Procesamiento de estímulos novedosos como terapia de remediación cognitiva en pacientes con trastorno alimentario

Resumen

Estudios previos han indicado la utilidad de la terapia de remediación cognitiva (TRC) en pacientes con trastornos de conducta alimentaria (TCA). El objetivo de este estudio fue evaluar una nueva técnica de innovación cognitiva llamada “Con la cabeza en las nubes” (CCN). Participaron 22 mujeres con TCA (13 con anorexia nerviosa y 9 con bulimia nerviosa), de entre 14 y 29 años de edad (M = 19.0, DE = 3.4), quienes completaron las seis sesiones grupales de que consta dicha técnica. Bajo un diseño pre-post intervención, las participantes fueron evaluadas en cuanto a: funciones viso-constructivas (Copia de la Figura Compleja de Rey-Osterrieth [CFCR]), pensamiento creativo (Test de Pensamiento Creativo de Torrance [TPCT]), flexibilidad cognitiva (CFCR y TPCT) y control cognitivo (Test de Stroop). La intervención generó una mejora en distintos dominios cognitivos, como son: mayor coherencia global, pensamiento creativo y  resistencia al cierre, así como menor fragmentación. Basada en la TRC, encaminada a estimular el procesamiento novedoso de estímulos visuales, la técnica CCN mostró mejorar algunos de los procesos cognitivos implicados en la generación de los síntomas de pacientes con TCA.

INTRODUCCIÓN

Los pacientes con trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como anorexia nerviosa (AN) o bulimia nerviosa (BN), suelen ser inflexibles y restrictivos en sus hábitos alimentarios y en otras áreas de funcionamiento de su vida cotidiana, como es el buscar alternativas para enfrentar problemas (Roberts, Tchanturia y Treasure, 2010; Tchanturia, Davies, Harrison et al., 2012). Además, a estos pacientes se les dificultan aquellas actividades que exigen realizar simultáneamente varias tareas, lo que reduce su capacidad para involucrarse en experiencias nuevas o usar el tiempo en forma más productiva. Inflexibilidad que afecta no solo su desempeño interpersonal y cognitivo (Abbate-Daga et al., 2011; Lezak, 2012), sino también su respuesta al tratamiento (Crane, Roberts y Treasure, 2007), constituyendo un factor agravante del trastorno (Tchanturia et al., 2011). En las personas con TCA las limitaciones en la flexibilidad cognitiva (FLC) se acompañan de formas singulares del pensamiento, como es el procesar perceptualmente lo que ven, centrando la atención en el detalle y no en el panorama global, los que se traduce en respuestas estereotipadas o hábitos rígidos (Lezak, 2012). Estos estilos de pensamiento, que con frecuencia coinciden con rasgos de personalidad relacionados con el trastorno obsesivo-compulsivo (Tchanturia et al., 2011), están presentes no sólo en fases agudas, sino aún después de haber mejorado sus condiciones clínicas (Abbate-Daga et al., 2011; Aloi et al., 2015; Darcy, Fitzpatrick y Lock, 2016; Roberts et al., 2010; Stedal, Frampton, Landro y Lask, 2012).

