Lesión osteocondral extensa de cóndilo femoral; tratamiento en un tiempo con matriz colágena y concentrado de médula ósea – reporte de un caso

Resumen

El tratamiento de las lesiones osteocondrales de gran tamaño y profundidad resultan un desafío debido a que las técnicas habituales (microfractura o transplante osteocondral autólogo), son insuficientes para cubrir el defecto; eso es particularmente importante en pacientes jóvenes, pues se debe intentar técnicas que generen la menor comorbilidad posible. Presentamos un caso de un paciente de 18 años con una lesión osteocondral de 6 cm2 por 14 mm de profundidad, tratado mediante autoinjerto óseo, concentrado de médula ósea y matriz colágena, con resultados satisfactorios tanto en lo funcional como en lo imagenológico. Esa técnica presenta la ventaja de realizarse en un tiempo y con una fuente de células troncales mesenquimáticas (Médula ósea), validada en la literatura y altamente reproducible.

Introducción

El manejo de las lesiones osteocondrales, sigue siendo unos de los mayores desafíos en la práctica de cualquier traumatólogo. Eso se debe a que el cartílago es un tejido altamente especializado y con propiedades biomecánicas muy particulares, lo que sumado a su escaso poder de reparación, se traduce en dolor y un pobre desempeño en las actividades del paciente si esas lesiones no son tratadas adecuadamente.[]

Las estrategias clásicas para intentar reparar lesiones focales de cartílago, dependiendo del tamaño y profundidad de la lesión y de si existe o no compromiso del hueso subcondral, incluyen: debridamiento; estimulación de la médula ósea (microfracturas); técnicas basadas en células, solas (ACI) o con uso de diferentes matrices (MACI), y el uso de injertos osteocondrales autólogos o alogénicos para los de mayor tamaño.[2] [3] La selección de cada una de esas técnicas, dependerá de características propias del paciente tales como la edad, el tipo de actividad física y de manera muy importante, de las características propias de la lesión (geometría, tamaño, ubicación) y de la articulación (alineamiento, estabilidad, indemnidad meniscal).[4] Pero la gran interrogante es qué técnica usar en las lesiones mayores a 4 cm2, y mayores de 1cm de profundidad. A lo anterior, agregamos la inquietud de intentar solucionar todo en un mismo acto quirúrgico, disminuyendo la morbilidad y los costos para el paciente.

A continuación presentamos una opción de tratamiento ya descrita previamente, que se considera biológica y que incluye el uso de concentrado de médula ósea, lo que aportaría células troncales mesenquimáticas además de factores de crecimiento; éstos, protegidos por una matriz colágena impermeable a las células, maximizando el contacto entre ellas, y generando un ambiente “condrogénico,” que estimularía la diferenciación celular.[5] [6]

Rafael Calvo R

Traumatólogo del Equipo de Rodilla de la Clínica Alemana, Universidad del Desarrollo Santiago, Santiago, Chile

David Figueroa P

Traumatólogo, Jefe del Equipo de Rodilla de la Clínica Alemana, Región Metropolitana, Santiago, Chile

Nelson Morales C

Fellowship Cirugía de Rodilla de la Clínica Alemana – UDD, Región Metropolitana, Santiago, Chile

Francisco Figueroa B

Fellowship Cirugía de Rodilla de la Clínica Alemana – UDD, Región Metropolitana, Santiago, Chile

Rafael Calvo M

Estudiante de Medicina Universidad del Desarrollo (UDD), Región Metropolitana, Santiago, Chile

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https://www.thieme-connect.com/products/ejournals/html/10.1055/s-0037-1615254