Protrusión piramidal perianal infantil en una niña lactante

Resumen

La protrusión piramidal perianal infantil es una lesión benigna, relativamente frecuente y subdiagnosticada. Uno de sus principales diagnósticos diferenciales son los condilomas acuminados con todas las implicaciones médico-legales que estos conllevan. Se presenta el caso de una niña que consulta al Servicio de Dermatología Pediátrica del Hospital Elizalde por una lesión tumoral triangular en la línea media de la región perianal anterior, compatible con una protrusión piramidal perianal infantil.

CASO CLÍNICO

Una niña de 7 meses de vida, RNT/PAEG, sin antecedentes personales ni familiares de relevancia, es llevada a la consulta por presentar una lesión tumoral triangular, de color rosado, asintomática, de 1 cm de diámetro mayor, en la línea media de la región perianal anterior, de 2 meses de evolución (Fotos 1 y 2). En el interrogatorio se constató el antecedente de estreñimiento asociado a la introducción de alimentación complementaria a los 6 meses de vida.

Diagnóstico

Protrusión piramidal perianal infantil.

COMENTARIOS

La protrusión piramidal perianal infantil (PPPI) del lactante es una lesión benigna, relativamente frecuente y subdiagnosticada. MacCann la describió por primera vez en 1989. Kayamisha acuñó el término PPPI en 19961-3,4. Recibió su nombre debido a su clásica presentación clínica, ya que es una lesión cutánea triangular que protruye en la línea media anterior o posterior al ano y excepcionalmente lateral1,4. Se estima que su prevalencia es del 11%1 . Es más frecuente en las mujeres, aunque se cree que esto se debe a que las características anatómicas femeninas hacen más evidente su diagnóstico2 . Clínicamente se evidencia una protrusión de la piel, casi siempre de forma triangular, color rosado o rojo pálido, de superficie lisa y consistencia duroelástica, ubicada en las áreas mencionadas. De manera excepcional, la PPPI puede ser múltiple1-3. En cuanto a su fisiopatogenia, se reconocen tres variantes de la lesión3-5: • PPPI congénita: por debilidad del piso pélvico o por un remanente de una punta proyectada del septo urogenital. En estos pacientes pueden detectarse casos familiares. • PPPI adquirida: relacionada con estreñimiento, diarrea, fisuras y fístulas. • PPPI asociada a liquen escleroatrófico. El diagnóstico es clínico3 y debe diferenciarse de: condiloma acuminado, malformación vascular, abuso sexual, lesiones granulomatosas de las enfermedades inflamatorias intestinales, hemorroides y prolapso rectal, entre otros1,3,4. Es una lesión benigna cuyo pronóstico es excelente. En los casos adquiridos, la resolución suele ser espontánea y ad integrum al tratar la causa desencadenante, mientras que en la variante congénita la lesión puede remitir sola o persistir sin riesgo de complicaciones3 . El tratamiento es conservador y se sugieren cambios en la dieta, con aumento del contenido de fibra para evitar el estreñimiento y medidas higiénicas con hincapié en la limpieza del conducto anal en sentido anteroposterior1,4,5. En la variante asociada al liquen escleroatrófico, se pueden utilizar como tratamiento los corticosteroides tópicos3,5. El interés del caso radica en presentar una lesión frecuente que incluye, entre sus diagnósticos diferenciales, otras patologías de implicancia médico-social.

Natalia Castro1 , Jesica L. Vivoda1 , Ana Bellelli1 , Lidia N. Barabini2 y Susana A. Grees3

1 Médica Residente en Dermatología Pediátrica

2 Médica de Planta, Unidad de Dermatología Pediátrica

3 Jefa de la Unidad de Dermatología Pediátrica, Directora de la

Carrera de Médicos Especialistas en Dermatología Pediátrica,

Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, Ciudad

Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Hospital General de Niños Dr. Pedro de Elizalde, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

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