Desafíos y Perspectivas en el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales

Desafíos y Perspectivas en el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales

El diagnóstico precoz de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales es esencial para mejorar los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes. En este contexto, el Infliximab y otras terapias biológicas representan un enfoque terapéutico prometedor, ofreciendo nuevas perspectivas para el tratamiento de estas condiciones. ¿Quieres entender más sobre las Enfermedades Inflamatorias Intestinales? Inscríbete en nuestro Webinar: “InBounD – Desafíos en el diagnóstico de las enfermedades inflamatorias intestinales” https://webmdhealth.com.br/challenges-in-diagnosing-inflammatory-bowel-diseases/

Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) – colitis ulcerosa (CU) y enfermedad de Crohn (EC) – son condiciones autoinmunes crónicas, progresivas e incurables que afectan el tracto gastrointestinal, principalmente en pacientes más jóvenes. El diagnóstico precoz desempeña un papel crucial en garantizar intervenciones más eficaces y mejores resultados clínicos, como la reducción de la necesidad de cirugía y, por lo tanto, una mejora significativa en la calidad de vida de estos pacientes.

Los datos sobre la incidencia y prevalencia de las EII en América Latina aún son limitados, pero la evidencia sugiere un aumento de estas tasas en poblaciones jóvenes de regiones urbanizadas e industrializadas. Un estudio realizado por Quaresma et al.² evaluó la tendencia temporal de las EII en Brasil – el país más grande de América Latina recientemente industrializado y altamente mestizo – entre 2012 y 2020. En la evaluación, se observó un leve aumento porcentual anual en la incidencia del 0,8% en EII, sugiriendo estabilidad, del 3% en CU y una disminución del 3,2% en EC. En cuanto a la prevalencia, esta también mostró un aumento significativo en las EII, con un aumento porcentual anual del 14,8%.

La generación de datos de calidad sobre las EII en América Latina es crucial para mejorar la vigilancia y gestión de la salud. Sin embargo, a pesar de la amplitud geográfica, las poblaciones latinoamericanas siguen estando subrepresentadas en los estudios clínicos y enfrentan desafíos significativos en el acceso al diagnóstico y tratamiento de las EII. Estos desafíos contribuyen a retrasos sustanciales en todo el proceso, desde el diagnóstico hasta el tratamiento, exacerbando uno de los principales problemas de las EII: el retraso en el diagnóstico.

En el momento del diagnóstico, la mayoría de los pacientes ya presentan lesiones intestinales importantes, habiendo presentado una minoría problemas gastrointestinales en los últimos meses¹. Este retraso – el período desde el primer síntoma hasta el momento del diagnóstico – puede atribuirse tanto a la demora del paciente en buscar ayuda médica como al tiempo que los médicos tardan en establecer el diagnóstico de EII³. Un estudio de Schoepfer et al.³ en 905 pacientes suizos con EC (cohorte suiza de EII) demostró que un retraso en el diagnóstico de ≥25 meses aumentó significativamente la probabilidad de estenosis intestinal (ORR = 1,76; valor p = 0,011) y la probabilidad de cirugía intestinal (ORR = 2,03; valor p = 0,003). Estos resultados resaltan la necesidad clínica urgente de reducir el retraso en el diagnóstico para garantizar mejores resultados.

A lo largo del trayecto clínico, comúnmente, el paciente tiene su primer contacto con un médico clínico. Así, basándose en los resultados de Schoepfer et al.³, la optimización del proceso de derivación al gastroenterólogo se convierte en una medida importante para enfrentar el tratamiento de las EII. Dado el amplio espectro de síntomas de las EII, que pueden variar de asintomáticos a graves, la presencia de guías clínicas robustas permite comprender mejor el cuadro clínico, permitiendo una estratificación de riesgo eficaz, cribado basado en exámenes clínicos y un diagnóstico más preciso. Diferentes guías pueden dar lugar a enfoques variados para el diagnóstico de las EII, impactando directamente en las decisiones clínicas y, en consecuencia, en la velocidad de inicio del tratamiento.

