La vacuna contra COVID no desencadenará una recaída en la esclerosis múltiple, según un estudio

MIÉRCOLES, 21 de agosto de 2024 (HealthDay News) — La esclerosis múltiple hace que las personas sean vulnerables a unos casos más graves de COVID-19, pero un estudio reciente encuentra que recibir la vacuna contra COVID no desencadenará una recaída de los síntomas de la EM.

“Las personas con EM tienen un riesgo más alto de infección grave con COVID debido a su nivel de discapacidad motora o a la exposición a tratamientos que suprimen sus sistemas inmunitarios”, explicó el autor principal del estudio, el Dr. Xavier Moisset, de la Universidad de Clermont Auvergne en Clermont-Ferrand, Francia.

“Algunos estudios anteriores han encontrado recaídas tras la vacunación, lo que lleva a algunas personas a no buscar las dosis de refuerzo recomendadas”, anotó. “La buena noticia es que nuestro estudio encontró que no hubo un aumento en el riesgo de recaída después de la vacunación contra COVID-19 para casi todos los participantes”.

Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista Neurology.

La investigación incluyó a 124.545 franceses diagnosticados con EM durante un promedio de 14 años.

La mayoría (un 82 por ciento) había recibido al menos una dosis de una vacuna contra COVID, y de ese grupo, un 95 por ciento recibió una segunda dosis, mientras que un 59 por ciento recibió una dosis de refuerzo adicional.

Debido a que cualquier recaída de la EM relacionada con la vacuna suele ocurrir en un plazo de 28 días tras la inmunización, el equipo de Moisset siguió los resultados de todos los participantes en un plazo de 45 días tras recibir la vacuna contra COVID. Las vacunas fueron fabricadas por Pfizer, Moderna, AstraZeneca o Janssen.

No hubo ningún vínculo entre recibir la vacuna o el refuerzo contra COVID y las probabilidades de una recaída grave, reportó el equipo. Tuvieron en cuenta otros problemas que podrían ayudar a estimular la recaída, como la época del año o ciertos tratamientos.

Al comparar a las personas que sí experimentaron una recaída con las que no lo hicieron, los investigadores nuevamente no encontraron ninguna conexión con la vacunación contra COVID. De hecho, según este análisis, la vacunación pareció estar relacionada con un riesgo ligeramente menor de recaída en la EM.

“Nuestros hallazgos son tranquilizadores de que estas vacunas se pueden usar sin ninguna preocupación por el riesgo de recaída”, dijo Moisset en un comunicado de prensa de la revista. “La ausencia de tal riesgo es alentadora para las personas con EM que puedan recibir vacunas de refuerzo cuando sea necesario, especialmente si las vacunas de refuerzo se van a repetir en el futuro”.

Hubo una excepción: las personas con EM muy activa que no recibieron tratamiento antes de recibir la vacuna contra COVID sí parecieron tener un pequeño aumento en el riesgo de recaída tras recibir su tercera dosis (de refuerzo) de la vacuna, encontró el estudio. Esos pacientes “primero deben recibir un tratamiento modificador de la enfermedad antes de su vacuna de refuerzo”, aconsejó Moisset.

El estudio solo observó las recaídas graves que requirieron tratamiento con corticosteroides; No examinó el riesgo de una recaída “benigna” más leve que no necesita atención neurológica.

La vacuna contra la COVID no desencadenará una recaída en la EM, según un estudio (healthday.com)