Estimulación cerebral profunda para enfermedad de Parkinson: experiencia, beneficios y limitaciones en un centro en Latinoamérica

Resumen

Antecedentes: 

La enfermedad de Parkinson está poco estudiada en Colombia. Es de manejo farmacológico, pero para casos refractarios la cirugía es una opción terapéutica que impacta positivamente en la calidad de vida.

Objetivo: 

Determinar el impacto de la estimulación cerebral profunda como manejo en el control de la progresión en pacientes con enfermedad de Parkinson atendidos nuestra institución entre los años 2014 a 2020.

Método: 

Estudio descriptivo de corte retrospectivo con pacientes recolectados entre los años 2014 y 2020 sometidos a cirugía de estimulación cerebral profunda. Se aplicó la MDS-UPDRS (Movement Disorder Society-Sponsored Revision of the Unified Parkinson’s Disease Rating Scale) en el pre- y el posoperatorio, y se compararon los resultados.

Resultados: 

Se incluyeron 21 pacientes y se les aplicó la MDS-UPDRS, encontrando una disminución en las puntuaciones en el posoperatorio. Un paciente presentó infección del sitio operatorio.

Conclusiones: 

Hubo mejoría en la puntuación de la MDS-UPDRS, con baja tasa de complicaciones. El tiempo de realización del procedimiento fue prolongado desde la valoración preoperatoria. La estimulación cerebral profunda es el manejo de elección para la enfermedad de Parkinson refractaria. Los pacientes de esta serie mostraron mejoría en sus síntomas. Desafortunadamente, existen limitaciones para la realización de este procedimiento en Colombia, como el retraso en la autorización del procedimiento.

Introducción

La enfermedad de Parkinson (EP) fue descrita por primera vez en el año 1817 por James Parkinson1. Constituye la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente en todo el mundo, con una prevalencia de 150 casos por cada 100,000 habitantes2,3. La prevalencia en los países europeos varía entre 65.6 y 12.500 casos por cada 100,000 habitantes3. En Colombia, el estudio EPINEURO realizado en el año 2003 reportó una prevalencia de 4.4 casos por cada 100.000 habitantes4, y en otro estudio realizado en la región de Antioquia en el año 2004 se reportó de 30.7 casos por cada 100,000 habitantes5. Fisiológicamente, en la EP se produce una disfunción de los ganglios de la base secundaria a la depleción de dopamina6. En este circuito, los principales núcleos involucrados son el núcleo estriado (caudado y putamen), el núcleo subtalámico (NST), el globo pálido externo (GPe), el globo pálido interno (GPi) y la sustancia nigra7 (Fig. 1). A su vez, las vías están segregadas en cinco grandes vías: 1) el motor, el cual tiene posición dorsolateral con proyecciones hacia la corteza motora primaria y el área motora suplementaria; 2) el asa oculomotora, que tiene como centro el núcleo caudado, conectando con los campos oculares frontales; 3) el asa prefrontal dorsolateral, que conecta también el caudado con la corteza prefrontal dorsolateral y parietal posterior; 4) el asa orbitofrontal, la cual genera conexión principalmente del caudado con la corteza orbitofrontal, y 5) el asa límbica, que conecta con el cíngulo anterior, el lóbulo temporal y la corteza orbitofrontal con los ganglios basales8.

Óscar F. Zorro-Guío1, Manuel A. Ardila-Martínez1,2, Álvaro Bedoya-Gómez1,2, Héctor F. Restrepo3, Jhon E. Mosquera-Sinisterra4,5, Cristian Páez1, Jonathan Lee1, Jorge A. Romo-Quebradas1,2*, Edgar G. Ordóñez-Rubiano1

1Departamento de Neurocirugía, Hospital de San José, Sociedad de Cirugía de Bogotá, Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud (FUCS);

2Departamento de Neurocirugía, Hospital Infantil Universitario de San José, FUCS;

3Vicerrectoría de Investigaciones, Hospital de San José, Sociedad de Cirugía de Bogotá, FUCS;

4Departamento de Neurología, Hospital Infantil Universitario de San José, FUCS;

5Departamento de Neurología, Hospital de San José, Sociedad de Cirugía de Bogotá, FUCS. Bogotá, Colombia

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