El problema de no considerar a la obesidad como una enfermedad

28/11/17, 10:20 WASHINGTON, noviembre 28: Una investigación estadounidense demostró que un porcentaje significativo de médicos no considera la obesidad como una enfermedad y al impedir su diagnóstico se genera una barrera para su tratamiento.

La sociedad estadounidense llegó a un récord histórico durante el 2017: casi el 40% de sus habitantes son obesos. Ahora, un nuevo estudio, pone el ojo en el momento del diagnóstico, que en muchas ocasiones no es realizado de la forma indicada.

El trabajo involucró a más de 3.000 pacientes con obesidad de los que entre un 71 por ciento admite haber conversado con su médico en los últimos 5 años. Sin embargo, pese a ello solo el 55 por ciento fue diagnosticado de obesidad.

El objetivo era identificar las principales barreras a la atención desde el punto de vista de las personas con obesidad, de los profesionales sanitarios y empleadores. Y según el Comité Directivo que lideró la iniciativa, patrocinada por Novo Nordisk, los resultados inducen a la colaboración para mejorar la educación, así como el cuidado y apoyo a las personas con obesidad.

“Aquellos que estamos en la comunidad médica debemos preguntarnos por qué esta enfermedad epidémica, como lo es la obesidad, no se diagnostica y trata con la misma urgencia y atención que cualquier otra enfermedad grave”, según destacó el director del Instituto de Obesidad, Metabolismo y Nutrición del Massachusetts General Hospital Weight Center (Estados Unidos), Lee Kaplan, autor principal del estudio.

Junto a este problema, otras barreras que obstaculizan la atención integral de este problema es que, en ocasiones, las personas con obesidad participan en varios intentos por perder peso pero solo unos pocos son capaces de mantener la pérdida de peso alcanzada. O que, a pesar del reconocimiento de la obesidad como una enfermedad, la mayoría de las personas con obesidad consideran que la pérdida de peso es responsabilidad suya, lo que puede impedirles a buscar la ayuda de su médico.

Asimismo, el diálogo paciente-profesional sanitario sobre el control del peso es insuficiente con pocas visitas de seguimiento, mientras que los programas de bienestar del empleador no satisfacen las necesidades de las personas con obesidad.

“Las barreras identificadas en el estudio destacan las oportunidades de cubrir los vacíos de conocimiento para facilitar la verdadera colaboración entre los diferentes agentes involucrados”, explica la coautora del estudio y miembro del comité directivo del estudio, Ángela Golden.

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