Durante poco más de una década la terapia de remediación cognoscitiva (TRC) se ha utilizado como una técnica complementaria a la comportamental en el manejo de los pacientes con TCA (Darcy et al., 2016; Södersten, Bergh, Leon, Brodin y Zandian, 2017). La TRC se originó en el trabajo con otros trastornos mayores, como la esquizofrenia, y hoy se ha ido adaptando a otros trastornos, como son el bipolar, el obsesivo-compulsivo o la dependencia al alcohol, entre otros (Buhlmann et al., 2006; Fuentes-Durá et al., 2012; Rupp, Kemmler, Kurz, Hinterhuber y Fleischhacker, 2012; Wykes, Huddy, Cellard, McGurk y Czobor, 2011). El objetivo principal de la TRC es identificar e intervenir sobre los estilos cognitivos predominantes en estas patologías (Rupp et al., 2012; Wykes et al., 2011), usando ejercicios que les permitan a los pacientes aprender a romper los estilos de pensamiento rígidos y crear nuevas estrategias para, por ejemplo, realizar una apreciación menos fragmentada del entorno, reflexionando y ejercitando cómo generar estilos de pensamiento alternos (Tchanturia, Davies, Harrison et al., 2012; Tchanturia y Lock, 2011). Numerosas publicaciones describen resultados positivos de la TCR en adolescentes y adultos con TCA, como se resume en la reciente publicación de Tchanturia, Larsson y Adamson (2016). Este tipo de intervención la implementa, en sesiones individuales o grupales, un terapeuta entrenado; además, puede ser empleada en cualquier momento o fase del tratamiento, ya sea de forma independiente o en paralelo con otro tipo de intervenciones (Tchanturia y Hambrook, 2009). La TRC tiene como objetivo mejorar las estrategias cognitivas que se juzgan difíciles de modificar, y esto aún después de obtenida una mejora en los síntomas inherentes a los TCA (Gempeler, 2010). Por ejemplo, Davies et al. (2012) mostraron, luego de la TCR, una mejoría en diferentes medidas cognitivas, que incluyeron coherencia central y procesamiento emocional. En particular, se informa que la TRC ha logrado impulsar aspectos fundamentales de la introspección, la voluntad y la motivación para asumir cambios, con bajas tasas de deserción, buena alianza terapéutica y mejora en la calidad de vida (Dingemans et al., 2014; Tchanturia et al., 2008). La TRC excluye deliberadamente la preocupación directa por el tema de la alimentación, el peso o la forma corporal. Como se anotó previamente, se enfoca en el proceso del pensamiento; es decir, en cómo se realiza la tarea, más que en qué se piensa o en la tarea misma. Los ejercicios incluyen actividades dirigidas a trabajar sobre limitaciones en la memoria visual y procesamiento viso-espacial, además de buscar optimizar las funciones ejecutivas, que incluyen la capacidad para planear, organizar y ejecutar procesos encaminados a cumplir una meta (Danner et al., 2012; Stedal, Rose, Frampton, Landro y Lask, 2012; Tchanturia y Lock, 2011). La TRC también trabaja sobre otras habilidades cognitivas, como la metacognición o “el darse cuenta” de cómo piensan o cómo es su propio proceso cognitivo, influyendo en la autoconciencia y la motivación frente a la aplicación de estrategias en la toma de decisiones. En concreto, los ejercicios utilizados en la TRC se diseñan con base al perfil particular de alteraciones neuropsicológicas predominantes en los pacientes con TCA. En este estudio se propone un nuevo formato de intervención que, siguiendo el modelo de la TRC, resulte ecológico y centrado en los requerimientos contextuales de la población con TCA. En particular, se propone el uso de una nueva técnica denominada “Con la cabeza en las nubes” (CCN), dirigida estimular estrategias de pensamiento flexible y divergente, a través de tareas de percepción visual, como es el observar una fotografía de nubes. En esta técnica, los participantes son invitados a dibujar lo que imaginan acerca de dicho grupo de nubes. Inicialmente esta actividad fue desarrollada con un fin artístico (Bianky, 2010), pero en esta ocasión se emplea para estimular el pensamiento flexible y divergente. Por tanto, los ejercicios propuestos buscan estimular nuevas formas de encontrar/interpretar figuras sugeridas en las nubes, con base a una apreciación desde una perspectiva más global que integre los detalles atendidos en un primer momento, así como ejercitar otras opciones de percepción visual, entre otros aspectos. Esta técnica de intervención se fundamenta en un estudio de Tchanturia, Davies, Reeder y Wykes (2012), quienes señalaron que los instrumentos y las medidas de la TCR pueden variar, pero lograrán mantener su eficacia mientras los principios básicos se preserven. A pesar de que Tchanturia, Lounes y Holttum (2014) reportan que los pacientes con TCA responden favorablemente a la TRC, el interés del presente estudio fue explorar posibles cambios en la FLC debido al uso de una nueva técnica de remediación cognitiva más ecológica y ajustada a las necesidades específicas de este tipo de pacientes, conocidas gracias al cúmulo de resultados documentados por el grupo de investigación que suscribe este estudio (Gempeler, 2003, 2010; Gempeler et al., 2016; Gempeler, Rodríguez, Mayor, Patiño y Rogelis, 2014). En particular, para el fin, se buscó seleccionar una tarea sencilla que pueda realizar cualquier persona, independientemente de su escolaridad, estado anímico o condiciones cognitivas propias a su TCA. En suma, el objetivo del presente estudio fue proponer una alternativa de TRC a partir de algo tan ordinario como observar nubes. La hipótesis de partida es que la técnica CCN incidirá favorablemente sobre dominios cognitivos particulares, incluyendo la capacidad viso-constructiva, las funciones ejecutivas y el pensamiento flexible y divergente.

Diana Matallanaa,b, Juanita Gempeler Rueda c , Maritza Rodríguez Guarína, c, Pilar Otero a , Diana Giraldo Arango a , María Poveda c , Nina Rangel-Gamboa d, Hernando Santamaría-García a,b,e

a Departamento de Psiquiatría, Fisiología e Instituto de envejecimiento, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.

b Centro de Memoria y Cognición Intellectus, Hospital Universitario San Ignacio, Bogotá, Colombia.

c Equilibrio: Programa integral para trastornos de alimentación, afectivos y de ansiedad, Bogotá, Colombia.

d Departamento de Psicología, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia.

e Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional, Buenos Aires, Argentina.

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http://journals.iztacala.unam.mx/index.php/amta/article/view/446