Manejo anestésico de histerectomía más doble anexectomía por tumor borderline de ovario izquierdo en paciente con síndrome de sensibilidad química múltiple

RESUMEN

El síndrome de sensibilidad química múltiple (SQM), también conocido como intolerancia ambiental idiopática (IAI), entre otros, es un desorden complejo y mal definido que produce diversos síntomas en respuesta a diferentes estímulos. No hay estudios válidos que establezcan la patogénesis de este síndrome. El manejo anestésico de estos pacientes es un reto para los anestesiólogos, dado que no hay unas pautas de actuación establecidas. Se presenta un caso de cirugía exitosa en una paciente afecta de SQM realizándose una anestesia total intravenosa (TIVA) convencional a la que se añadió una premedicación exhaustiva y la aplicación del protocolo de alergia al látex.

CASO CLÍNICO

Se trata de una mujer de 53 años diagnosticada de SQM programada para cirugía ginecológica por una masa abdominal gigante de probable origen anexial, compatible con cistoadenocarcinoma sin aparentes signos de diseminación. El diagnóstico se realizó mediante TAC sin contraste. Como antecedentes médicos describe: sensibilización de contacto a cloruro de mercurio (a raíz de colocación de implantes dentales, lo cual motivó el diagnóstico de SQM), intolerancia al látex y a múltiples fármacos y alimentos, hiperlaxitud de larga evolución con escoliosis, cistitis de repetición de carácter irritativo, espondiloartrosis, disfunción de articulación temporo-mandibular, síndrome de túnel carpiano bilateral y trastorno adaptativo con síntomas ansiosodepresivos. Como antecedentes quirúrgicos destacan: hernioplastia umbilical y esclerosis de hemorroides, intervenidas previamente al diagnóstico de SQM y que cursaron sin incidencias. No refiere tomar tratamiento de forma habitual. La exploración de la vía aérea no mostró datos predictores de vía aérea difícil y se clasificó como ASA II. La paciente ingresó la misma mañana de la cirugía (ante la ausencia de un protocolo definido en nuestro hospital para actuar en el síndrome SQM se decide seguir las guías del instituto Ferrán) y se aplicó el protocolo hospitalario de alergia al látex. La noche anterior se instauró un aspirador de partículas ambientales en el quirófano asignado a la intervención, el cual se mantuvo durante toda la intervención, y se retiraron todos aquellos utensilios o productos que contuvieran látex. Tras canalizar dos vías periféricas de 18 G, se premedicó a la paciente con 2 mg de midazolam, 5 mg de desclorfeinamina, 50 mg de ranitidina y 4 mg de dexametasona, además de fluidoterapia con suero fisiológico al 0,9 % (20 ml/kg). Dado que iba a ser una cirugía abierta, se le ofreció la posibilidad de colocación de un catéter epidural para la analgesia postoperatoria, pero la paciente lo desestimó. Acto seguido, se realizó la monitorización de tensión arterial (TA no invasiva), ECG, pulsioximetría, diuresis, BIS y TOF. Tras preoxigenar a la paciente durante 3 minutos con O2 al 100 %, se procedió a la inducción anestésica administrándose fentanilo i.v. 3-6 µg/kg, propofol en modo TCI a 4 mcg/ml y rocuronio 0,6 mg/kg. Se intubó a la paciente con un tubo del número 7,5 G, visualizándose un CormackLehane de I/IV a la laringoscopia directa y se conectó a la paciente a ventilación mecánica controlada por volumen. El procedimiento transcurrió sin incidencias. El mantenimiento se realizó también con propofol en modelo TCI a 2,5 mcg/ml, fentanilo 1-2 µg/kg y rocuronio 0,3 mg/kg. Dada la extensión de la masa anexial se le practicó finalmente una histerectomía con doble anexectomía, apendicectomía y omentectomía con toma de biopsias peritoneales múltiples. Durante las 3 h de intervención la paciente se mantuvo en todo momento hemodinámicamente estable y normocápnica. Las dosis anestésicas totales fueron 550 µg de fentanilo, 90 mg de rocuronio y 990 mg de propofol. Como analgesia previa a la salida del quirófano se le administraron 50 mg de dexketoprofeno junto con 4 mg de ondansetrón y se le practicó un bloqueo transverso abdominal (TAP) bilateral con 40 ml de ropivacaína al 0,375 % (Figura 1). La paciente pudo ser extubada sin incidencias y se trasladó a la Unidad de Recuperación Postanestésica (URPA) las siguientes dos horas, donde se le colocó un infusor elastomérico de morfina i.v. a 1 mg/h para el dolor agudo postoperatorio. En las próximas horas la paciente fue trasladada a la planta de ginecología, donde se le proporcionó una habitación individual y el aspirador de partículas del quirófano, así como sábanas antialergénicas. Su evolución en la planta fue satisfactoria, por lo que se pudo retirar el infusor de morfina a las 72 h y fue dada de alta sin evidencia de complicaciones a los 4 días.

B Esnaola Iriarte, S. Irigoyen Miró y F. Torre Mollinedo

Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor. Hospital de Galdakao-Usansolo, Vizcaya. España

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