Las opciones terapéuticas para estos cuadros inflamatorios son unánimes, y estas terapias han avanzado y buscan controlar los síntomas a través de modulaciones en diferentes vías biológicas, asociadas o no a la necesidad de cirugía. Los Aminosalicilatos (ASA) tienen su mecanismo de acción basado en la interferencia del metabolismo del ácido araquidónico, la captación de especies reactivas de oxígeno, lo que culmina en la reducción de la actividad inflamatoria presente en las EII. Otra opción terapéutica son los Corticoesteroides, cuya actuación se produce mediante la interacción de sus receptores con factores de transcripción proinflamatorios, lo que lleva a la inhibición de la transcripción de genes de la respuesta inflamatoria y, en consecuencia, a la reducción de las inflamaciones observadas. Los Inmunomoduladores, a su vez, pueden actuar en la inhibición de la proliferación de linfocitos T en los sitios de inflamación y en la regulación negativa de la producción de mediadores inflamatorios4.

Entre los enfoques más recientes, el uso de anticuerpos dirigidos a la inhibición de citoquinas proinflamatorias o antagonistas de integrinas ha sido, sin duda, uno de los mayores avances en esta área. En este contexto, el Infliximab se destaca como una de las opciones farmacológicas disponibles. Este anticuerpo monoclonal actúa inhibiendo el TNF-α, reduciendo la inflamación y el daño tisular. Actualmente, su administración se ha orientado a pacientes intolerantes o no respondedores a los corticoesteroides4.

El estudio ACT-1 y ACT-2 descritos por Sandborn et al.5 demostraron que el tratamiento con Infliximab (5 o 10 mg/kg) redujo en un 7% la incidencia de colectomía en 54 semanas en comparación con el placebo (10% vs. 17%; p = 0,02) en pacientes con CU activa leve a moderada. Además, Present et al.6 informaron que en pacientes diagnosticados con EC y fístulas, la administración de Infliximab (5 o 10 mg/kg IV) fue un tratamiento eficaz en el cierre de todas las fístulas en el 55% (5 mg/kg), 38% (10 mg/kg) y 13% (placebo) de los pacientes.

Dada la complejidad de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales y la importancia del diagnóstico precoz, se hace evidente la necesidad de mejorar los procesos de identificación y derivación de los pacientes afectados. El retraso en el diagnóstico no solo compromete los resultados clínicos, sino que también impacta significativamente en la calidad de vida de estos individuos. Sin embargo, el avance continuo de las opciones terapéuticas, como el Infliximab, ofrece nuevas perspectivas para el tratamiento de estas condiciones, proporcionando mayor eficacia y calidad de vida a los pacientes.

Referencias

1. Vestergaard MV, Allin KH, Poulsen GJ, et al. Characterizing the pre-clinical phase of inflammatory bowel disease. Cell Rep Med. 2023 Nov.

2. Quaresma AB, Damiao AOMC, Coy CSR, et al. Temporal trends in the epidemiology of inflammatory bowel diseases in the public healthcare system in Brazil: A large population-based study. Lancet Reg Health Am. 2022 Jun.

3. Schoepfer AM, Dehlavi MA, Fournier N, et al. Diagnostic delay in Crohn’s disease is associated with a complicated disease course and increased operation rate. Am J Gastroenterol. 2013 Nov.

4. Cai Z, Wang S, Li J. Treatment of Inflammatory Bowel Disease: A Comprehensive Review. Front Med (Lausanne). 2021 Dec.

5. Sandborn WJ, Rutgeerts P, Feagan BG, et al. Colectomy rate comparison after treatment of ulcerative colitis with placebo or infliximab. Gastroenterology. 2009 Oct.

6. Rutgeerts P, Sandborn WJ, Feagan BG, et al. Infliximab for induction and maintenance therapy for ulcerative colitis. N Engl J Med. 2005 Dec.