Prueba de sangre experimental ayudaría a diagnosticar síndrome de fatiga crónica
- netmd
- 5 de junio de 2019
- Medicina General e Interna
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30 de abril de 2019
El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad tan misteriosa que tardó años en ser reconocida como una enfermedad legítima, y los médicos aún luchan por diagnosticarla con precisión.
Ahora, un análisis de sangre experimental ha detectado con éxito el síndrome, también conocido como SFC, en un hallazgo que se espera aporte nuevos conocimientos sobre la enfermedad inescrutable.
La investigación monitoreó los cambios en el patrón eléctrico de las células de una persona y marcó con precisión a todos los pacientes con SFC en un pequeño grupo de 40 personas, informaron los autores.
«Cuando hacemos hincapié en las células, podemos diferenciarlas fácilmente en función de la señal que están mostrando«, indicó el investigador principal Rahim Esfandyarpour, profesor asistente de ingeniería eléctrica y ciencias de la computación en la Universidad de California en Irvine (Estados Unidos). «Es una gran diferencia«.
Esfandyarpour trabajó en el desarrollo de la prueba junto con un equipo de científicos de la Universidad de Stanford.
Actualmente, los médicos deben diagnosticar el SFC según los síntomas que ha manifestado un paciente. No hay pruebas de laboratorio que puedan brindar un diagnóstico definitivo.
«No existe un biomarcador o herramienta de diagnóstico«, comentó Esfandyarpour. «Todo se basa en los síntomas«.
Hay veces que incluso a los pacientes se les dice que todo está en su imaginación. Según cálculos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), hasta 2.5 millones de estadounidenses sufren de SFC y 9 de cada 10 no han sido diagnosticados.
Uno de los síntomas clásicos del SFC es la fatiga extrema que se produce después de esforzarse, ya sea física o mentalmente, reportaron los investigadores.
Esfandyarpour y el equipo de Stanford plantearon la hipótesis de que esta fatiga podría ocurrir hasta el nivel celular, ya que las células sanguíneas de un paciente con SFC responden al estrés de una manera más lenta que las de las personas sanas.
Así que crearon una forma de rastrear el metabolismo de dichas células mediante la observación de su actividad eléctrica.
Las células se exponen a una dosis de sal, colocándolas en un estado de estrés.
Luego, los investigadores aplican una corriente eléctrica a través de las muestras de células para ver cómo el estrés afecta la respuesta de las células a la corriente. Los grandes cambios en la corriente indicaron que las células sanguíneas se estaban sacudiendo bajo el estrés, incapaces de reunir una respuesta adecuada, una señal de que el SFC puede dificultarlas.
Todas las muestras de sangre de 20 pacientes con SFC crearon un claro aumento en la prueba, mientras que las de 20 pacientes control sanos revelaron que eran mejores para manejar el estrés.
La prueba requiere un examen más profundo en grupos de pacientes más grandes, para verificar su precisión y para comprender mejor lo que está sucediendo con estas células, refirió Esfandyarpour.
«Vimos una gran diferencia entre los pacientes con SFC y los controles sanos, pero aún necesitamos realizar más experimentos para comprender los mecanismos que contribuyen a este resultado que estamos observando y asegurarnos de que esta respuesta sea específica para el SFC«, expresó Esfandyarpour.
El doctor Phil Fischer, experto en fatiga crónica de la Clínica Mayo y ajeno al estudio, señaló que la nueva prueba revela una «notable diferencia entre los pacientes con fatiga y los pacientes control sanos».
El especialista estuvo de acuerdo en que se necesita más investigación para analizar exactamente lo que está sucediendo aquí.
«Aún no sabemos si la diferencia se debe a la fatiga crónica o a una consecuencia secundaria de la fatiga, como la reducción del ejercicio físico«, dijo Fischer. «Aún no sabemos cómo cambiaría este marcador desde el comienzo de la fatiga hasta más tarde, y no sabemos si se vería afectado por el tratamiento. Tampoco sabemos qué significa este marcador para los objetivos potenciales de tratamiento«.
El objetivo final es crear un dispositivo portátil, de mano y fácil de usar que permita a los médicos detectar fácilmente el SFC, aseveró Esfandyarpour.
«Ojalá no sea solo un estudio y nunca tenga una plataforma práctica real«, acotó Esfandyarpour sobre estos resultados. «Estamos tratando de presionar para que se convierta en un producto real que pueda ser utilizado por los médicos«.
El dispositivo también podría usarse para probar en el laboratorio medicamentos que puedan tratar el SFC antes de los ensayos clínicos, añadió Esfandyarpour.
Los hallazgos se publicaron recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.