Día Internacional del Cáncer de Pulmón: 17 de Noviembre de 2018
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- 16 de noviembre de 2018
- Oncología Médica
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Día Mundial contra el Cáncer de Pulmón
La medicina de precisión es una aproximación innovadora que permite al oncólogo médico adaptar el tratamiento en función de las necesidades y características individuales del paciente. Avances en este campo han conducido a nuevos tratamientos adaptados al perfil genético del tumor de un individuo
Los distintos perfiles moleculares están cambiando la forma en la que se aborda esta enfermedad. Hasta el momento se conocen más de 10 alteraciones genéticas que regulan procesos clave, tales como proliferación y supervivencia celular y pueden ser un detonante del desarrollo de la enfermedad. Estas alteraciones genéticas permiten además al oncólogo médico conocer qué tipo de terapia podría ser la más eficaz para su paciente. Hoy en día conocemos distintos tipos de cáncer de pulmón, de los cuales el más frecuente es el cáncer de pulmón no microcítico (CPNM).
El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en la población general, siendo en hombres la primera causa de muerte en todos los países y en mujeres la tercera tras el cáncer de mama y el de colon en España. A nivel mundial, se producen 1,59 millones de muertes anuales. Todavía es una enfermedad de difícil manejo debido a que generalmente se diagnostica en fase avanzadav. En esta fase de la enfermedad la supervivencia a cinco años se sitúa en torno al 4,7 por ciento.
Para la doctora Pilar Garrido, Jefe de sección responsable de la Unidad de tumores torácicos del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal, “el futuro del cáncer de pulmón se encuentra en la medicina de precisión. Ya conocemos distintos biomarcadores predictivos de eficacia de distintos tratamientos como EGFR, ALK o ROS1. Mediante la determinación del biomarcador en el tumor se identifican aquellos pacientes con más posibilidades de beneficiarse de un tratamiento dirigido”. Y añade, “la identificación de pacientes portadores de una determinada característica genética y el descubrimiento de medicamentos que actúen sobre la misma, permite ofrecer un tratamiento que contribuye a una mejor calidad de vida y mejores resultados terapéuticos. Por ello, la determinación sistemática de biomarcadores predictivos de eficacia de tratamientos disponibles debería estandarizarse con el fin de que ningún paciente pierda la posibilidad de un beneficio clínico. Esto es especialmente relevante teniendo en cuenta la complejidad del diagnóstico (con biopsias pequeñas y difíciles de obtener en muchos casos) y el cada vez mayor número de biomarcadores necesarios para un adecuado tratamiento.”
En este sentido la doctora Garrido explica, “A ello hay que añadir que alguna de estas alteraciones son muy poco frecuentes. Por ejemplo, se estima que la translocación del gen ALK, se registra entre el 3 y 5 por ciento de los pacientes con cáncer de pulmón no microcítico siendo más frecuente en pacientes jóvenes, con histología adenocarcinoma y no fumadores.” Cuando la vía ALK se inhibe, se bloquea un importante mecanismo de crecimiento y, supervivencia de las células tumorales. Este hecho puede conducir a la estabilización o a la regresión de tumores en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) ALK positivosviii.
En cuanto a la alteración ROS1, “el reordenamiento ROS1 se produce cuando este gen se fusiona a otro gen dando lugar a lo que llamamos gen de fusión, cuyo resultado es un cambio en la forma en la que cada uno de ellos funcionaría normalmente. Esto da lugar a una proteína de fusión que en último término podría ser responsable del crecimiento de tumores”. Y concluye, “los datos epidemiológicos sugieren que el reordenamiento en ROS1 está presente en aproximadamente el 1-2 por ciento de los casos de CPNM. De los aproximadamente 1,5 millones de casos nuevos de CPNM cada año en todo el mundo, aproximadamente en 15.000 podríamos detectar la presencia de reordenamientos en el gen ROS1. Una vez identificados, estos pacientes son susceptibles de tratamiento con fármacos dirigidos”, comenta la doctora Garrido.