con la máxima celeridad en el ámbito europeo por parte de la Agencia Europea de Medicamentos.