Falla hepática aguda: manejo actual y pronóstico

Resumen

La falla hepática aguda es un síndrome poco común pero grave, con una incidencia de aproximadamente 2,000 a 3,000 casos por año en América del Norte. Su fisiopatología y curso clínico varían según la causa del daño hepático primario, y puede llevar a una alta morbimortalidad o necesidad de trasplante hepático, a pesar de las terapias disponibles. Este síndrome involucra una activación excesiva del sistema inmunológico con daño en otros órganos, lo que contribuye a su alta tasa de mortalidad. La definición más aceptada incluye daño hepático con encefalopatía hepática y coagulopatía en las últimas 26 semanas en un paciente sin enfermedad hepática previa. Las principales causas son intoxicación por paracetamol, hepatitis viral, lesión hepática inducida por drogas, entre otras. Es crucial identificar la causa, ya que influye en el pronóstico y tratamiento. La supervivencia ha mejorado con medidas de soporte, terapia intensiva, prevención de complicaciones y el uso de medicamentos como la N-acetilcisteína. El trasplante hepático es una opción curativa para casos no respondedores al tratamiento médico, pero la evaluación adecuada del momento para el trasplante es crucial para mejorar los resultados. Factores como la edad del paciente, la causa subyacente y la gravedad de las fallas orgánicas influyen en los resultados y la supervivencia postrasplante.

Introducción

La falla hepática aguda (FHA) es un síndrome multisistémico, complejo, de desarrollo rápido progresivo e impredecible causado por múltiples etiologías (infecciones virales, herbolaria y fármacos, enfermedades autoinmunes, genéticas y/o factores ambientales), y aunque poco frecuente, posee una alta tasa de mortalidad. Esta entidad es considerada potencialmente reversible y se caracteriza por un daño hepático rápido (< 26 semanas) con desarrollo de encefalopatía hepática (EH) y coagulopatía (INR > 1.5) en un individuo sin enfermedad hepática preexistente1. La incidencia anual reportada es de 2,000 a 3,000 casos en Estados Unidos2.

La probabilidad de recuperación espontánea o supervivencia libre de trasplante (SLT) está relacionada con la etiología y el grado de la EH. Actualmente, se ha incrementado la cifra de pacientes con SLT gracias a las opciones de manejo de soporte médico como el uso de N-acetilcisteína (NAC), terapia continua de reemplazo renal (TCRR) y un menor requerimiento de ventilación mecánica invasiva345. Sin embargo, la mortalidad reportada va desde el 25 hasta el 30% de los pacientes que llegan a una lista de espera de trasplante hepático. El trasplante es considerado como una urgencia nacional en aquellos que cumplen con los criterios, y actualmente la supervivencia a uno y 5 años postrasplante es de 90 y 80%, respectivamente, y los resultados llegan a ser equiparables a los de la población trasplantada por una enfermedad hepática crónica67.

A menudo, se malinterpreta en pacientes con enfermedad hepática crónica que experimentan un repentino deterioro en la función hepática, lo cual se denomina falla hepática aguda sobre crónica. Además, es crucial diferenciar otras condiciones que no forman parte del espectro de FHA, como la hepatitis alcohólica, la sepsis, la resección hepática extensa y el trauma hepático, para garantizar un manejo óptimo y oportuno8.

L.M. Martínez-Martínez a 1, G. Rosales-Sotomayor b 1, E.A. Jasso-Baltazar b, J.A. Torres-Díaz b, D. Aguirre-Villarreal b, I. Hurtado-Díaz de León b, V.M. Páez-Zayas c, A. Sánchez-Cedillo c, S.E. Martínez-Vázquez b, H.N. Tadeo-Espinoza b, J.P. Guerrero-Cabrera b, M. García-Alanis d, I. García-Juárez e

a Departamento de Medicina Interna, Hospital Central Dr. Ignacio Morones Prieto, San Luis Potosí, México

b Departamento de Gastroenterología, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, Ciudad de México, México

c Departamento de Trasplante de Órganos, Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga, Ciudad de México, México

d Departamento de Neurología y Psiquiatría, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, Ciudad de México, México

e Departamento de Gastroenterología, Clínica de Hígado y Trasplante Hepático, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, Ciudad de México, México

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https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S037509062400065X