La diálisis peritoneal en Centroamérica y el Caribe: estado actual, necesidades y propuestas

Resumen

La enfermedad renal crónica es un problema mundial y la prevalencia de pacientes en terapia de reemplazo renal (TRR) aumenta constantemente. Nuestros países son mayormente de renta media baja, y sobre la carga habitual de pacientes diabéticos e hipertensos enfrentamos la epidemia de la nefropatía mesoamericana. Considerando esto, la Asociación Centroamericana y del Caribe de Nefrología e Hipertensión/Región 4 de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión organizó reuniones con las sociedades de nefrología de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Cuba para conocer la situación y generar propuestas. En este documento presentamos los resultados de la reunión de diálisis peritoneal (DP), su estado actual en la región como opción de TRR y propuestas para mejorarla. En 2017 la población de los ocho países era de 69,283,417 habitantes; 27,170 pacientes estaban en TRR dialítica: 18,020 (66.3%) en hemodiálisis y 9,150 (33.7%) en DP. No obstante, con diferencias notables entre países. La prevalencia regional de pacientes en TRR dialítica era: 392.2 pacientes por millón de población (pmp). Por países: El Salvador 677.2, Panamá 526.3, Nicaragua 512.5, Guatemala 400.4, República Dominicana 359.4, Honduras 345.1, Cuba 276.1, Costa Rica 138.9 pmp. La prevalencia regional de pacientes en DP era: 132.1 pmp. El Salvador (380.1), Guatemala (217.2) y Costa Rica (103.1) presentaban las prevalencias más altas; República Dominicana (85.7), Honduras (20.1) y Cuba (6.1) las más bajas. En Nicaragua y El Salvador muchos pacientes en la salud pública todavía utilizaban modalidades obsoletas de DP, indicando presupuestos insuficientes o programas sobrecargados. Las modalidades modernas de DP son una alternativa efectiva de TRR aún no explotada completamente en la región y presentamos recomendaciones para potenciarla.

Introducción

La enfermedad renal crónica (ERC) es una enfermedad crónica no transmisible de alta relevancia mundial y es considerada como una epidemia moderna debido al incremento en el número de casos, empujada mayormente por la también creciente prevalencia global de diabetes mellitus (DM) e hipertensión arterial (HTA)1. La región centroamericana y del Caribe no es la excepción y, de hecho, la atención a la ERC ha sido considerada como una de las áreas de acción urgentes en salud pública2.

La ERC se estratifica en 5 estadios de acuerdo a la tasa de filtrado glomerular (TFG) del paciente, siguiendo la clasificación de las guías Kidney Diseases: Improving Global Outcomes3, siendo el estadio 5 o definitivo el que representa la mayor carga para los sistemas de salud, pues implica la necesidad de terapia de reemplazo renal (TRR), ya sea mediante alguna técnica dialítica –diálisis peritoneal (DP) o hemodiálisis (HD)– o mediante trasplante renal, tratamientos crónicos que imponen una alta carga económica aun a los países con mejores índices de desarrollo. La DP domiciliaria se ofrece actualmente a alrededor del 12% de los pacientes en América Latina. La cifra supera el 30% en algunos países, pero en otros es muy baja. Esta gran heterogeneidad se explica nuevamente por motivos socioeconómicos y regionales4. La penetración de la DP en América Latina es baja si consideramos que su costo económico es menor que el de la HD y que el porcentaje de pacientes en DP sería mucho mayor si los pacientes estuvieran bien informados y se les permitiera elegir5,6.

Aunado a la importante carga de pacientes con ERC asociada a los factores de riesgo clásicos (DM, HTA, obesidad y edad)7, la región centroamericana presenta adicionalmente una alta incidencia, prevalencia y mortalidad de pacientes con ERC asociada a un nuevo tipo de ERC, cuya causa aún no ha sido dilucidada, conocida como la nefropatía mesoamericana o ERC de causa no tradicional, que presenta importantes focos endémicos por toda la costa del océano Pacífico centroamericano, donde la incidencia de pacientes con ERC estadio 5 o definitivo puede llegar a superar los 1,400 casos anuales por millón de población (pmp) 8,9. Esta carga doble de enfermedad, tanto por las causas clásicas como por la nefropatía de causa no precisada o ­mesoamericana, en el contexto de países con economías emergentes, se traduce en una alta mortalidad por ERC. En algunas zonas de Centroamérica, la tasa de mortalidad por enfermedad renal ajustada alcanza los 89 por 100,000 habitantes, y dos países de esta región, El Salvador y Nicaragua, presentan algunas de las tasas de mortalidad más altas del mundo10,11.

