Actualización en la comprensión y manejo de la intoxicación por acetaminofén

Resumen:

La intoxicación por acetaminofén es una de las causas más frecuentes de falla hepática aguda fulminante y una de las principales causas de atención en los servicios de urgencias, por intoxicación debida a medicamentos. Recientemente, se han registrado avances en la comprensión fisiopatológica, diagnóstico y tratamiento de esta entidad clínica. Los mecanismos de estrés oxidativo y daño del ADN mitocondrial explican los daños producidos en esta intoxicación. En esta revisión se presentan aspectos referentes a la epidemiología, mecanismos fisiopatológicos, diagnóstico y tratamiento de la intoxicación por acetaminofén.

Introducción

El acetaminofén fue sintetizado por primera vez a finales del siglo XIX. Sin embargo, solo después de la década de los cincuenta se convirtió en uno de los medicamentos analgésicos y antipiréticos de venta libre más utilizados en todo el mundo (1,2); más del 90% de la población reconoce su utilidad para el manejo del dolor, y un 50%, para el manejo de la fiebre (3).

El acetaminofén es un medicamento considerado seguro, por su amplia ventana terapéutica; en consecuencia, el riesgo de sobredosis por una toma inadecuada disminuye. A pesar de ello, las intoxicaciones por acetaminofén son relativamente frecuentes en la población general (4). La intoxicación puede conducir a alteraciones severas del estado general, principalmente un grave daño hepático. En Estados Unidos, la intoxicación por acetaminofén es causante del 39% de falla hepática aguda, es decir, la más frecuente (5).

En la actualidad, el estudio de la intoxicación por acetaminofén (IA) es un campo activo de investigación, dado el incremento en la producción bibliográfica sobre este tema (6). El objetivo de este artículo es revisar aspectos relacionados con la epidemiología, la fisiopatología, el diagnóstico y el manejo de la IA.

Epidemiología

Un estudio realizado en España entre 2005 y 2010 encontró que la incidencia de la IA es de 2 casos por cada 10.000 personas, con una tendencia al aumento, probablemente, debido a la mayor formulación, disponibilidad del medicamento y sensibilización hacia la detección de casos de intoxicación (7).

En Estados Unidos, la IA produce más de 400.000 visitas a los servicios de urgencias, genera costos directos de atención por más de mil millones de dólares por año (8), con una prevalencia de admisiones a servicios de urgencias del 5,8% de los casos relacionados con intoxicación por medicamentos (8).

Un estudio realizado en Chile documentó que las intoxicaciones por medicamentos corresponden al 0,5% del total de admisiones en los servicios de urgencias, y de ellas, el 6,8% son debidas a intoxicación por acetaminofén (9,10), es decir, la frecuencia de la intoxicación se presenta de manera similar en Chile y Estados Unidos.

Factores de riesgo asociados

Algunos estudios han revisado los factores asociados con la presentación de la IA. La mayoría de los casos se da cuando el acetaminofén se prescribe en combinación con otros principios activos, especialmente opioides. Alrededor del 50% de estos casos no son intencionales y se relacionan con una sobredosificación para mejorar el control sintomático del dolor (11). Otro estudio muestra que el 30% de los casos de IA se ha detectado con el suministro del acetaminofén sin combinaciones, y el 17%, en combinación con difenhidramina (12). La edad es un factor relacionado con la frecuencia aparición de casos, especialmente aquellos que son intencionales (edad entre los 14 y los 24 años); sin embargo, una edad superior a los 40 años es un factor de riesgo plenamente identificado para una mayor mortalidad, es decir, aunque la frecuencia de intoxicaciones es mayor en la adolescencia, la severidad del cuadro clínico es superior en los adultos (13). Estos aspectos deben ser tenidos en cuenta para la identificación y manejo de la IA.

Otros factores de riesgo parecen estar relacionados con las causas de prescripción del medicamento. En un estudio de casos y controles se encontró que el dolor de origen odontológico se constituye en un factor de riesgo para la sobredosis por acetaminofén (OR: 12,6; IC95%: 4,2-47,6) (14). Así mismo, hay factores que influyen en el riesgo de presentación de una IA y en el desarrollo de hepatotoxicidad: el consumo crónico de alcohol, la ingesta de medicamentos que incrementan la actividad de la CYP2E1, la malnutrición, el embarazo y la enfermedad hepática crónica (15).

Una de las complicaciones de la IA es la falla hepática fulminante, caso en el cual estaría indicado un trasplante hepático. Recientemente se publicaron los resultados de un estudio multicéntrico en Europa en el cual se encontró que la IA es causa del 20% de los casos de falla hepática aguda que requirieron trasplante hepático (16).

Rafael Gustavo Castellanos Garzón

Elkin René Barrios Peralta

Alberto Vides

Hospital San Ignacio, Colombia

María Francisca Olarte

Universidad del Rosario, Colombia

Universidad Católica Luis Amigó, Colombia

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http://revistas.javeriana.edu.co/files-articulos/UMED/59-4%20(2018-IV)/231056644006/