Colgajo libre de piel para defecto de cubrimiento de piel peneana – reporte de caso

Resumen

Introducción

Reportar el caso de un paciente con lipogranuloma esclerosante de pene llevado a corrección de curvatura peneana compleja, con injerto de espesor parcial y posterior retracción secundaria, que generó curvatura peneana impidiendo el coito y que al momento de corrección quirúrgica, se generó un defecto de cubrimiento dérmico que requirió el uso de colgajo con piel de la pared abdominal.

Materiales y Métodos

Hombre de 46 años con antecedente de resección de lipogranuloma esclerosante en cara dorsal del pene resecado en el año 2006 y disfunción eréctil en manejo con terapia intracavernosa con prostaglandina E2; con necesidad de injertos de piel de abdomen en 2 oportunidades para cubrimiento de defecto de piel, con posterior fibrosis y curvatura peneana dorsal de aproximadamente 60° asociado a dolor con la erección. Llevado a corrección de curvatura peneana compleja en Hospital Universitario Mayor- Méderi. Se realiza plicatura de la túnica albugínea con técnica de Yachia hasta la verificación de corrección de curvatura dorsal en un 90%. Se identifica área con defecto de cubrimiento, por lo cual se levanta colgajo en región hipogástrica abdominal y se realiza anclaje del colgajo en borde distal del defecto de cubrimiento. Seis semanas después, es llevado a segundo tiempo quirúrgico, con liberación y remodelación del colgajo y se realiza el anclaje del colgajo en el borde proximal del defecto. Tres meses después, se revalúa el paciente encontrándose cubrimiento completo del área cruenta en región dorsal del pene. Se induce erección con alprostadil intracavernoso evidenciándose curvatura peneana dorsal de menos de 5°.

Discusión

Los pacientes con lipogranuloma esclerosante del pene generan placas en túnicas peneanas que al momento de ser resecadas, pueden requerir el uso de segmentos de piel para cubrimiento con injertos o colgajos pediculados en un terreno con alta probabilidad de daño por isquemia de dichos tejidos. En los casos en los que ocurre contracción del injerto se generan curvaturas peneanas que en caso de que impidan el coito requieren corrección de la misma. El uso de injertos autólogos o aloinjertos ha presentado resultados satisfactorios, sin embargo, puede requerir dos tiempos quirúrgicos para la obtención de tejido. En pacientes en quienes la piel peneana no es suficiente para cubrir el defecto, la segunda opción es la piel escrotal, que conserva características similares, así como una excelente vascularización. Cuando no se cuenta con piel escrotal en buen estado, se usa un injerto de piel de espesor total como última opción con resultados satisfactorios.

Conclusiones

Actualmente, el uso de piel de abdomen en esos defectos de piel no tiene amplia acogida dada la presencia de anexos dérmicos que terminan generando un aspecto estético no óptimo, sin embargo, se evidencia en este caso, que es un tejido que se adapta fácilmente a su nueva ubicación y permite el fin último, que es lograr una adecuada función del órgano receptor.

Dilma Alexandra Cruz Arévalo

1 Hospital Universitario Mayor–Méderi, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia

Ana Maria Cárdenas Ortiz

1 Hospital Universitario Mayor–Méderi, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia

Mario Gilberto Daniel

1 Hospital Universitario Mayor–Méderi, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia

Maria Paula Godoy Isaza

1 Hospital Universitario Mayor–Méderi, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia

Néstor Julián Arenas Reyes

1 Hospital Universitario Mayor–Méderi, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia

María Camila Bastidas Muñoz

1 Hospital Universitario Mayor–Méderi, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia

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https://www.thieme-connect.com/products/ejournals/abstract/10.1055/s-0038-1642614