El anestesista general enfrentado a un paciente conectado a ECMO

Resumen

La necesidad de llevar al paciente conectado a ECMO a imágenes o quirófano de cirugía no cardíaca es algo frecuente. En este artículo entregamos los detalles de manejo que pueden ser más útiles en el caso de que como anestesiólogo deba manejar esta situación.

A partir del año 2009, después de la pandemia AH1N1 y la publicación del estudio CESAR, el número de pacientes adultos conectados a soporte ECMO aumentó, pues se reportó un mejor resultado en casos de falla respiratoria grave al comparar el tratamiento con soporte extracorpóreo vs manejo convencional[1]. La evidencia actual en ECPR (Extracorporeal Cardiopulmonary Resuscitation) es controversial, con datos que lo apoyan y otros que no, lo mismo ocurre con el uso de ECMO en Shock Cardiogénico[2],[3].

Es habitual que los pacientes conectados, requieran estudio de imágenes, cirugías o procedimientos en el pabellón de hemodinamia. En un estudio observacional retrospectivo de 563 pacientes en ECMO V-V y V-A, el 47,8% requirió una cirugía durante el soporte (siendo la cirugía general, cirugía vascular y torácica las más frecuentes)[4].

Este artículo tiene como objetivo describir cómo enfrentar el manejo anestésico frente a una emergencia o ausencia del equipo de perfusión y/o anestesia cardiovascular.

ELSO (Extracorporeal Life Support Organization) clasifica el soporte extracorpóreo según lo descrito en Figura 1.

Podemos dividir la indicación de ECMO; como respiratoria o circulatoria, o una mezcla de ambos. El paro cardíaco y el ECMO asociado a su uso, se denomina ECPR.

ECMO venoso venoso (ECMO V-V)

El ECMO VV tiene como objetivo transferir oxígeno y eliminar CO2 para permitir una ventilación mecánica (VM) menos agresiva. Clásicamente esta conexión se hace en el lado derecho de la circulación, extrayendo sangre de la unión aurícula derecha (AD)/vena cava (VC) inferior y devolviendo sangre oxigenada en la entrada de la AD desde la VC superior.

En este caso no hay soporte hemodinámico directo, aunque muchas veces se logra mejorar las condiciones de poscarga del ventrículo derecho (VD) gracias a un mejor intercambio de gases y consecuente disminución de las presiones de arteria pulmonar y decremento de las presiones intratorácicas[6].

En esta configuración, el flujo de sangre de ECMO es el mayor determinante de la oxigenación del paciente, este flujo NO altera las presiones de llenado de la AD y el flujo de gases frescos determina el barrido de CO2 en la membrana y por lo tanto la PaCO2[7].

Rodrigo Díaz1, Rafael Lima Linares2, Marta Velia Antonini3, Catalina Alvarado4, Carmen Gloria Karlezi5, Marco Antonio Montes de Oca Sandoval6

1 Anestesiólogo Cardiovascular, Centro Cardiovascular Clínica Red Salud Santiago y Hospital San Juan de Dios.

2 Anestesiólogo Cardiovascular, ECMO Heart Team, México.

3 CCP, E-AEC, MSc. ECMO team, Bufalini Hospital, AUSL Romagna, Cesena, Italy. Adjunct Lecturer, Department of Biomedical, Metabolic and Neural Sciences, University of Modena & Reggio Emilia. Modena, Italy.

4 Perfusionista, Centro Cardiovascular Clínica Red Salud Santiago.

5 Enfermera Ecmóloga, Centro Cardiovascular Clínica Red Salud Santiago.

6 Médico Intensivista ECMO Heart Team, México.

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

https://revistachilenadeanestesia.cl/revchilanestv53n2-03/