Infecciones asociadas a catéteres vasculares: una enfermedad endémica en instituciones sanitarias. Documento de opinión de la Sociedad Española de Infecciones Cardiovasculares (SEICAV)

Resumen

Las infecciones asociadas a catéteres (IRC) constituyen un grave problema sanitario por su potencialidad de producir complicaciones graves, como bacteriemias o endocarditis infecciosas, y de aumentar la morbilidad y la mortalidad de los pacientes. Además, estas infecciones prolongan significativamente la estancia hospitalaria y el coste. La prevención de las IRC es crucial y se considera un criterio de calidad y seguridad en la asistencia sanitaria.
Por estos motivos, la Sociedad Española de Infecciones Cardiovasculares (SEICAV) ha considerado pertinente realizar una revisión de este tema, con expertos de diferentes áreas como microbiólogos clínicos, infectólogos, cirujanos y enfermeras. Los datos se presentaron en una sesión celebrada en la Fundación Ramón Areces, que se organizó en forma de preguntas específicas agrupadas en tres mesas redondas. En el primer panel se analizó la magnitud del problema incluyendo aspectos epidemiológicos, clínicos y diagnósticos; en el segundo panel se abordaron los avances en el tratamiento de las IRC; y en el tercer panel se revisaron los avances en la prevención de las IRC. La sesión grabada está disponible en la web de la Fundación Areces y creemos que puede ser de interés no sólo para los profesionales sanitarios, sino también para cualquier ciudadano no experto interesado en el tema.

DIMENSIÓN DEL PROBLEMA

Pregunta 1: ¿Qué catéteres endovasculares se implantan con más

implantados con más frecuencia en los hospitales?

Aunque no es posible hacer una estimación precisa, los datos indirectos indirectos sugieren que cada año se insertan en los hospitales dispositivos de acceso venoso periférico (DAV) en los hospitales italianos [1-3]. Según la clasificación del Congreso Mundial sobre Acceso Vascular (WoCoVA), los dispositivos de acceso venoso periférico se clasifican en cánulas periféricas cortas, cánulas periféricas largas y catéteres de línea media (véase el consenso ERPIUP). La gran mayoría de los DAV periféricos utilizados en los hospitales italianos son cánulas periféricas cortas. La tasa de infecciones relacionadas con los DAV periféricos es actualmente desconocida, aunque se considera que no es tan insignificante como se suponía, probablemente en torno a 0,2-0,5 episodios por 1.000 días de DAV.

En los últimos años, el uso de catéteres de línea media ha aumentado progresivamente. La principal ventaja frente a los accesos venosos periféricos es su mayor durabilidad, que evita tener que realizar múltiples canulaciones de accesos periféricos durante el ingreso del paciente, y además pueden tener más de un lumen para perfusiones simultáneas.

El número de DAV centrales insertados cada año en los hospitales italianos es de casi un millón, lo que incluye 900.000 catéteres venosos centrales (CVC) externos (de los cuales unos 200.000 son catéteres centrales de inserción periférica). [PICC]), tunelizados o no, más aproximadamente 50.000 puertos (de los que unos 10.000 son PICC). La incidencia de infección del torrente sanguíneo relacionada con catéteres (C-RBSI) es muy variable, dependiendo del dispositivo y del entorno clínico, y oscila entre 0,1 y 0,2 episodios por 1.000 días de catéter y PICC, frente a 0,5-3,0 episodios por 1.000 días de catéter para CVC no tunelizados. La incidencia de C-RBSI es mayor en los CVC utilizados para nutrición parenteral; además, los CVC con salida en el cuello o en la ingle tienen mayor riesgo de C-RBSI que los CVC con el sitio de salida en la zona infraclavicular o en la parte media del brazo.

El uso de algunos tipos nuevos de DAV está aumentando muy rápidamente en Italia, entre los que se incluyen (a) catéteres periféricos largos (también (a) catéteres periféricos largos (también denominados mini-midline, de 6-15 cm de longitud), (b) puertos PICC (puertos braquiales insertados con tecnología PICC), y catéteres centrales de inserción femoral (FICC) introducidos en la vena femoral superficial, con sitio de salida en el brazo.

Patricia Muñoz1,2,3,4

María Guembe1,2*

María Jesús Pérez-Granda1,2,3,5

José Luís del Pozo6

Luis Eduardo López-Cortés7

Mauro Pittiruti8

María Cruz Martín-Delgado9

Emilio Bouza1,2,3,4

1Clinical Microbiology and Infectious Diseases Department, Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Dr. Esquerdo, 46 28007, Madrid, Spain.

2 Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón (IiSGM), Madrid, Spain.

3 CIBER de Enfermedades Respiratorias-CIBERES (CB06/06/0058), Madrid, Spain.

4 Medicine Department, School of Medicine, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, Spain

5 Department of Nursing, School of Nursing, Physiotherapy and Podiatry, Universidad Complutense de Madrid.

6 Infectious Disease Division, Laboratory of Microbial Biofilms, Clínica Universidad de Navarra, Navarra, Spain.

7 Infectious Diseases Department. Hospital Universitario Virgen Macarena, Sevilla, Spain.

8 Department of Surgery. Catholic University Hospital ‘A.Gemelli’, Rome, Italy.

9 Department of Intensive Care, Hospital Universitario de Torrejón, Torrejón de Ardoz, Madrid, Spain

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