Perforación gástrica secundaria a infección por mucormicosis en un paciente con trasplante reno-pancreático. Una complicación fatal

Resumen

La mucormicosis es una infección micótica profunda poco común que se desarrolla principalmente en pacientes inmunodeprimidos, siendo la presentación gastrointestinal inusual. El tratamiento adecuado consiste en el desbridamiento quirúrgico rápido y agresivo, junto con el tratamiento coadyuvante inicial con anfotericina B liposomal. A pesar de los avances, el pronóstico es malo, con una alta tasa de mortalidad. Presentamos el caso de un paciente de 37 años sometido a un trasplante combinado de páncreas y riñón, que se presenta con perforación gástrica secundaria a infección por mucormicosis.

Introducción

La mucormicosis es una infección micótica profunda (MP) que se desarrolla en pacientes inmunocomprometidos. Su incidencia ha aumentado durante los últimos años1, especialmente en pacientes con diabetes mellitus, malignidad hematológica, trasplantes de órganos sólidos (TOS) y terapia con corticoides1,2. Los sitios más comunes de infección son los senos paranasales, el cerebro, los pulmones y la piel3. Las ubicaciones gastrointestinales son poco comunes.

Teniendo en cuenta que las infecciones micóticas más comunes en los receptores de TOS son la candidiasis, la aspergilosis y la criptococosis4, la mucormicosis es una complicación rara en este subconjunto de pacientes, representando alrededor del 2% de todas las MP5.

A pesar del tratamiento antimicótico adecuado y de una intervención quirúrgica agresiva, la mortalidad es alta en comparación con otras enfermedades infecciosas comunes, como la candidiasis y la aspergilosis, oscilando entre el 50% y el 90% dependiendo de la localización6.

Se describe un caso complicado de mucormicosis gástrica en un paciente inmunodeprimido que se presentó con una perforación gástrica aguda.

Caso clínico

Varón de 37 años con antecedentes médicos de diabetes mellitus desde la infancia y enfermedad renal crónica terminal en diálisis trisemanal, por lo que se sometió a un trasplante combinado de páncreas y riñón a la edad de 32 años. Cuatro años después del trasplante perdió el injerto pancreático debido a múltiples complicaciones. El injerto renal presentaba actualmente una función normal, y el paciente tenía un régimen de inmunosupresión estándar que consistía en tacrolimus, micofenolato de mofetilo y prednisona.

El paciente se presentó al servicio de urgencias con diarrea y fiebre. En la exploración física, su temperatura era de 38°C y el resto de sus signos vitales estaban dentro de parámetros normales. Su abdomen estaba moderadamente distendido, con ausencia de ruidos hidroaéreos, sin signos de peritonismo.

Franco R. Pascual, Rodrigo Figueroa, Julieta Zanatta-Scattolini, Maximiliano Yance, Carlos Valenzuela, Rogelio Traverso, Octavio Gil

Servicio de Trasplante Hepático y Renopancreático, Sanatorio Allende, Córdoba, Argentina

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