El 80 % de las muertes prematuras por ECV se podrían prevenir con pequeños cambios en el estilo de vida
- ComiteNetMD
- 25 de noviembre de 2024
- Cardiología
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19/11/2024
Por patologías como las cardiopatías coronarias y los accidentes cerebrovasculares, estas afecciones siguen constituyendo la principal causa de muerte en el mundo, y la segunda en España.
Uno de los mensajes que el Día Mundial del Corazón de este año, celebrado el pasado 29 de septiembre, dejó es Piensa en tu corazón´. La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de muerte en el mundo. De manera combinada, las condiciones que afectan al corazón o a los vasos sanguíneos, como, por ejemplo, un ataque cardiaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardiaca, matan a 20,5 millones de personas cada año en todo el mundo.
Por esto, las enfermedades cardiovasculares tienen que merecer toda la atención y deben abordarse desde un enfoque integral y general. España cuenta, en ese sentido, con la Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (ESCAV), desarrollada en colaboración con las comunidades autónomas y más de 100 expertos. Es primordial el papel que tiene la prevención, la educación y el fomento de hábitos de vida saludables, especialmente desde la infancia. El 80 % de las muertes prematuras por ECV se puede prevenir haciendo pequeños cambios en nuestro estilo de vida; en la alimentación, en el ejercicio y en el control del estrés.
Hay que insistir en que las enfermedades cardiovasculares suponen uno de los principales retos de salud a nivel global, siendo la primera causa de muerte en el mundo, en Europa (más de cuatro millones de fallecimientos) y en España.
En 2022, en nuestro país murieron por esta causa 120.572 personas (un 26 % del total de defunciones), por delante de otros grupos de enfermedades como los tumores (24,8 %) o las enfermedades respiratorias (9,3 %), tal y como evidencian los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Las enfermedades cardiovasculares se sitúan como primera causa de hospitalización en España, con 582.446 hospitalizaciones en 2021 (un 12,9 % del total), con una estancia media de 8,5 días. La Sociedad Española de Cardiología (SEC) señala que, entre los diferentes tipos de enfermedad cardiovascular, las enfermedades isquémicas del corazón fueron las que causaron más fallecimientos (28.687) en 2022, seguidas de las enfermedades cerebrovasculares (24.558 defunciones), la insuficiencia cardiaca (20.606 defunciones) y la enfermedad hipertensiva (14.790 defunciones). Estos dos últimos tipos de enfermedad aumentaron su mortalidad un 2,1 % y un 4,5 %, respectivamente, respecto a 2021.
Junto con su repercusión en salud, las enfermedades del sistema circulatorio y el corazón también tienen un importante impacto económico. Se calcula que, en España, las enfermedades cardiovasculares provocan unos costes anuales de hospitalización de más de 13.500 millones de euros (280 euros por cada español y año). A ello se suma su afectación en el mercado laboral y la productividad, con un impacto en la economía que alcanza el 0,7 % del PIB y un coste superior a los 145 millones de euros al año por incapacidad temporal.
Una profunda transformación
El reciente Congreso SEC de la Salud Cardiovascular, que este año se celebró en Málaga del 26 al 28 de octubre, profundizó en los aspectos más relevantes de la cardiología, abarcando desde las tecnologías más avanzadas y complejas hasta la innovación en el mantenimiento de la salud cardiovascular de nuestra población. Allí, quedó claro que la cardiología está experimentando una profunda transformación gracias a la innovación. La colaboración entre cardiólogos, científicos, ingenieros y otros profesionales de la salud, al igual que la multidisciplinariedad, es fundamental en la mejora de la atención a los pacientes con enfermedades cardiovasculares.
La protagonista de su conferencia inaugural fue la Dra. Martha Gulati, cardióloga del Cedars-Sinai Heart Institute y especialista en salud cardiovascular en la mujer. Gulati recordó que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte entre las mujeres en todo el mundo y remarcó que, aunque España tiene una de las tasas de mortalidad por cardiopatía de las más bajas de Europa, del mismo modo en nuestro país las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte entre las mujeres. “Cuando las españolas sufren un infarto agudo de miocardio, tienen muchas más probabilidades de morir por esta causa que los hombres”, señaló la especialista en cardiología.
Gulati glosó las diferencias significativas existentes en la forma de tratar a las mujeres con enfermedad cardiovascular. “Hay retrasos en el diagnóstico del infarto de miocardio en las mujeres en comparación con los hombres. Además, el tratamiento en ellas es menos agresivo, utilizándose con menos frecuencia las terapias médicas pautadas, se realizan menos intervenciones para abrir las arterias coronarias y las tasas de derivación a rehabilitación cardiaca son más bajas en las mujeres que en los hombres”, reseñó. Como resultado de todo esto, la cardióloga del Cedars-Sinai Heart Institute explicó que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de reingresar y de morir tras un infarto de miocardio. Si bien, no se trata de un problema exclusivo de un país, sino mundial. Valoró que “hay prejuicios en la atención a las mujeres y, con frecuencia, no se considera que las mujeres también corren el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca”. En consecuencia, a menudo se descartan sus síntomas o, al menos, no se consideran posibles cardiopatías. A su juicio, “se trata de un prejuicio de género”. En este sentido, la SEC avisa de que, aunque el infarto de miocardio en la mujer se presenta generalmente a edades más avanzadas que en el hombre, no se deben subestimar sus síntomas. El 80 % de las mujeres con infarto de miocardio presentan dolor o presión en el pecho como síntoma principal, igual que ellos, como se indica en las guías europeas de síndrome coronario agudo. Por eso, la SEC hace hincapié en que un dolor en el pecho de más de 15 minutos de duración y/o que reaparece dentro de una hora debe alertarnos de pedir ayuda médica inmediata, tanto en hombres como en mujeres. Igualmente, hay algunos síntomas que pueden ser más comunes en las mujeres con infarto de miocardio; tales como mareos, náuseas, dolor de mandíbula o cuello, dificultad para respirar, palpitaciones o fatiga.
