Cambian los Protocolos para profesionales sanitarios por el coronavirus.

Los protocolos específicos que el Ministerio de Sanidad de España ha encargado a los profesionales sanitarios para el correcto abordaje del coronavirus avanzan a gran velocidad e incluyen mayores medidas de seguridad que las planteadas en un principio. Varias sociedades científicas han afirmado a Redacción Médica que ya han enviado sus aportaciones al departamento de Salvador Illa y que el flujo de correos por parte de los profesionales implicados es “constante”.

El equipo de Illa ya está ultimando los documentos finales desde que, aunque todavía no se conoce el número concreto, están divididos en áreas de actuación (laboratorio, manejo clínico del paciente, urgencias…) y no por especialidades.

Uno de los primeros grupos multidisciplinares de trabajo que ha incrementado sus sugerencias ha sido la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene. Tal y como ya hicieron cuando se inició el brote, los especialistas han remitido a Sanidad una serie de recomendaciones para la protección de los trabajadores. Medidas excepcionales de las que se percibe una mayor protección que en el primer documento publicado al inicio del brote de la neumonía de Wuhan o, como la ha denominado oficialmente la OMS, Covid-19.

Más allá de las medidas que ya señaló el Ministerio en su protocolo general, las sociedades científicas han remarcado la necesidad de usar mascarillas con respiradores de partículas (FFP2 o FFP3) en vez de las quirúrgicas para protegerse de posibles contagios. Además, los protocolos específicos que se están enviando al Ministerio apuntan la necesidad de ‘sacar’ los casos sospechosos de Urgencias lo más rápido posible y desviarlos al circuito de aislamiento. 

Partes del protocolo

Así las cosas, el documento de Preventiva incluye el uso de un tipo de mascarilla especial, no la de material quirúrgico sino respiradores de partículas (similares a las que se usan con la tuberculosis). En cambio, para la gestión de residuos y limpieza de material clínico se realizaría como con cualquier otro virus con sus desinfectantes habituales. 

De otro lado, desde la especialidad continúan sin abogar por la necesidad de un centro de referencia, aunque creen que todos deben estar preparados. “Si llegamos a tener problemas, todos los centros deben de tener respuesta. El paciente debe de estar en una habitación convencional aislado y separado unos de otros; si tiene una habitación de presión negativa, mucho mejor, pero no hay muchas en los hospitales”, ha apuntado Jesús Molina Cabrillana, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Complejo Universitario Insular Materno Infantil de las Palmas de Gran Canaria. En este sentido, Molina afirma que, ahora mismo, lo que más preocupa es “la detección temprana y localizar a todos los contactos para que no se escape ningún caso”.

Tal y como ha manifestado el preventivista, estas recomendaciones las han enviado desde la sociedad al Ministerio para que este haga “la difusión que considere oportuna”. Para poder elaborarlas, Molina asegura que la sociedad ha contado con varios expertos (incluidos los enfermeros) que han aportado sugerencias específicas de su área. “Es un protocolo muy sensato en el que no nos contradecimos con otras situaciones. Decimos prácticamente lo mismo que en los anteriores documentos pero enfatizando y aclarando muchos conceptos“, ha añadido.