El rol de la enfermería en el manejo del paciente con artritis rematoide

 

Resumen
Este artículo presenta el rol de las enfermeras en su interacción con el paciente de Artritis Reumatoide, así como su contribución y apoyo para el bienestar de estos pacientes.

En reumatología las enfermeras a menudo actúan como intermediarias entre pacientes y reumatólogos. Como resultado de los nuevos tratamientos de las enfermedades reumáticas el papel de la enfermera debe experimentar una evolución.

La función que desarrollan estas profesionales de la salud en la atención y en el tratamiento de los pacientes con artritis crónicas (artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, artritis psoriásica) varía de una manera importante, debido a su distinto nivel de formación, entrenamiento y experiencia. En el contenido de su trabajo también influyen las diferentes regulaciones de los servicios de salud, así como la estructura del consultorio médico, hospital o en cualquier otro lugar donde se dedique de manera profesional a ofrecer servicios de salud especializados.

Desde mi perspectiva como enfermera; los pacientes deben recibir respeto, atención, comprensión y educación. Una vez llegan a la oficina médica deben sentir la confianza para expresar los síntomas presentados durante los últimos meses con el objetivo de obtener un historial sobre el progreso de su enfermedad. Los objetivos principales son favorecer el auto cuidado mediante el aumento de conocimientos y proporcionar herramientas que faciliten la toma de decisiones sobre cómo manejar su enfermedad.

La educación es indispensable en el manejo del paciente al punto de representar una de las intervenciones más costo efectivas en el paciente reumático. En la oficina o consultorio médico la enfermera es una facilitadora. La educación permite que el paciente pueda participar de manera activa en la toma de decisiones sobre el tratamiento.  La educación del paciente debe ser un proceso planificado que tenga como meta mejorar las estrategias de cuidado y aumentar las capacidades de autocuidado para aumentar el conocimiento de los pacientes del proceso de su enfermedad, de las estrategias y objetivos del tratamiento (conseguir la remisión clínica de la enfermedad o una baja actividad de la misma), rehabilitación, estrategias de autocuidado (técnicas de protección articular).

La implicación en el tratamiento de estos enfermos permite a las enfermeras ofrecer información oportuna a los pacientes con la enfermedad inicial o con la enfermedad ya evolucionada.

“La mayoría de los estudios muestran un aumento significativo de la satisfacción con la información, empatía, actitud y acceso rápido a cuidados en los pacientes con Artritis Reumatoide cuando estos están monitorizados por enfermeras”

La educación también debe de dirigirse hacia la detección de los factores de riesgo para desarrollar otras enfermedades que presentan los pacientes con artritis.

Las enfermeras deben jugar un papel importante en alcanzar los principios básicos del tratamiento médico al paciente con artritis, esto es: intentar conseguir la remisión de la enfermedad o el nivel de actividad más bajo posible, mediante el fomento de la adherencia de los pacientes al tratamiento.

En conjunto, la literatura médica demuestra que la educación impartida por enfermeras mejora el conocimiento de la enfermedad y de sus consecuencias.

 

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