Factores de riesgo cardiovascular e investigación
Gulati subrayó que incluso los factores de riesgo cardiovascular clásicos (hipertensión, colesterol, tabaquismo, diabetes, etcétera) pueden tener un efecto diferente en las mujeres que en los hombres. “Las mujeres diabéticas tienen un riesgo mucho mayor de padecer cardiopatías que los varones. Las mujeres que fuman tienen mayor riesgo que ellos de sufrir daño vascular. Incluso la tensión arterial puede ser diferente en ellas. Por tanto, es importante reconocer que el sexo importa y que no todo es igual entre hombres y mujeres”, aseveró. No hay que olvidar tampoco que existen factores de riesgo específicos del sexo que pueden afectar únicamente al corazón de la mujer. En relación con el embarazo destacan la preeclampsia, la hipertensión o la diabetes gestacional y el parto prematuro. Más allá de la etapa gestacional, se asocia con más riesgo cardiovascular la menarquia precoz, el uso de anticonceptivos hormonales y los abortos espontáneos de repetición. Con relación a la investigación, Gulati comentó que, durante mucho tiempo, no se incluía a las mujeres en los ensayos clínicos. Esto, de acuerdo con sus palabras, “no ha hecho más que agravar el tratamiento subóptimo en ellas, porque nos hemos retrasado en entender cómo les afectan los medicamentos y terapias al dejarlas fuera de la investigación”. Y dejar fuera a las mujeres es dejar fuera al 52 % de la población mundial.
La especialista en cardiología ha certificado que “cada célula de nuestro cuerpo está influenciada por nuestro sexo biológico y, como tal, cada molécula está influenciada por nuestro sexo”. Por ende, “nuestra respuesta a todo puede diferir según el sexo”. Su conclusión es que queda mucho por hacer para ofrecer una atención cardiovascular equitativa a las mujeres, porque las enfermedades cardiovasculares siguen siendo percibidas, tanto por la sociedad como por la medicina, como enfermedades de hombres. Precisamente, la SEC lleva años trabajando incansablemente y continúa sumando esfuerzos en la mejora de la atención cardiovascular destinada a las mujeres. Sus responsables creen que es imperativo educar tanto a la sociedad en general como a la comunidad médica en particular, ya que “existen prejuicios significativos entre los profesionales de la salud que contribuyen a una atención subóptima en el caso de las mujeres”.
Pruebas de laboratorio, esenciales
Las pruebas de laboratorio son esenciales en la prevención, detección y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Así lo ha manifestado el Dr. Alejandro Curcio, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital de Fuenlabrada de Madrid, en una entrega del proyecto divulgativo `Espías de Laboratorio´, de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin). Para él, el laboratorio de Análisis Clínicos apoya en muchos ámbitos la decisión del cardiólogo. “Es esencial, por ejemplo, para diferenciar insuficiencias cardiacas de origen cardiológico o disneas o fatigas de otro origen, así como en un screening de afectación hepática o renal. Es decir, en todas las fases de la enfermedad, tanto en la preventiva como en el diagnóstico y tratamiento”. Más del 70 % de las decisiones clínicas están basadas en información o resultados procedentes de los laboratorios.
En el caso del Hospital de Fuenlabrada, desde hace cinco años cuentan con una consulta específica de cardiopatías familiares. Curcio confirmó que “uno de los pilares para el diagnóstico de estas enfermedades son los paneles genéticos para saber qué genes están implicados en cada paciente, siendo una herramienta tanto de diagnóstico como de pronóstico”. Ha expresado que “se toman muchas decisiones terapéuticas muy avanzadas, en función de lo que nos marcan los paneles genéticos, incluso, en personas asintomáticas que no tienen activa la enfermedad en ese momento”.
El Dr. Santiago Prieto, jefe de Servicio de Laboratorio del mismo hospital, aseguró en dicha entrega de `Espías de Laboratorio´ que “una parte muy importante de la patología cardiaca frecuente tiene una relación muy directa con el laboratorio”. “Hablamos de parámetros tan conocidos para la población como son la glucosa, el colesterol, los triglicéridos, los lípidos, así como la urea y la creatinina, ya que las enfermedades renales son causa de enfermedades cardiovasculares y, viceversa”, matizó. De hecho, gracias a estas pruebas, “somos capaces de detectar y, por tanto, tratar antes los síndromes coronarios agudos o infartos”.