Tratamiento no invasivo para fibromas uterinos es más seguro y tan efectivo como la cirugía
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- 16 de abril de 2019
- Ginecología y Obstetricia
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26 de marzo de 2019
De acuerdo con una nueva investigación presentada ayer durante la Reunión Científica Anual de la Sociedad de Radiología Intervencionista (Society of Interventional Radiology), la embolización de los fibromas uterinos (UFE, por sus siglas en inglés) permite tratar de manera efectiva dichos fibromas y con menos complicaciones posteriores al procedimiento, en comparación con la miomectomía, una cirugía para extirpar quirúrgicamente los fibromas uterinos.
Asimismo, las mujeres que se sometieron a este tratamiento mínimamente invasivo tuvieron una necesidad ligeramente menor de recibir tratamiento adicional que las que se sometieron a cirugía.
La UFE es un tratamiento mínimamente invasivo para los fibromas uterinos que es menos doloroso, preserva el útero y permite a las mujeres regresar a sus vidas antes que las opciones quirúrgicas. Sin embargo, investigaciones previas sugieren que las mujeres estadounidenses, la mayoría de las cuales experimentarán fibromas uterinos a la edad de 50 años, en gran medida no tienen conocimiento de la UFE a pesar de que lleva más de 30 años usándose como un tratamiento basado en la evidencia.
“Las mujeres tienen opciones para tratar sus fibromas uterinos. La UFE y la miomectomía son procedimientos con eficacia y durabilidad similares para el tratamiento de los fibromas, pero la UFE tiene menos complicaciones y estadías más cortas en el hospital“, señaló Jemianne Bautista-Jia, residente de radiología en Kaiser Permanente y autora líder del estudio. “Existen factores importantes que las mujeres deben considerar al elegir entre los procedimientos. Tales factores incluyen el riesgo de sangrado, la posibilidad de infecciones y el tiempo de recuperación“.
En el estudio, los investigadores analizaron los resultados de tratamiento de 950 pacientes con fibromas uterinos desde el 1 de enero de 2008 hasta el 31 de diciembre de 2014. La mitad de las pacientes se sometieron a UFE, un tratamiento no quirúrgico que elimina el suministro de sangre hacia los fibromas, haciendo que se encojan o desaparezcan. La otra mitad fue tratada quirúrgicamente a través de la miomectomía, un procedimiento que elimina los fibromas existentes.
Después de un seguimiento promedio de siete años, el estudio encontró que las mujeres que se sometieron a una miomectomía tuvieron una tasa más alta de complicaciones posteriores al procedimiento, incluida una tasa de transfusión de sangre del 2.9 por ciento, que fue significativamente más alta que la tasa del 1.1 por ciento de las mujeres que recibieron tratamiento con UFE . Las pacientes en ambos grupos de tratamiento demostraron un aumento significativo de la hemoglobina un año después del procedimiento inicial debido a la reducción del sangrado. Ambos métodos fueron comparativamente efectivos en función de la velocidad a la que se necesitaron intervenciones secundarias, como la UFE, la miomectomía y la histerectomía. Las segundas intervenciones se completaron en el 8.6 por ciento de las mujeres que recibieron una UFE inicial en comparación con el 9.9 por ciento de las mujeres que inicialmente se sometieron a una miomectomía.
Este estudio también reveló tasas similares de muerte fetal involuntaria para las mujeres que se sometieron a una UFE o miomectomía. Las investigaciones futuras deberían explorar el impacto de todos los procedimientos para fibromas que preservan el útero durante el embarazo, pues todavía no se conocen a profundidad.
Un fibroma uterino (leiomioma o mioma) es un tumor no canceroso que se manifiesta en las células musculares del útero. Estos crecimientos no se propagan a otras regiones del cuerpo y, por lo general, no son peligrosos. Mientras que algunas mujeres no experimentan síntomas, otras tienen un sangrado muy intenso y prolongado que puede ser debilitante, así como dolor pélvico y agrandamiento abdominal.
Los tratamientos para los fibromas uterinos pueden variar desde darles seguimiento o administrar medicamentos para aliviar los síntomas, hasta enfoques más invasivos, como la miomectomía y la histerectomía. La UFE cae en medio del espectro de opciones de tratamiento y se realiza a través de una pequeña incisión. Mediante el uso de imágenes en tiempo real, un radiólogo intervencionista guía un catéter hacia las arterias uterinas y luego libera pequeñas partículas para bloquear el flujo de sangre hacia los miomas.