Neurotoxicidad de agentes anestésicos en paciente pediátrico

Neurotoxicidad de agentes anestésicos en paciente pediátrico

Resumen

En la actualidad existe controversia respecto al efecto de agentes anestésicos en la población pediátrica, esto debido a reportes que han sido publicados en los últimos años y que informan que podrían producir alteración en el neurodesarrollo. Se ha demostrado en animales de laboratorio que la exposición a la mayoría de los anestésicos generales conduce a neurotoxicidad que se manifiesta por muerte de células neuronales y comportamiento y cognición anormales. Grandes estudios de cohortes en seres humanos han demostrado una asociación entre la anestesia general recibida a temprana edad y déficits posteriores del desarrollo neurológico, por el contrario, otros no han encontrado evidencia de asociación.

  • Introducción

Desde las primeras anestesias realizadas por Long, Morton, Wells y Simpson a mediados del siglo XIX, la anestesiología ha tenido un continuo desarrollo y evolución, en conjunto a las nuevas técnicas quirúrgicas, y según el avance de la tecnología[1]. A pesar de este gran desarrollo, la anestesia no está exenta de riesgo y complicaciones, las cuales se dan con distinta frecuencia y presentación según la técnica anestésica, condición clínica y características del enfermo.

Existe evidencia en modelos animales que una exposición a los anestésicos en etapas tempranas de la vida puede relacionarse con una alteración en el desarrollo neurológico en etapas tardías de la infancia, sin embargo, y debido a distintos factores no se ha logrado extrapolar esta asociación en los humanos. A pesar de lo anterior, se ha logrado identificar que la alteración en la actividad de algunos neurotransmisores serían los responsables del proceso de apoptosis y daño celular, que es intensificado según el periodo y tiempo de exposición a los anestésicos, y que finalmente puede llevar a resultados neurológicos perjudiciales a largo plazo como déficit de memoria, aprendizaje, atención y función motora[2].

Esta información ha adquirido tal importancia que incluso la Food and Drug Administration (FDA) emitió el 2016 un alerta sobre el riesgo potencial de efectos deletéreos en el desarrollo neuronal del cerebro infantil secundario a la administración de anestésicos en menores de 3 años, en especial en aquellos en que la exposición es repetida y/o en procedimientos de duración mayor a 3 h[3]. En aquel período, en Estados Unidos existían aproximadamente 1,4 millones de niños menores a 5 años que eran sometidos a procedimientos quirúrgicos y diagnósticos por año, y considerando que la mayoría de los pacientes pediátricos que recibían anestesia general eran expuestos a tiempos quirúrgicos menores, sumado a la inexistencia de estudios clínicos controlados randomizados, en abril de 2017 la FDA modifica la advertencia sugiriendo que los procedimientos médicos que no pueden ser retrasados y que requieren anestesia general o sedación, deben realizarse sin contratiempos según las normas y práctica clínica habitual[3],[4].

La recomendación actual sugiere que los profesionales de la salud discutan con los padres de los pacientes pediátricos, los beneficios, riesgos y tiempos quirúrgicos, destacando que el grado de riesgo no ha sido establecido[3],[4].

Michel Torres M.1, Joel Marchant K.2, Mariana Maltés P.2, Renata Marchant M.3, Italo Ciuffardi P.4

1 Hospital Guillermo Grant Benavente. Concepción, Chile.

2 Universidad de Concepción, Hospital Guillermo Grant Benavente. Concepción, Chile.

3 Servicio de Salud Concepción, Concepción, Chile.

4 Universidad de Concepción. Concepción, Chile.

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

https://revistachilenadeanestesia.cl/revchilanestv53n3-09