El virus respiratorio sincicial: patógeno de niños… y de grandes

RESUMEN

Desde el descubrimiento del virus respiratorio sincicial (VRS) en 1956, se ha demostrado en todo el mundo su impacto como el principal causante de infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB) que requieren hospitalización en el lactante. Posteriormente se ha descrito que una inadecuada respuesta inmune favorece reinfecciones en la infancia. Más recientemente, numerosos trabajos epidemiológicos lo han asociado a IRAB en adultos, especialmente de tercera edad y en ciertos pacientes inmunocomprometidos. Se ha avanzado en el conocimiento de la estructura y función de los diferentes componentes del VRS, lo que ha permitido facilitar su diagnóstico y avanzar en estrategias de desarrollo de antivirales y vacunas. En efecto, el diagnóstico de laboratorio de VRS es muy simple en niños, por su alta excreción viral, pero para demostrar su participación en adultos se requieren técnicas de alta sensibilidad. La patogenia de la infección es muy compleja y muchos aspectos todavía no se han aclarado. Intervienen factores dependientes del virus -cepa, dosis infectiva, capacidad del virus de inhibir la respuesta inmune- y del hospedero humano, como edad, enfermedades concomitantes, integridad del aparato inmune y otros. Se menciona que otros factores como frío, humedad ambiental, contaminación aérea, hacinamiento, también actuarían en combinación con los inicialmente mencionados. Es necesario conocer los mecanismos responsables de la adquisición de inmunidad contra el VRS para entender las estrategias usadas en el intento de desarrollar vacunas, cuyos esfuerzos son todavía infructuosos. Actualmente se conoce bastante del VRS como patógeno de niños. Sin embargo, cada día se documenta más su participación en enfermedades de adultos, por lo que haremos un resumen para promover su consideración como posible patógeno respiratorio.

Epidemiología

El virus respiratorio sincicial contagia a cerca del 50% de los niños en su primer año de vida y a los 2 años prácticamente todos han tenido contacto con el virus. Se estima que 2-3% de las primeras infecciones requiere atención hospitalaria por su gravedad. Por eso, se le considera el principal agente causante de hospitalizaciones infantiles por infección respiratoria aguda baja (IRAB) y el responsable del aumento de la demanda de atención de salud que ocurre todos los inviernos en Chile1,2.

En adultos la demostración de la infección por VRS ha estado muy ligada al desarrollo de diagnóstico de laboratorio específico y limitada por la menor excreción de virus en secreciones respiratorias, comparado con los lactantes y niños pequeños. En la década de los ′80 se empezó a demostrar la etiología de la infección respiratoria baja por VRS en adultos, comparándola con influenza, basado en técnicas serológicas, aislamiento viral e inmunofluorescencia36. Posteriormente, el desarrollo del diagnóstico molecular ha permitido demostrar la participación del VRS en muchos cuadros respiratorios del adulto institucionalizado712, en inmunocomprometidos13 y en adultos con factores de riesgo, en los cuales la infección ha demostrado ser de mayor gravedad. Hoy día se debe considerar la participación viral en entidades clínicas clásicamente relacionadas con bacterias, como la neumonía adquirida en la comunidad, la EPOC y otras1417.

Patricia V. Díaz A.* 

Luis Fidel Avendaño C.* 

*Instituto de Ciencias Biomédicas, Facultad de Medicina. Universidad de Chile

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https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-

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