Se estima que una proporción significativa de pacientes de la región de Centroamérica y el Caribe no tienen acceso a las opciones de TRR modernas que les garanticen una ­adecuada sobrevida, pues, a pesar de las elevadas tasas de incidencia, la prevalencia de pacientes en TRR se encuentra muy por debajo de la media latinoamericana y las tasas de mortalidad son altas. Esto puede deberse a múltiples causas, entre ellas, a presupuestos estatales insuficientes en materia de salud renal que no alcanzarían a ser adecuados para sufragar los gastos de las terapias y/o medicamentos, a un déficit de plazas disponibles para HD en comparación con la alta demanda (incidencia) de pacientes y a la escasez de recursos humanos capacitados, como personal de enfermería y nefrólogos, entre otros. En el año 2014, la Organización Panamericana para la Salud (OPS) y la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e ­Hipertensión (SLANH) desarrollaron un documento conjunto para promover estrategias e impulsar acciones tendientes a elevar la tasa de TRR hasta 700 pacientes pmp en cada país de Latinoamérica para el año 201912. Sin embargo, la prevalencia actual de las TRR dialíticas no se conoce con exactitud en esta región debido a que la mayoría de los países no cuentan con registros oficiales de diálisis y trasplante. Por tanto, la recolección de los mejores estimados posibles es de gran ayuda para que cada país ubique su situación con relación a la meta propuesta.

Considerando esta situación, la Asociación Centroamericana y del Caribe de Nefrología e Hipertensión (ACECANH)/Región 4 de la SLANH organizó una serie de reuniones regionales con el objetivo de atender la problemática de la ERC. Hasta la fecha se han realizado reuniones sobre la nefropatía mesoamericana (Antigua Guatemala, Guatemala, febrero de 2017), DP (La Romana, ­República Dominicana, julio de 2017), trasplante renal (San Salvador, El Salvador, agosto de 2017) y HD (Panamá, Panamá, febrero de 2018). En este artículo detallamos la ­información recopilada durante la reunión regional de DP realizada del 21 al 24 de julio de 2017 en La Romana, República Dominicana, donde participaron delegados y presidentes de las distintas sociedades de nefrología de los ocho países miembros de la ACECANH/Región 4 SLANH: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Cuba, así como representantes de la SLANH y de la International Society of Peritoneal Dialysis. El objetivo de la reunión fue conocer la situación de la terapia de DP en cada uno de los países y la región, teniendo como objetivos específicos: conocer la demografía de los pacientes en DP, si existen registros de DP en los distintos países de la región, las características de la atención a pacientes en DP, los indicadores clínicos utilizados y sus barreras y ­limitaciones, con el fin de plantear alternativas de mejora y buscar maneras de promover su modernización y generalización en la región, buscando como fin último el poder ofrecer a los pacientes con ERC estadio 5 una opción de tratamiento moderno y a la vez sostenible en el contexto de nuestros países mayormente con economías emergentes y en apoyo a los lineamientos brindados por OPS/SLANH.

Ramón García-Trabanino1,2*, Luis Arroyo3, Karen Courville4, Carlos Ignacio Chica5, Raúl Bohorques6, Gaspar Rodríguez7, Justo Oyuela8, Thyago Moraes9, Héctor Martínez10, Guillermo Álvarez Estevez11, en nombre del Comité de Diálisis Peritoneal de la Asociación Centroamericana y Caribe de Nefrología e Hipertensión

1Centro de Hemodiálisis, San Salvador, El Salvador; 2Fondo Social de Emergencia para la Salud, Cantón Tierra Blanca, Usulután, El Salvador; 3Comité de Diálisis Peritoneal de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión, Guatemala, Guatemala; 4Hospital Dr. Gustavo N. Collado R. Chitré, Herrera, Panamá; 5Servicio de Diálisis Peritoneal Ambulatoria, Hospital Médico Quirúrgico, Instituto Salvadoreño del Seguro Social, San Salvador, El Salvador; 6Instituto de Nefrología, La Habana, Cuba; 7Unidad de Hemodiálisis, Instituto Hondureño de Seguridad Social, Tegucigalpa, Honduras; 8Unidad de Hemodiálisis, Hospital Escuela Universitario, Tegucigalpa, Honduras; 9Pontificia Universidade Catolica do Parana, Curitiba, Parana, Brasil; 10Hospital Francisco Moscoso Puello, Santo Domingo, República Dominicana; 11Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada, Conferencias Médicas y Telemedicina CEDIMAT, Santo Domingo, República Dominicana

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

http://www.nefrologialatinoamericana.com/frame_esp.php?id=8