Bloqueo hormonal para evitar el sobrepeso

 

La menopausia se asocia con la pérdida de masa ósea y con un aumento de la adiposidad visceral. Recientemente, mediante el uso de un anticuerpo policlonal que se dirige a la subunidad β de la hormona folículo estimulante (FSH), se observó un incremento de la masa ósea en ratones. Este anticuerpo reduce bruscamente el tejido adiposo en ratones de tipo silvestre y causa el “pardeamiento” del tejido adiposo blanco. Además, aumenta la densidad mitocondrial de las células, activa el tejido adiposo pardo y potencia la termogénesis. Tales actividades biológicas resultan de una unión específica del anticuerpo a FSH, inhibiendo la acción hormonal. Estos estudios destacan las oportunidades para el tratamiento simultáneo de la obesidad y de la osteoporosis, lo que podría ofrecer nuevas alternativas terapéuticas.

FSH y tejido adiposo

En un reciente estudio Peng Liu y colaboradores presentaron evidencia de que la hormona folículo-estimulante (FSH) influencia la termogénesis y la adiposidad en ratones. Previamente también habían reportado que un anticuerpo policlonal que se dirige a la subunidad beta de FSH disminuye la pérdida ósea inducida por ovariectomía en estos mismos animales (Nature. 2017 Jun 1;546(7656):107-112). Este anticuerpo fue utilizado en una serie de experimentos en los que consistentemente mostró su efecto reductor de la adiposidad. Por ejemplo ratones C57BL / 6J machos y hembras de 3 meses de edad  fueron tratados durante 8 semanas con inyecciones intraperitoneales de anticuerpo anti FSH o IgG de cabra y se alimentaron con una ingesta equivalente a la del grupo control o con una dieta ad libitum con un consumo alto en grasas. El tratamiento resultó en una disminución significativa de la masa grasa en los animales, tal como se determinó por resonancia magnética nuclear cuantitativa, sin un cambio en la masa corporal total – un hallazgo que sugiere que el anticuerpo resulta en un incremento de la masa magra. 

Estos resultados se corroboraron con el uso de microtomografía computarizada, la que mostró que los volúmenes totales, subcutáneos y viscerales de grasa se reducen en respuesta al tratamiento con el anticuerpo FSH. Del mismo modo, los pesos de los depósitos grasos inguinal y gonadal fueron aproximadamente 40% más bajos en los animales tratados con el anticuerpo FSH en comparación a los controles con la IgG. La actividad del tejido adiposo marrón, pero no la de la masa del tejido adiposo se incrementó por el anticuerpo. El tratamiento también aumentó el gasto total de energía, lo que fue atribuido a un incremento del gasto energético en reposo y no al generado por la actividad física. Este hallazgo es consistente con la evidencia de que el anticuerpo FSH revierte la inhibición (dependiente de FDH) de la expresión de la proteína 1 de desacoplamiento lo que desacopla la respiración de la síntesis de ATP y por lo tanto, produce calor, estimulado el “pardeamiento” de adipocitos blancos (proceso a través del que adipocitos blancos se vuelven más parecidos a adipocitos pardos). Aparentemente, (aunque se provee evidencia limitada) los niveles de estradiol en suero se mantuvieron sin cambios en respuesta al anticuerpo FSH, lo que sugiere que modula FSH modula la adiposidad y la energética directamente, más que a través de sus efectos sobre el estradiol.

Los efectos observados sobre la adiposidad y la homeostasis energética son generalmente consistentes con la evidencia de que la ovariectomía (que eleva el nivel de FSH) provoca aumento de la ganancia de grasa y reducciones del gasto energético total y en reposo en ratones. Estos efectos de la ovariectomía son prevenidos por el tratamiento con estradiol – posiblemente mediados por una disminución del nivel en FSH inducido por estradiol. Sin embargo, el fenotipo obeso del receptor α de estrógeno de ratones  knockout, se asemeja al de los ratones sometidos a la ovariectomía.

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