Colapsoterapia con protesis mamaria expandible en el tratamiento de la tuberculosis pulmonar
- netmd
- 7 de septiembre de 2018
- Neumonología
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Resumen
La colapsoterapia es una técnica usada para obliterar lesiones cavernomatosas por destrucción pulmonar como secuelas de infecciones por tuberculosis. Fue descrita inicialmente en 1882 y se utilizaron diversos materiales como tejido adiposo y óseo, mezcla de varias parafinas y esferas de polimetilmetacrilato (esferas de Lucite), que causaron complicaciones importantes. Con el advenimiento de la terapia antibiótica disminuyó su uso dada la excelente respuesta al tratamiento. En la actualidad y en especial por la aparición de cepas multidrogorresistentes, se están presentando casos nuevos de pacientes con cavernas extensas cuya única opción terapéutica es la intervención quirúrgica para obliterar la caverna. En este contexto, desempeña, un papel importante las prótesis mamarias expandibles ya que disminuyen las complicaciones generadas por las técnicas empleadas en el pasado. Se expone el caso de un paciente de 49 años con tuberculosis de difícil manejo asociada a gran caverna pulmonar tratada con colapsoterapia con prótesis mamaria expandible con respuesta excelente a corto plazo.
Introducción
La tuberculosis es la principal causa infecciosa de muerte en el mundo, con un total de 9.6 millones de casos reportados globalmente y 1.6 millones de muertes reportadas en 2014. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 480.000 casos se debieron a multidrogorresistencia. Menos de la mitad de los pacientes que ingresaron en tratamiento para tuberculosis multidrogorresistente completaron con éxito el tratamiento debido principalmente a la alta mortalidad y la pérdida en el seguimiento (1, 2). Es por esto que, como en los años 50, el manejo quirúrgico de esta patología se convierte nuevamente en parte integral de su tratamiento. En 1882 Forlanini fue el primero en utilizar el término de colapsoterapia para describir una serie de técnicas quirúrgicas con las que se busca un proceso esclerótico para contrarrestar las fuerzas elásticas del pulmón e inducir el cierre de la caverna (3). El principio de la colapsoterapia es reducir los niveles de oxígeno e inhibir el crecimiento del bacilo en la caverna, la cual requiere oxígeno para su metabolismo(2). A su vez Schede, en 1890, describió la primera toracoplastia total, removiendo las costillas con el periostio y los músculos intercostales, dejando solo el músculo pectoral y la piel como cobertura de las vísceras torácicas con la consiguiente deformidad torácica y lumbar y alteración en la configuración pulmonar. Una alternativa era la toracoplastia descrita por Andrew, que requiere una resección extensa de la pared torácica incluyendo las costillas, en el caso de grandes cavitaciones, obliterándola con una oposición de pulmón y pleura visceral con un colgajo pleuro-periostio-intercostal (4). En 1911 Tuffier concibió la idea de llenar la cavidad creada por la pleurólisis con algún material que impidiera su desaparición, empleando inicialmente tejido adiposo de otro enfermo, el cual fracasaba al reabsorberse; Baer propuso, entonces, en 1913, que el material ideal debía ser blando, maleable, elástico y no reabsorbible, encontrando estas propiedades en una masa que creó con la fundición de varias parafinas (4); en 1938 Brock fue el primero en documentar el plombaje extraperiósteo o pleurólisis extrapleural utilizada ampliamente durante la década de los 40 y 50, con una efectividad quirúrgica superior al 75% (3). No obstante, su uso disminuyó con la llegada de la terapia antibiótica: la estreptomicina en 1945, el ácido paraaminosalicílico en 1946, la isoniazida en 1951 y la rifampicina en 1996. Una de las técnicas más utilizadas en los años 50 era el plombaje con esferas de polimetilmetacrilato (esferas de Lucite) ideadas por Wilson, con las cuales se presentaban serias complicaciones como infección, migración, fístulas, perforación de la pared torácica, erosión de vasos sanguíneos y cáncer (2, 5). Existen más de veinte tipos de procedimientos descritos para obliterar lesiones cavernosas, de los cuales los más utilizados eran el neumotórax artificial, la parálisis frénica temporal o definitiva, las toracoplastias y el plombaje o pleurólisis extrapleural, y se consideraba exitosa la cirugía cuando se lograba un colapso de la caverna o una baciloscopia (BK) negativa (3, 2). Se presenta el caso de un paciente de 49 años con tuberculosis pulmonar de difícil manejo, en quien se realizó colapsoterapia con prótesis mamaria expandible con respuesta clínica favorable a corto plazo, con lo cual se rescata este procedimiento y se observa que el uso de materiales probados en otras indicaciones colocado en forma intrapleural, disminuye la morbilidad asociada al uso de materiales previamente utilizados
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