Trasplante renal en paciente con diagnóstico de esquizofrenia. Reporte de caso

Resumen

Se presenta el caso de una paciente de sexo femenino de 42 años de edad con diagnóstico de esquizofrenia de larga data e insuficiencia renal crónica estadio V. Tras tratamiento sustitutivo de aproximadamente dos años ingresa en lista de espera para trasplante renal con donante fallecido. Recibe trasplante donante fallecido con buena evolución y favorable adaptación a las intercurrencias acontecidas en el transcurso del proceso. Este caso representa una posibilidad para pacientes con diagnóstico de esquizofrenia puedan recibir un trasplante renal con favorable evolución resaltando diversos aspectos a contemplar a fin de garantizar el éxito de dicha intervención.

INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas los trasplantes de órganos sólidos se han convertido en una opción válida no excepcional para el tratamiento de diversas patologías crónicas e irreversibles. Características de esta intervención son la complejidad que conlleva, ya que implica la participación de múltiples agentes así como también intervenciones que el paciente trasplantado debe realizar para garantizar la supervivencia del injerto.(1) Todos los años, los pacientes en lista de espera superan a los trasplantados. En Estados Unidos anualmente hay aproximadamente 150.000 personas en lista de espera y se consuman menos de 30.000 trasplantes. El tiempo aproximado para recibir un trasplante en ese país es de 2 años. En la espera cerca del 20 % de los pacientes pierden su chance terapéutica. Pacientes con enfermedades mentales severas conforman esas listas.(2-4) En Argentina, al momento, existen al menos 11.135 pacientes en lista de espera para un número de 6709 trasplantes por año.(5) La esquizofrenia afecta aproximadamente al 1% de la población mundial. La esperanza de vida de estos pacientes se reduce en más de 10 años en comparación con la población general. Esta patología suele diagnosticarse a edad temprana y afecta distintas funciones psíquicas incluyendo cognición, percepción, contenido de pensamiento, así como también conlleva a un pobre desempeño social y laboral. La prevalencia de conductas suicidas en estos pacientes oscila entre el 20 y el 42%, mientras que la tasa de suicidios consumados es aproximadamente 20 veces superior al de la población general. Pacientes afectados por esta patología presentan mayor morbilidad y consumo de sustancias. En relación a las comorbilidades presentan riesgo aumentado de síndrome metabólico, relacionado al tratamiento con antipsicóticos de segunda generación, mayor prevalencia de enfermedades de transmisión sexual, patología respiratoria consecuencia del hábito tabáquico y mayor mortalidad por cáncer de pulmón. Prevalencia aumentada de enfermedades autoinmunes a excepción de artritis reumatoide.(6-8) Estos pacientes suelen tener baja tasa de adherencia a los tratamientos psicofarmacológicos y psicoterapéuticos. Por todo esto, si bien esquizofrenia no se considera contraindicación absoluta para recibir un trasplante, muchos pacientes que sufren este cuadro no son considerados candidatos posibles para recibir este tratamiento.(8) El objetivo de este reporte es presentar el caso de una paciente con diagnóstico de esquizofrenia que recibió un trasplante renal destacando qué requisitos deben estar garantizados para llevar adelante en forma satisfactoria tal intervención en esta población.

Alejo F. Agranatti, Jihan Sleiman, María del Carmen Vidal y Benito, Gervasio Soler Pujol

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http://www.revistarenal.org.ar/index.php/rndt/article/view/203